miércoles, 24 de mayo de 2023

La ropa 'vintage' triplica ventas: crece doce veces más que la moda rápida

 



  • Las firmas de segunda mano acapara ya el 5% del negocio mundial del textil



La ropa de segunda mano —más conocida como moda vintage—está en pleno auge, y ya crece doce veces más que la moda rápida. En solo dos años ha conseguido triplicar sus ventas y sobrepasar la crisis económica derivada de la pandemia.

Su opuesto, la moda fast fashion—o moda rápida ya que cada cierto tiempo las empresas lanzan una nueva colección de ropa con un precio y una calidad baja— solo ha crecido un 17%. En concreto, ha pasado de facturar 78.655 millones de euros a 91.932 millones el año pasado.

En 2020 la facturación a nivel mundial de la ropa vintage rondaba los 40.000 millones de dólares (36.450 millones de euros al cambio actual) y cerró el 2022 con unas ventas de 120.000 millones de dólares (aproximadamente 110.000 millones de euros). Este auge tan repentino de la ropa de segunda mano se debe principalmente al incremento de los precios y al panorama económico actual marcado por la inflación y los costes de las materias primas.

Otra explicación es el auge de la demanda de este tipo de ropa. De hecho, la moda vintage representa ya "el 25% del armario de un consumidor medio", asegura el informe ¿Qué significa para las marcas de moda y los minorista la aceleración del mercado de segunda mano?, elaborado por la consultora BCG. Asimismo, si se tiene en cuenta todo el sector textil —ropa, calzado y accesorios—, la moda de segunda mano acapara ya alrededor del 5% de todo el sector.

El otro polo del textil

La denominada fast fashion, por otro lado, también ha logrado recuperarse de la pandemia y se aprecia una incremento de su cifra de negocio, aunque a un menor ritmo que la ropa de segunda mano. Dentro de las firmas de ropa rápida más conocidas se encontrarían empresas como Inditex, Uniqlo, H&M, GAP o Primark, entre otras.

De todas las mencionadas, el gigante textil gallego se lleva la palma en ventas ya que cerró el 2022—el ejercicio fiscal incluye la campaña de Navidad— con una cifra de negocio de 32.569 millones de euros, casi un 60% más que en 2020, cuando las ventas no superaron los 20.400 millones. Le sigue de cerca H&M, aunque en este caso sus ventas han caído en comparación con 2020. Así la firma sueca ha pasado de tener una facturación de 25.121 millones a cerrar el 2022 con unas ventas de 19.750 millones.

Sin tener en cuenta Inditex ni H&M, la marca fast fashion por excelencia es Fast Retailing, la matriz del negocio del que depende Uniqlo. El negocio de la multinacional japonesa está en alza, en dos años ha aumentado su cifra de negocio un 20%. Así la firma ha pasado de tener unas ventas de 13.577 millones de euros a 16.349 millones el año pasado. Con una cifra de negocio similar está GAP pues ronda los 14.550 millones de euros, es decir, un 13% más que en comparación con 2020 cuando cerró el ejercicio con unas ventas de 12.880 millones de euros.

Por último, dentro de las grandes marcas que engloban la fast fashion estaría Primark. La compañía irlandesa también ha incrementado sus ventas. En concreto un 30,5% más, hasta situar su facturación en 8.172 millones de euros cuando dos años antes fue de 6.673 millones.

Un futuro brillante

El futuro parece prometedor y lleno de oportunidades para la ropa vintage pues se estima que crecerá hasta abarcar el 40% del mercado textil, aunque es algo que dependerá de los factores económicos y sociales. De hecho, hay numerosos informes que coinciden en que la ropa de segunda mano acabará "imponiéndose" a la fast fashion.

Por ejemplo, el estudio de Consumer Trends 2022 elaborado por Samy Alliance, confirma que la pandemia ha supuesto un antes y un después en los consumidores. "En 2020, más de 30 millones de personas compraron ropa de segunda mano", debido a un cambio en el hábito de consumo pues se prima más la sostenbilidad del producto. Por lo que augura que "en 2030 la moda de segunda mano duplicará a las fast fashion". Con un enfoque similar está el estudio de Thred Up que estima que "la ropa de segunda mano aumentará un 414% hasta el 2025 e incluso llegará a duplicar las ventas de la moda rápida".

Cada vez hay más empresas de ropa de segunda mano. No cabe duda de que la industria de la moda siempre ocupará una papel clave en la economía. No obstante, es un sector muy competitivo que ahora tiene que hacer frente a nuevos retos como, por ejemplo, la digitalización.