jueves, 18 de mayo de 2023

La recuperación 'suflé' de China hace saltar las alarmas: la economía se desinfla a marchas forzadas

 



  • La recuperación de China comenzó con un gran fuerza y disparó las expectativas
  • Ahora, la actividad se desacelera: la producción industrial crece la mitad de lo esperado
  • El sector inmobiliario sigue siendo un lastre y el mercado laboral se fractura



Durante los últimos años se ha hablado con intensidad de los diferentes tipos de recuperación económica. La fuerte caída del PIB con la pandemia del covid dio lugar a una serie de recuperaciones en la actividad poco habituales en las últimas décadas. Algunas de las más sonadas fueron la recuperación en 'V', en 'U', logo de 'Nike' o la asimétrica. Ahora, China parece estar adentrándose en un nuevo tipo de recuperación que podría asimilarse a un suflé, un postre que se infla mucho al principio, pero que cuando se comienza a degustar está casi vacío de contenido por dentro.

La recuperación económica de China levantó una expectación enorme entre analistas e inversores. Se esperaba que el 'gigante asiático' resurgiera de sus cenizas con una fortaleza desmedida tras meses de confinamiento. El propio Fondo Monetario Internacional ha 'confiado' a China buena parte del crecimiento mundial de 2023 para justificar sus previsiones de crecimiento. Sin embargo, a medida que las cifras e indicadores se van conociendo, el suflé que generaron las expectativas comienza a desinflarse.

La industria y el consumo pierden fuerza

Aunque gran parte de los datos han sido decepcionantes, quizá los publicados este martes son los más 'hirientes' de todos. "Los datos mensuales de la industria muestran una caída mientras el consumo se desacelera", comenta Tommy Wu, analista de Commerzbank en un comentario para clientes.

La producción industrial ha caído un 0,5% en abril respecto al mes anterior. En términos interanuales, creció solo un 5,6%, pese al tremendo efecto base que debería haber apoyado este dato, puesto que el año pasado buena parte de las zonas industrias estaban sometidas a un confinamiento por esas fechas. "Esta cifra está muy por debajo del 10,9% interanual que esperaban los mercados y parece moderado en comparación con la tendencia previa a la pandemia. Los datos de hoy confirman la debilidad en la industria que se veía viendo en las lecturas del PMI", asegura el economista de Commerzbank.

Por otro lado, las ventas minoristas aumentaron solo un 0,5% intermensual después de expandirse un 0,8% en marzo. Su crecimiento interanual del 18,4% también se ha visto muy apoyado por el efecto base, pero aún está por debajo del consenso del mercado. Esto sugiere que el gasto de los consumidores ha comenzado a desacelerarse después de un fuerte primer trimestre, asegura la nota del banco alemán.

"El crecimiento interanual en el segundo trimestre todavía puede parecer elevado, gracias al efecto base (la fuerte caída que sufrieron los indicadores el año pasado), pero el crecimiento secuencial podría experimentar una disminución material", aseguran los analistas en declaraciones a Reuters. A todo ello hay que sumarle la sorprendente debilidad de la inflación en China, que cayó un 0,1% mensual en abril, un dato que revela la debilidad de la demanda interna y externa.

Recuperación desigual e incompleta

"Cuatro meses después de la reapertura, la recuperación económica de China se puede describir como desigual, concentrada en los primeros meses y aún necesariamente respaldada por el estado. La actividad en abril continuó mostrando una marcada divergencia entre los servicios y la manufactura. Los datos de crédito, producción e inversiones decepcionaron incluso por debajo de nuestras estimaciones conservadoras. La debilidad de la industria en particular ya no puede atribuirse simplemente a la debilidad de las exportaciones", asegura Louise Loo, economista de Oxford Economics.

