martes, 7 de marzo de 2023

Cuatro días es mejor que cinco: el experimento laboral de Reino Unido


El distrito financiero de Londres en hora punta de salida del trabajo Travelpix Ltd / Getty



Durante seis meses, en el mayor experimento de este tipo realizado hasta ahora, tres mil empleados de 61 empresas han trabajado sólo cuatro días a la semana y un máximo de 32 horas




Hasta hace menos de un siglo, la jornada laboral en Gran Bretaña concluía el sábado y por eso los partidos de fútbol se jugaban ese día a las tres de la tarde, con el tiempo justo de que los trabajadores pasaran por casa a comer algo y recoger a sus hijos para ir juntos al estadio. Después, el horario de nueve a cinco (de lunes a viernes) se volvió tan habitual en el mundo anglosajón que hasta Dolly Parton protagonizó una película con ese título y le dedicó una canción (9 to 5).

¿Ha llegado el momento de cambiar de fórmula? Gran Bretaña acaba de concluir el mayor experimento realizado hasta la fecha de la semana laboral de cuatro días, con un máximo de 32 horas de trabajo en vez de 40, organizado por el grupo 4 Day Work Global, con la participación voluntaria de 61 empresas de software, contratación y manufacturas (además de algunas oenegés), y más de tres mil empleados que han seguido cobrando exactamente lo mismo que antes.

Resultados

Los tres mil trabajadores participantes volverían a la jornada de cinco días sólo con un mejor sueldo

¿Cuál es el balance? Dieciocho de las compañías implicadas han decidido convertir la jornada de cuatro días en permanente, otras 38 prorrogar indefinidamente el experimento, y tan sólo cinco volver al típico de lunes a viernes, ocho horas al día. El informe de los organizadores menciona “enormes beneficios en todos los terrenos”, como la reducción del absentismo y las bajas laborales, mejora de la salud mental, las horas de sueño, vida familiar y aptitud de los trabajadores, menos estrés e incluso una mayor igualdad de género, porque los padres han podido dedicar mucho más tiempo a estar con los hijos y ocuparse de ellos (aunque no ha aumentado su papel en las tareas domésticas).

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La pandemia ha agravado el problema crónico de productividad del Reino Unido, gran lastre de su economía

 Will Oliver / Efe

Desde el punto de vista de los trabajadores está claro, mejor currar cuatro días que cinco (en algunos casos han librado un día a mitad de semana, en otros han disfrutado de un weekend de viernes a lunes). La inmensa mayoría dice que no querría volver al sistema tradicional, y que sólo lo harían con un aumento salarial de entre el 25% y el 50%. Pero, ¿y desde el punto de vista del empresario? ¿Es también un éxito?

Sólo una tercera parte de las compañías participantes en el experimento ha facilitado resultados económicos, que muestran que sus ingresos han sido prácticamente los mismos que antes, en algunos casos superiores un 1% o 2%. Y son evidentes las ventajas de tener unos empleados contentos, que llaman menos por la mañana para decir que están enfermos (el absentismo ha disminuido un 66%), y que no están a la caza de un trabajo mejor pagado con la competencia. Los costes de reclutar personal y adiestramiento han bajado de manera sustancial.

El gobierno británico, sin embargo, no muestra ningún entusiasmo por la idea de la jornada laboral de cuatro días, y resta validez al experimento porque dice que las firmas participantes ya eran de por sí proclives al cambio, y, con algunas excepciones, son de sectores como la contabilidad y la alta tecnología que pueden adaptarse con facilidad a horarios más flexibles.

Modificaciones

Un tercio de las empresas participantes ha hecho definitivo el cambio a la jornada de cuatro días

Los empresarios han quedado sin embargo intrigados, y se preguntan si no se trataría de una posible solución al problema que ha sido bautizado como “la gran renuncia”, la desaparición del mercado laboral de un millón de personas a raíz de la pandemia, ya sea por covid de larga duración, el deseo de pasar más tiempo con la familia o jubilaciones anticipadas (muchos mayores de 55 años no han vuelto al trabajo). En sectores como la banca sigue siendo común ir a la oficina de manera voluntaria, o tan sólo de vez en cuando para matener la relación con los colegas y un cierto espíritu de equipo.

La cadena de supermercados Sainsbury’s, la segunda mayor del país, ha decidido hacer su propio experimento ofreciendo a algunos empleados la oportunidad de trabajar cuatro días a la semana, pero concentrando en ellos las horas de trabajo, de manera que acaben haciendo las mismas que el resto de la plantilla. Uno de los resultados del test es que, reduciendo la semana laboral, el personal se organiza mejor y se pierde mucho menos tiempo en viajes, burocracia, conferencias y reuniones innecesarias.


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