No importa cuán activa o cansada esté la persona. En cualquier
momento a alguien se le puede escapar un bostezo. Sobre todo si ha visto a otro
hacerlo o incluso si le hablan al respecto.
La creencia popular es que el bostezo sirve para oxigenar el cerebro, pero la
ciencia no ha podido dar con una prueba contundente que vincule este acto con
los niveles de oxígeno de la sangre.
Ahora, un grupo de investigadores liderados por el psicólogo Andrew Gallup de
la universidad de la Universidad Estatal de Nueva York, concluyó que el acto de
bostezar ayuda a enfriar el cerebro.
Existe la teoría de que los ciclos de sueño, la excitación cortical y el
estrés están asociados a los cambios de temperatura del cerebro, y que el
bostezo sirve para mantener la temperatura balanceada y a tono con el exterior.
De ser así, el bostezo debería verse afectado con los cambios de temperatura
exterior.
A partir de este principio, los científicos supusieron que el bostezo sólo
debía ocurrir dentro de un rango óptimo de temperatura.
Para probarlo, Jorg Massen y Kim Dusch de la Universidad de Viena midieron la
frecuencia del bostezo contagioso en los transeúntes de esa ciudad europea,
tanto en invierno, como en verano.
Estos resultados fueron comparados con un estudio idéntico hecho en el árido
clima de Arizona, Estados Unidos.
Temperatura ideal
A los participantes se les pidió que miraran una serie de imágenes de
personas bostezando y que comentaran sobre su comportamiento de bostezo.
Los resultados demostraron que las personas en Viena bostezaban más en verano
que en invierno. Mientras que en Arizona era en invierno cuando se producían
más.
Según los expertos, esto no se debe a las estaciones del año, ni a la
cantidad de luz en el día, sino a una franja de temperatura óptima que se
encuentra en los 20ºC.
Los bostezos contagiosos disminuyeron cuando el termómetro exterior estaba a
37ºC en Arizona o cuando bajaba la temperatura en los fríos inviernos de
Viena.
Uno de los autores, Jorg Massen, explica que este fenómeno se debe a que si
bostezar sirve para enfriar el cerebro, no es de mucho uso aspirar el aire
cuando la temperatura exterior es igual a la corporal.
Del mismo modo, no debe ser tan necesario -e incluso puede ser perjudicial-
abrir la boca cuando el aire está congelado.
Este trabajo refuerza otras investigaciones que sugieren que el mecanismo
subyacente de bostezar, tanto espontáneo como contagioso, es para regular la
temperatura del cerebro.
BBC Mundo, Salud @bbc_ciencia 07/05/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.