miércoles, 29 de octubre de 2025

Los dos gigantes del petróleo ruso sancionado se 'pican' entre ellos y la factura de la pelea la paga Moscú

 

Vladimir Putin, presidente de Rusia. Foto: Reuters

  • Los dos mayores vendedores se habrían acusado mutuamente ante las autoridades de Occidente
  • La rivalidad de ambos grupos empresariales genera pérdidas milmillonarias para Rusia
  • Esta pelea se suma a los problemas que ya está sufriendo Rusia por las sanciones


En un momento muy delicado para la economía rusa, con varios frentes abiertos derivados de los esfuerzos económicos que está haciendo el país para mantener la Guerra de Ucrania, la rivalidad entre las dos empresas de confianza de Moscú para colocar su petróleo sancionado en el mercado le está saliendo cara a Rusia. La agencia Bloomberg ha tenido acceso a documentos que prueban cómo los dos rivales, uno dirigido por Murtaza Lakhani, y otro por los empresarios azeríes Etibar Eyyub y Tahir Garayev, se están señalando mutuamente para intentar que Occidente centre sus sanciones a su rival. Y en medio, Rosneft, la petrolera estatal rusa, está teniendo que pagar la factura de su juego de tronos.

Los problemas se amontonan para Rusia. El petróleo y la energía han sido el pilar sobre el que se ha sostenido el esfuerzo de guerra en Ucrania, y ahora, después de las nuevas sanciones de Estados Unidos que pretenden frenar en seco las importaciones de India de petróleo ruso, y de que China detenga las compras, se está haciendo patente que Moscú tiene un problema que le está costando caro por un conflicto entre los dos grupos que se han encargado, durante años, de colocar su petróleo sancionado en los mercados internacionales.

Según una investigación llevada a cabo por la agencia Bloomberg, los dos encargados de haber vendido el petróleo del país en los últimos años han sido el empresario Murtaza Lakhani, por un lado, y por otro, los azeríes Etibar Eyyub y Tahir Garayev. Ellos han sido quienes han hecho negocio con el petróleo de Moscú, y ahora se están enfrentando, intentando mutuamente que Occidente centre sus sanciones a su rival, algo que ha forzado a Rusia a rascarse los bolsillos.

Según explica la agencia, a pesar de que los señalados lo niegan, ambas partes han sido los responsables de mover prácticamente todo el petróleo ruso sancionado desde que empezó la Guerra de Ucrania. Ahora su enfrentamiento ha terminado costando varios miles de millones de dólares a Rusia, en un momento muy delicado para la economía del país.

Quién es quién en el juego de tronos

Los dos grupos enfrentados tienen una larga relación con Rusia, y están en el punto de mira de Occidente por su labor moviendo el crudo sancionado. Los dos empresarios azeríes, Eyyub y Garayeb, lo hacen a través de la empresa 2Rivers. Esta compañía, creada en 2010 bajo el nombre de Coral Energy Group, se dedicó durante años, entre otras cosas, a vender petróleo ruso en los mercados. La firma de trading cambió de nombre en 2022, a raíz de la Guerra de Ucrania, y se convirtió en 2Rivers, cambiando su sede de Ginebra a Dubái.

Es a través de ella como los dos empresarios han conseguido burlar durante años las sanciones, según Bloomberg, para seguir vendiendo el petróleo en el mercado.

Su rival en este negocio ha sido Murtaza Ali Lakhani, un empresario pakistaní que tiene la ciudadanía británica y canadiense, y que también niega toda acusación de haberse dedicado a vender el petróleo sancionado. Lakhani, sin embargo, tiene un largo historial de haberse dedicado en el pasado a negocios similares, como, por ejemplo, haber ayudado a Saddam Hussein en la década de los 90 a saltarse el embargo de petróleo iraquí.

