Muchos de nosotros hemos visto las imágenes y leído las
historias: una bella foto de un cerebro con un área iluminada y nos indican que
se descubrió algo fundamental para procesos como el miedo, desagrado o la
felicidad.
Son tantas las noticias de este estilo que es fácil pensar que se ha develado
mucho más del misterio de la mente de lo que es verdad.
La tecnología es impresionante pero uno de los métodos más populares de
escáner, el de imágenes por resonancia magnética funcional o IRMf, mide los
cambios del flujo de sangre en una región del cerebro, no las neuronas
directamente.
Los investigadores lo usan cuando quieren entender qué parte del cerebro está
involucrada en una tarea particular. Pueden colocar a la persona en un escáner y
ver cuáles áreas se activan.
Iluminando al cerebro
Lo que se infiere es que las partes que se 'encienden' son importantes para
esa tarea, pero las imágenes y la frase "encender el cerebro" puede llevar a
interpretaciones que van más allá de lo interpretado.
La neurocientífica Molly Crocket de la University College London explica que,
aunque IRMf es extremadamente útil, estamos muy lejos de poder leer la mente de
un individuo con un escáner.
"Existe la idea equivocada de que uno puede ver la información que nos dan
esas imágenes del cerebro y saber qué se está pensando o sintiendo. Ciertamente
no es el caso", le dice a la BBC.
"Lo que se ha hecho es un estudio que nos dice algo sobre el cerebro pero lo
que el público realmente quiere es dar el brinco y entender la mente".
Como ejemplo, cita un artículo del New York Times cuyo titular era "You love
your iPhone, literally" o "Usted literalmente ama a su iPhone".
En ese caso, el equipo de científicos vio que un área previamente asociada
con el amor -la ínsula- se activaba cuando los participantes en el experimento
veían videos de un iPhone timbrando.
Pero esa región también ha sido denominada como el "circuito del odio" del
cerebro y como "el centro de adicción del cerebro".
El ejemplo ilustra lo que muchos neurocientíficos saben: que una región del
cerebro puede estar involucrada en varios procesos cognitivos.
Imagíneselo de esta manera: el cerebro es como una enorme máquina procesadora
con miles de millones de neuronas. Se calcula que cada milímetro cúbico contiene
un millón de neuronas. Y, por el momento, es imposible analizar neuronas
individuales en humanos vivos.
Leyendo la mente
Sin embargo, cuando la información de las áreas activas se "descodifica", los
patrones arrojan algunos resultados interesantes.
Un equipo en la Universidad de California, Berkeley, EE.UU., preparó a los
voluntarios del estudio con cortos de video, los colocaron en un escáner y
tradujeron las señales eléctricas cerebrales a cortos de video. Esos últimos
resultaron similares a los que acababan de presentarles.
clic Usted puede ver los videos aquí.
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Sin embargo, Jack Gallant, el autor del trabajo, admite que él no "lee la
mente", pues realmente no sabe qué es "la mente".
"No obstante, puedo 'leer el cerebro' un poco, lo que significa sencillamente
el proceso de decodificar la información que puede ser recuperada con medidas de
actividad cerebral".
"Se trata de un proceso en teoría sencillo, pero cualquier lectura de los
resultados inevitablemente será limitada por la calidad de la medición de la
actividad cerebral y de los modelos computacionales del cerebro y los recursos
de las computadoras".
Martin Dresler, del Instituto de Psiquiatría Max Plank en Alemania, hizo un
estudio similar para demostrar que un escáner del cerebro se podía traducir en
acciones simples a partir de un sueño del participante, en ese caso, el
movimiento de una mano. Sus participantes eran sólo soñadores lúcidos, pues
tenían que ser capaces de controlar sus propios sueños.
Y otro estudio más reciente logró reconstruir rostros a partir de la
actividad cerebral.
Midiendo la consciencia
Ampliándolo más, otros investigadores dicen que los escáneres también son una
herramienta útil para entender a la consciencia.
Un estudio publicado el mes pasado en la revista especializada The Lancet
encontró que las imágenes del cerebro ayudaban a predecir la probabilidad de que
un paciente recupere la consciencia.
Srivas Chennu, de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, dice que nuestra
comprensión de la consciencia ha avanzado significativamente en las últimas dos
décadas "como un fenómeno que emerge de las redes de regiones que interactúan en
el cerebro".
El científico utiliza ese tipo de imágenes del cerebro para mostrar cómo son
afectadas esas redes cuando hay casos de estados alterados de consciencia, como
después de una lesión cerebral o sedación.
"Estos avances auguran una comprensión y medición completa de los fundamentos
neurales de la consciencia en las próximas décadas", opina Chennu.
"Me alegra notar una tendencia en la neurociencia en la que estamos tratando
de dejar atrás el reconocimiento de regiones, en el cual observamos porciones de
cerebro 'encendidas', para ir hacia una perspectiva más sofisticada, al menos en
el campo de la consciencia", añade.
Es claro que se está progresando rápidamente en ese campo pero Dresler hace
hincapié en que si bien ciertos experimentos pueden empezar a interpretar
patrones de pensamiento visualmente, eso sólo es posible con participantes
voluntarios tras varias horas de preparación.
"La dificultad más grande es que cada cerebro es distinto y uno no puede
inferir métodos en algoritmos que funcionan para un cerebro en otro sin
problema".
Y es apenas una "forma muy rudimentaria de leer la mente, si se le puede
llamar así", agrega.
Así que, aunque ahora es posible ver patrones de pensamiento en escáneres
cuidadosamente controlados, poder leer pensamientos y emociones específicos y
detallados con sólo esas imágenes sigue siendo una realidad sólo en el reino de
la ciencia ficción.
Midiéndo la actividad de las neuronas
Lo que los investigadores realmente quieren hacer es medir la actividad
neural directamente, dice Matt Wall, del centro Imanova para imágenes del
cerebro.
Pero IRMf no hace eso sino que los escáneres registran pequeños cambios en la
oxigenación de la sangre en regiones.
"La señal que se recibe de cada región es el agregado de todas esas
neuronas".
Una técnica que sí mide la actividad eléctrica de las neuronas es la
electroencefalografía, pero es algo problemática pues se hace poniendo
electrodos en el cuero cabelludo, lejos de las neuronas que se miden.
"Es como tratar de escuchar una discusión que está ocurriendo en el
apartamento de al lado y las paredes son gruesas", explica Wall.
Melissa Hogenboom BBC Última actualización: Sábado, 10 de mayo de 2014
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