Imagen creada por la IA para la página de producto del profesor Mollick.
Un profesor de la prestigiosa escuela de negocios de Wharton tardó 30 minutos en hacer el trabajo que un equipo de especialistas en marketing, programación y redes sociales hubieran tardado días en realizar
Hace un par de días los ingenieros que han desarrollado la IA generativa más poderosa y popular del planeta advertían que afectará al 80% de los empleados en pocos años, dejando fuera de juego a profesionales como programadores, matemáticos, contables, analistas financieros, abogados e incluso arquitectos. Ahora, un profesor de innovación y emprendimiento del prestigioso Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, ha demostrado exactamente cómo va a suceder de forma práctica, en un experimento asombroso de sólo 30 minutos.
Ethan Mollick creó una empresa de cero en tan solo 30 minutos con la ayuda de varias herramientas de inteligencia artificial generativa, usando Bing, GPT-4, MidJourney, ElevenLabs y D-iD. En un artículo publicado en su blog, Mollick describe cómo usó estos programas para crear una marca, una página web, un vídeo promocional y una campaña publicitaria en las redes sociales dando una serie de sencillas instrucciones.
“Esto habría sido demasiado trabajo para mí. Muchas horas, tal vez días de trabajo,” afirma Mollick. “Hubiera necesitado un equipo completo para ayudarme: nunca he hecho una campaña de marketing por correo electrónico, no conozco CSS, y ciertamente no podría haber organizado una foto como la de la imagen [que encabeza este artículo]”. Y si bien Mollick afirma estar seguro de que los humanos podrían haberlo hecho mejor, estos nunca podrían haber sido tan rápidos.
La clave aquí es que Mollick fue capaz de hacer lo que hubiera necesitado de un equipo de varias personas trabajado durante días. En otras palabras: ese equipo no sería necesario y se quedaría sin empleo porque, sencillamente, puede ser perfectamente suplantados por la IA. Quizás no completamente con esta generación, pero sí en la siguiente, al ritmo en que están evolucionando estas herramientas.
Esfuerzo sobrehumano en apenas minutos
Mollick comenzó con una simple idea de negocio, un producto que él conoce muy bien para poder comprobar la calidad de la salida: un juego que rol de Wharton Interactive diseñado para enseñar liderazgo y habilidades de equipo en una misión ficticia al planeta Saturno. A partir de ahí, Mollick se puso en marcha con las herramientas de IA a su disposición. Utilizó Bing—con ChatGPT-4—para montar un plan de negocio y marketing.
Luego, Mollick encargó la IA una página web funcional en HTML y CSS para vender el proyecto, usando MidJourney para crear las imágenes de marca y ElevenLabs para crear una voz en off personalizada para su vídeo promocional, que animó usando la herramienta de avatares de D-iD para crear un vídeo en cuestión de minutos.
La ayuda de la IA no se detuvo allí. Mollick volvió a recurrir a ChatGPT-4 para crear una campaña publicitaria completa en redes sociales con la que promocionar su nueva empresa. Con solo unas pocas indicaciones, la IA generó una serie de publicaciones para cinco plataformas diferentes.
Aunque el resultado no estuvo exento de fallos — por ejemplo, vio que el diseño de la página web creada por GPT-4 necesitaba algunas mejoras —fueron fáciles de solucionar.
Al final, Mollick apunta que esta demostración es solo el comienzo de lo que la IA podrá hacer por los emprendedores y la industria en general. Con la tecnología emergente y la rápida evolución de la IA, dice, es posible que un día las empresas puedan ser creadas completamente por la IA sin intervención humana.
El potencial productivo es inmenso, pero el impacto en el empleo en todos los estamentos será brutal. “Cuando todos podemos hacer cantidades de trabajo sobrehumanas, ¿qué pasa?” se pregunta en su conclusión. “¿Trabajamos menos y tenemos más tiempo libre? ¿Trabajamos más y hacemos el trabajo de diez personas? ¿Se benefician los empleadores? ¿Los empleados?” Mollick no está seguro de cuál es la respuesta.
Otros, como Goldman Sachs, parecen tener una mejor idea en su último informe, que apunta a la pérdida de un cuarto de todos los empleos de la eurozona en un plazo de 10 años, con un incremento del producto interior bruto del 7%.
Aún así, Mollick tiene una visión optimista del futuro “este tipo de disrupciones conducen a problemas a corto plazo y a un crecimiento del empleo a largo plazo. Con suerte, estaremos en un futuro en el que tengamos un trabajo menos aburrido, descargando las tareas molestas e insatisfactorias, para que podamos centrarnos en el trabajo más creativo y generativo que nos gusta hacer.”
Mollick se refiere a los cambios en el mercado de trabajo producto de revoluciones como la industrial o la de la era de la información. Pero estas revoluciones trajeron nuevos campos y oportunidades que no podían ser satisfechas por la tecnología que generó esa revolución. Una máquina de hielo no podía repartir el hielo a las casas igual que un frigorífico no podía fabricarse a sí mismo. Sólo los humanos podían llenar los nuevos huecos creados por la revolución. En este caso, sin embargo, la IA sí podrá satisfacer las nuevas oportunidades que aparezcan porque tiene la misma capacidad del ser humano y mucho más allá.
Con su capacidad de creación incrementándose año tras año exponencialmente, y la inteligencia artificial general a 20 años vista, parece imposible que esta oportunidad productiva puntual que describe Mollick pueda traducirse en beneficios generalizados para toda la humanidad a medio plazo, a no ser que la sociedad cambie totalmente del sistema capitalista a otro modelo que todavía desconocemos.
Por
www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2023-03-28/ia-empleo-paro-chatgpt4_3601538/