No es el único cliente que ha tenido: según la revista británica Business Matters, el historial de Lakhani en este negocio es largo, y la relación con Rosneft e Igor Sechin, uno de los hombres de mayor confianza de Vladimir Putin, es muy estrecha, algo que también comparte con sus rivales Eyyub y Garayeb.

Lakhani habría canalizado sus negocios a través de una red de empresas creadas desde el comienzo de la invasión a gran escala, en 2022. Compañías, muchas de ellas con sede en Emiratos Árabes Unidos, creadas para seguir negociando con grandes compradores del petróleo ruso, como India y China. Lakhani, por su parte, niega todas estas acusaciones.

La pelea de los dos vendedores de crudo 'ilegal' salpica a Rusia

La historia de la rivalidad entre los dos grandes comerciantes de petróleo sancionado empieza en la guerra de Ucrania. Durante dos años, Lakhani comerció con el petróleo ruso sin ser sancionado, hasta que, en enero de 2024, Estados Unidos impuso sanciones a 13 barcos del magnate. En aquel momento, explica la agencia, Eyyub y Garayeb empezaron a aumentar rápidamente su negocio de venta de petróleo ruso y se convirtieron en una amenaza para los intereses del pakistaní.

Esta sanción pudo haber tenido algo que ver con el hecho de que los dos empresarios, a través de su empresa, el año pasado acudieron a una compañía dedicada al lobby del mercado de materias primas, con el objetivo de advertir a las autoridades de Estados Unidos y de Europa de las operaciones de sus rivales, entre los que se encontraba Lakhani, explica Bloomberg.

Según las fuentes de la agencia, y documentos a los que ha tenido acceso, poco a poco los azeríes se hicieron con el control de este negocio tras las sanciones al pakistaní, pero las autoridades occidentales también han terminado poniéndolos en el punto de mira. En julio de este año, la Agencia Nacional de Crimen de Reino Unido ha puesto los dos nombres en "alerta roja", algo que, señala Bloomberg, supone una advertencia para los bancos y cualquier compañía que comercie con ellos, para que revisen su exposición a sus negocios con la red de estos empresarios. Según destacó esta agencia británica en 2024, la red empresarial de los dos azeríes gestionó "más petróleo de Rosneft que ninguna otra entidad" durante ese ejercicio.

Después de esta advertencia contra los azeríes, las fuentes de Bloomberg aseguran que Lakhani ha vuelto a entrar en la pelea, y que ahora es el intermediario clave del petróleo, a través de sus operaciones en Dubái. Esto, según estas mismas fuentes, habría irritado a sus dos rivales que, en los últimos meses, han aumentado su ofensiva contra Lakhani, lo cual es ahora un problema añadido para Igor Sechin y Rosneft.

De este modo, los intereses de Rusia se están viendo perjudicados por la rivalidad de sus dos grandes socios en el mercado del petróleo. Según la agencia, Moscú estaría perdiendo miles de millones de dólares por la atención que ha atraído esta pelea. El escrutinio de Occidente, alentado por la guía de los dos rivales, en ambos sentidos, complica las operaciones, ya que encarece el coste de hacer negocio con bancos occidentales, aseguradoras y empresas de servicios financieros, que evitan tener contacto con estas firmas para no ser objetivo de multas por saltarse la prohibición que se ha impuesto de hacer negocio con ellos.

Rusia ha tenido que afrontar costes más altos, por tener que buscar rutas alternativas de envío, y por verse obligada a reducir el precio que cobran por cada barril de petróleo, según la agencia. "Estas disputas exponen cómo de frágil es el sistema que usa Rusia para evitar las sanciones", explica Tatiana Mitrova, analista del Centro de Energía Global de la Universidad de Columbia. "El Kremlin depende de un pequeño grupo de intermediarios opacos para mover su petróleo y conseguir los ingresos. Cuando han empezado a pelear entre ellos, amenazan miles de millones de ingresos, y pone de manifiesto el poco control que tiene Moscú sobre estas redes comerciales", señala Mitrova.


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