Por otro lado, la construcción inmobiliaria sigue siendo un lastre. La inversión en activos fijos cayó un 0,6% intermensual, lo que implica un crecimiento interanual de solo el 3,6% en abril, frente al 4,7% anterior. El crecimiento de la inversión en infraestructura y manufactura se mantuvo, respaldado por políticas de estímulo que llegan desde Pekín.

"Los próximos meses serán clave para mostrar si se trata de un revés temporal tras un primer trimestre muy fuerte después de la reapertura o si refleja una recuperación vacilante. Por ahora, los comentarios de la Oficina Nacional de Estadística han mostrado preocupación diciendo que 'el mercado inmobiliario se está recuperando, pero se necesitan más esfuerzos' y que 'la demanda insuficiente restringe el sector industrial'", advierten desde Danske Bank en una nota publicada esta mañana.

Más allá de los datos sobre la industria y las ventas minoristas, la inversión inmobiliaria se ha desplomado un 16,2% interanual, lo que sugiere que la caída de la construcción de viviendas continúa muy presente. De hecho, la superficie construida residencial comenzó a caer a dos dígitos, hasta el 29% interanual en abril.

"Esto no es un buen augurio para la recuperación de la demanda de vivienda y sugiere que el sector inmobiliario seguirá siendo un lastre para la economía durante más tiempo. La última actividad económica confirma que la recuperación ha perdido fuerza tras el repunte inicial de la reapertura. Esperamos que la recuperación de la economía china continúe, pero a un ritmo mucho más lento que en el primer trimestre", sentencia Susan Joho, economista de Julius Baer.

Pese a todo, la venta de viviendas creció un 16,7% interanual en abril, tras expandirse un 8,8% en marzo, según datos oficiales. Aunque este dato parece a primera vista muy positivo, lo cierto es que la cifra de abril se vio impulsada también el efecto base a la baja del año pasado. "Aún así, y pese al efecto base, esto sugiere que algunas partes del mercado inmobiliario se están estabilizando... Pero dado que los promotores inmobiliarios probablemente seguirán centrándose en completar los proyectos existentes en detrimento de los nuevos proyectos, es posible que la construcción inmobiliaria no reciba un gran impulso, incluso si el mercado de la vivienda se estabiliza", comenta Tommy Wu.

Con todo, "el apoyo a las políticas resulta aún clave, pero la pregunta es qué política de estímulo es más importante", señala Haibin Zhu, economista jefe para China de JPMorgan Chase, en una entrevista con Bloomberg TV.

La gran divergencia del mercado laboral de China

A todo ello hay que sumarle la divergencia que también vive el mercado laboral. "La debilidad de este mercado genera dudas sobre si la recuperación impulsada por el consumo puede sostenerse. Aunque la tasa general de desempleo se ha reducido hasta el 5,2% en abril desde el 5,3 % anterior, la tasa de desempleo juvenil aumentó hasta un máximo histórico del 20,4%. Esto muestra que la economía todavía está luchando por absorber nuevos trabajadores y probablemente refleja que persiste un débil sentimiento de contratación entre las empresas privadas", apostilla Wu de Commerzbank.

Al igual que la economía muestra grandes divergencias, esta brecha también aparece en las previsiones de los expertos. Mientras que en Oxford Economics anticipan un crecimiento de entre el 5 y el 5,5% para China en 2023,  Julian Evans-Pritchard, economista de Capital Economics, lo eleva hasta el 6,5%. Aún así, este experto cree que "es probable que la recuperación se apague durante la segunda mitad del año", ante la previsible retirada gradual de estímulos fiscales.

China se está recuperando, pero el ritmo de esta vuelta al crecimiento se desinfla mucho más rápido de lo previsto. La recuperación 'suflé' está en marcha y puede ser un problema para una economía mundial que legaba gran parte de sus esperanzas a la gran recuperación china.

"Todos los datos que provienen de China siguen apuntando a una recuperación, pero ya no es tan boyante como muchos pensaban a principios de año reabrió la economía", sentencian los economistas de Unicredit en una nota para clientes.