- Rusia controla el 40% de la producción mundial
- El G7 plantea vetar los diamantes rusos con un plan de trazabilidad
- En caso de ponerse en práctica, cambiaría la industria para siempre
La guerra de Ucrania ha encontrado un nuevo frente y no es ni Bajmut ni el petróleo ni el gas, Occidente ha puesto en marcha la 'guerra de los diamantes'. Los países del G7 están explorando en estos momentos cómo intentar cortar los ingresos que recibe el Kremlin por esta industria, que esta siendo una de las bolsas de oxígeno más inesperadas para el músculo económico de Rusia.
El país euroasiático alberga las "reservas de diamantes más ricas y grandes del mundo, siendo el mayor productor y exportador de estas joyas en bruto", según el Registro de Diamantes, la plataforma especializada en la materia prima. Los datos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos muestran que el país logró unas exportaciones de 4.500 millones . Con el 40% de la producción mundial en sus manos, los diamantes han sido un arma fundamental del Kremlin pues son uno de los productos más complicados de rastrear de cara a las sanciones.
Alrosa, la firma controlada al 66% por el Kremlin, es la responsable de la producción de nueva de cada diez diamantes extraídos en Rusia. Además, este mismo año la firma pagó un impuesto especial para abastecer las arcas del país, tensionadas por la guerra, de 244 millones de dólares. Además, a pesar de que, en la práctica, las exportaciones rusas han caído un 9% desde la guerra según Global Data, la realidad es que Putin ha esquivado por completo las sanciones gracias a las grandes lagunas por parte de Europa y Estados Unidos.
Desde el principio de la guerra Biden prohibió la compra de estas joyas a través de una orden ejecutiva y el ceo de esta empresa Sergei Sergeevich Ivanov, está en la lista de sanciones desde abril de 2022. Sin embargo, estas medidas tenían trampa y según Hans Merket, investigador del Servicio Internacional de Información sobre la Paz, se trataban en gran parte de acciones "simbólicas". El motivo es que se excluía a los que "se han transformado sustancialmente" una excepción clave pues la gran mayoría de las joyas rusas se extraen en su suelo y se cortan y pulen en el extranjero.
Desde Europa la respuesta fue incluso menor, pues Bélgica se cerró en banda a prohibir la materia prima rusa, debido a que es la principal fuente de abastecimiento de la industria del lujo en Amberes, un negocio clave que podría ser dañado. Según datos del Ayuntamiento de la ciudad flamenca, alrededor del 84% de los diamantes sin cortar del mundo pasan por el "Barrio de los Diamantes de Amberes" generando cada año cerca de 32 millones de dólares. El negocio y la artesanía de esta joya lleva latiendo en esta ciudad desde el siglo XVI por lo que no quieren poner en juego su status tras cinco siglos.
Sin embargo, recientemente Bélgica ha dado su brazo a torcer y ya se muestra dispuesta. A pesar de que el año pasado siempre bloqueó esta opción, el último escrito de la cámara de representantes del país señala que no se oponen siempre que forme parte de un esfuerzo coordinado por parte de todos los países y se haga un buen plan de rastreo de las joyas rusas.
De hecho desde Europa ya están calibrando las consecuencias que tendría interrumpir el flujo de diamantes rusos y el pasado mes de marzo, el Director General Adjunto de la CE, Denis Redonney, a cargo de las sanciones, se reunió con las principales empresas de diamantes del mundo para hablar sobre el impacto de la medida.
En su última reunión en febrero, el G7 abrió la veda y ya preparó el terreno para unas próximas sanciones sobre los diamantes rusos. En el escrito posterior a su encuentro se comprometieron a "trabajar colectivamente en más medidas sobre los diamantes rusos, incluidos los diamantes en bruto y pulidos". Sin embargo, los resultados de la decisión podrían devenir en un cambio histórico para la industria y que afecte para siempre a la industria rusa.
¿El fin de los diamantes de sangre?
