- La probabilidad estaría ya en el 99,3%
- Encuestas como la de Bloomberg o la de la Fed apuntan a una probabilidad del 65%
La recesión en EEUU podría estar más cerca que nunca, de hecho, ya hay quien la vuelve a situar la opción cerca del 100%. Tras entrar brevemente en 2022, la probabilidad de que este escenario se produzca se ha disparado en los últimos meses, según indican los principales expertos e indicadores clave. La contundencia de la Reserva Federal a la hora de subir los tipos de interés, los últimos datos económicos y, particularmente, la crisis bancaria que se ha saldado con la quiebra de Silicon Valley Bank, Signature Bank o First Republic, han provocado el miedo a un impacto en el PIB por un menor acceso a financiación.
Uno de los últimos que han dado la voz de alarma ha sido un indicador que utiliza a menudo la Reserva Federal, la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo que saldrán dentro de 18 meses frente a los actuales a tres meses. Según el cálculo de Harvey Analytics, la diferencia actual entre estos dos factores hace que la probabilidad a un año de una recesión ya se sitúe en el 99,3%.
La Fed define esta curva de tipos en uno de sus estudios llamado "El diferencial de rendimiento a corto plazo como indicador principal: Un espejo menos distorsionado". Según el documento este es realmente un indicador fiable para predecir recesiones o estancamientos económicos con un "poder predictivo sustancial" en comparación a los que están basados en letras con un plazo mayor. De hecho, el propio Jerome Powell se refirió a esta estadística como la favorita de la institución para indicar las probabilidades de una recesión en marzo de 2022 y abril de este año.
Las otras veces que el indicador ha estado por encima del 99% fueron en los años 70 y 80. En ambas ocasiones esta situación derivó en dos recesiones en el plazo de un año. La primera, durante el Gobierno de Nixon hasta la mitad del mandato de Reagan en una crisis marcada por el petróleo, una alta inflación y con un crack bursátil. En el caso de la crisis de los años 80, esta se saldó con una duración de un año y cuatro meses.
Pero no solo ha sido este indicador el que ha dado muestras de 'peligro'. Otro ejemplo de ello es la curva de la deuda de EEUU. Los bonos a dos años del gigante norteamericano son más rentables que los títulos a diez años. Esta inversión entre los dos valores es un indicador clave de que se avecina o bien una recesión o una potente desaceleración económica.
Según el último estudio de la Fed de San Francisco, la inversión de la curva solo se ha producido diez veces en los últimos años y todas, a excepción de la de 1966, predijeron una desaceleración o recesión. La situación ahora, con una diferencia de 58 puntos básicos, es la mayor inversión de la curva desde el año 1981.
Según el último informe de la Fed hay un 68% de probabilidad de recesión
Al margen de los indicadores puramente basados en los bonos, según el último informe de la Reserva Federal de Nueva York hay un 68% de probabilidades de que en los próximos doce meses se ejecute una recesión. Las posibilidades se han disparado en un solo mes teniendo en cuenta que la institución monetaria apostaba por una posibilidad del 57% en marzo.
En octubre de 2022, Estados Unidos acabó con una racha de seis meses consecutivos de contracción en el PIB, dos trimestres consecutivos que hicieron que, técnicamente, el país entrara en recesión. Sin embargo, desde diciembre de aquel año, hasta los últimos datos registrados (abril de 2023), la economía del gigante norteamericano ha avanzado siempre, aunque cada vez de forma menos holgada, pasando de un crecimiento del 3,2% hasta situarse en el 1,1%, incumpliendo las previsiones de los analistas.
Los expertos creen, en su mayoría también en la recesión, pero no todos y con una gran diferencia entre sus perspectivas. El consenso de analistas de Bloomberg, coinciden de media, en que la probabilidad de cara a los próximos 12 meses se sitúa en el 65%. Esta estadística ha ido subiendo paulatinamente a medida que las alzas de tipos de la Fed y las noticias respecto al sector financiero se iban sucediendo.
Los analistas discrepan
James Knightley, de ING, resaltaba que "los costes de endeudamiento más altos y la reducción del acceso a crédito por las tensiones bancarias significan, claramente, una mayor probabilidad de una aterrizaje forzoso para la economía de EEUU. Otros, como Goldman Sachs, a comienzos de año, afirmaban que era muy posible que Estados Unidos evitara una recesión, afirmando que tan solo veían una posibilidad del 35%.
A mediados de marzo la firma ha redoblado la apuesta y ha defendido que se mantiene en las mismas cifras. David Mericle, analista económico del banco, explicaba entonces que "tenemos una visión optimista" porque "creemos que es probable que el impacto sobre el PIB de las políticas de la Reserva Federal se desvanecerá este 2023".
Luke Bartholomew, economista jefe de Abrdn, comenta que "esperamos que la economía estadounidense entre en recesión a finales de este año". Desde la firma destacan que esta situación es un peaje obligatorio para cumplir con los objetivos de Jerome Powell porque "es necesaria para que la inflación vuelva al objetivo del 2%". Bartholomew detalla que "parecía que los tipos de interés tendrían que subir mucho más para provocar una recesión" sin embargo, "con la crisis bancaria y impacto consideramos que el entorno actual es suficientemente restrictivo para provocar una recesión". Además, desde Abren comentan que "con el nivel de sobrecalentamiento que hay en el mercado laboral creemos que la Fed está dispuesta a pagar este precio".
"Aunque la economía norteamericana puede aguantar mucho, no puede aguantarlo todo"
Según los últimos datos de Estados Unidos, el empleo aguanta de forma férrea pese a los problemas derivados del banco central y el contexto macroeconómico. Según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, la tasa de paro está en mínimos de 1969, situándose en el 3,4%. Respecto a la oferta de trabajo, los cambios aún se fraguan lentamente y, según los últimos datos de marzo, las vacantes de empleo cayeron a los 9,59 millones, su nivel más bajo desde mayo de 2021.
Volviendo a la posibilidad de una recesión, desde Schroder comentan que, con los tipos en estos niveles "pensamos que el segundo semestre habrá una recesión". A pesar de ello, matizan que "lo más probable es que sea corta y poco profunda" y que obligará a la Reserva Federal a recortar tipos en la recta final de 2023 hasta un mínimo del 3,25% (desde el 5,25% actual) a mediados de 2024.
Víctor Alvargónzalez, de Nextep Finance, comenta que, en su opinión, "la probabilidad de que EEUU entre en recesión es 'medio-alta'" y resalta que "aunque la economía norteamericana puede aguantar mucho, no puede aguantarlo todo". En ese sentido, especifica esa presión proviene de "una política monetaria restrictiva". Desde Nextep Finance remarcan que "su objetivo es precisamente enfriar el crecimiento económico se une la crisis bancaria, cuya consecuencia es una restricción del crédito que a su vez afectará al consumo y a la inversión".
Los analistas anticipan una caída del S&P 500 de entre el 10% y el 15%
A pesar de ello, Alvargonzález comenta que "salvo que la Fed decida seguir subiendo los tipos o tengamos otra oleada de quiebras bancarias, lo más probable es que de haber una recesión en EEUU sea relativamente leve, al menos con los datos económicos que tenemos actualmente". Sin embargo, el experto matiza que la recesión sería segura y muy fuerte si hubiera un "default" como consecuencia de que fracasará la negociación sobre el techo del gasto, pero lo más probable es que se alcance un acuerdo "In extremis".
La amenaza del 'default' es actualmente, un problema muy serio que atenaza a las perspectivas de la economía de la república norteamericana. El Gobierno no puede emitir más deuda sin el permiso del Congreso controlado por los republicanos, debido a que ya ha superado el límite del techo de deuda. Según señala la secretaria del Tesoro Janet Yellen, el país será incapaz de pagar sus deudas a comienzos de junio, a menos que haya un acuerdo bipartidista. En cualquier caso, las dudas hasta el último segundo ya han sucedido en el pasado y se han salvado con rebajas en la calificación crediticia del país, algo que golpearía a la nación y a sus empresas obligándolas a pagar más intereses.
Otros analistas, como Yves Bonzon, de Julius Baer, han pedido infraponderar el principal índice de Wall Street debido a este motivo. La experta comenta que "está caro y tiene malas perspectivas" debido a que "ante una mayor contracción del crédito la economía estadounidense entraría en una ligera recesión". Desde la firma suiza especifican que será suave, pero que provocará una caída de entre el 10% y el 15% en los rendimientos de la renta variable.