Según Financial Times, desde Washington tienen la intención de crear una plan de trazabilidad del producto que sobreviva al conflicto actual y que se imponga de aquí en adelante para acabar con el concepto de los "diamantes de sangre". Tradicionalmente muchos grupos violentos durante guerras (normalmente en África) financian su actividad a través de la venta de los mismos usando prisioneros de guerra, esclavos o explotación infantil gracias a su escasa trazabilidad. Este nuevo sistema podría emplearse para otros 'minerales de sangre', como el Coltán o el Cobalto extraídos de zonas de guerra y que, en el caso del primero, supone un elemento clave en la industria de los Smart Phones .
Pero, volviendo a Rusia y los diamantes, el plan puede tener consecuencias inesperadas para la India. Actualmente es prácticamente imposible saber por cuántas manos pasa un diamante desde los Urales hasta Amberes, pero en lo que prácticamente todos coinciden es que Surat es uno de los pasos clave. Actualmente los diamantes cortados en la India llevan la denominación de este país y, a partir de la próxima reunión del G7 estos podrían pasar a ser considerados rusos y vetados.
India supone un 90% de la fabricación de diamantes tallados y pulidos del mundo que acaban en joyerías de todos los países, según datos de su Gobierno. La nación asiática ingresa por las ventas al exterior de este material más de 23.000 millones de dólares anuales y da empleo directo a 1 millón de personas mientras que afecta indirectamente de 5 millones de puestos de trabajo.
Estados Unidos prepara un "pasaporte mundial" para los diamantes
Según destaca Axios, un alto cargo de los Estados Unidos defiende que el objetivo es lograr "una bifurcación mundial" en el mercado de los diamantes pues tras la reunión esperan que ningún diamante ruso pueda llegar a los países del G7, por lo que se reducirán sus mercados considerablemente, obligándolos a ir más al este, a China o Indonesia o los países de Oriente Medio.
Respecto a cómo lograrán prohibirlos, destacan que ya están trabajando en un sistema de documentación que valide donde ha estado la materia prima, un 'pasaporte de los diamantes' que tenga que estar homologado y sin el cual no pueda venderse en sus mercados. Actualmente ya existe un sistema similar pero que solo se aplica a los que tienen características únicas, sin embargo la industria cree que implementarlo a todos los envíos añadiría costes y golpearía de forma contundente a su negocio. Un ejemplo de ello es que estarían estudiando cómo usar de forma masiva tecnología de rastreo a través del grabado en los mismos o de escaneo láser, pero estas fórmulas plantean dudas por la dificultad para emplearlas en grandes cantidades de envíos.
El precio del diamante está en mínimos de 2021 y cifras que no se veían en una década
De momento, quieren ver hasta qué punto estaría expuesto a una manipulación este sistema, pero, de lograr ponerlo en práctica estrangularían una de las fórmulas de financiación de Rusia en el peor momento posible para sus industrias. El precio de los diamantes se mantiene realmente bajo, situándose en el entorno de los 210 dólares este mes de mayo. Pese a un ligero repunte, aún está en mínimos de inicios de 2021 y cabe destacar que, quitando el año de la pandemia y el inicio del siguiente, el precio de la materia prima nunca había estado tan bajo (en términos mensuales) desde 2010, cuando la crisis financiera aún se dejaba sentir.
Y no solo afectaría a Rusia, un nuevo plan de trazabilidad sería cruzar el Rubicón para una industria a nivel mundial, que podría encontrar un cambio histórico. No solo por la opacidad de su logística, pasando por decenas de países sin dejar rastro, sino por unos mayores costes y un cambio de paradigma con respecto a su mercado.
La próxima reunión del G7 se producirá el 21 de mayo, en Japón, Hiroshima. En ella se espera que los representantes de los países muestren su apoyo a ucrania a las puertas de una contraofensiva tras meses asegurado posiciones, un momento clave para el desarrollo del conflicto. Queda por ver si una de estas medidas para ayudar a Zelensky será la prohibición de los diamantes rusos.