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La botella de anís de Juan Gris
Si siempre ha querido saber cómo es de cerca la Venus de Botticelli o qué pone en la botella de anís de Juan Gris, hoy es su día de suerte.
Google presentó ayer en el museo londinense Tate Britain una de las iniciativas más ambiciosas del mundo del arte en los últimos años. El denominado Proyecto Artístico (www.googleartproject.com) permite contemplar en Internet las mejores obras de 17 de las grandes pinacotecas del mundo con un detalle hasta ahora reservado sólo a los expertos del mundo del arte. Entre los museos que participan en esta iniciativa están los españoles Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza, además del MoMA de Nueva York, la National Gallery de Londres y el Hermitage de San Petersburgo.
Google ha pasado un año y medio fotografiando más de mil obras que ya pueden verse en la página web de proyecto. En 17 de los cuadros –uno por museo– se ha utilizado la técnica del megapíxel, que incorpora imágenes de alta resolución de hasta 7.000 millones de píxeles. Esto equivale a observar las cosas con un nivel de detalle cien veces superior a lo que se obtendría con una cámara fotográfica tradicional. La tecnología original es de la empresa española Madpixel.
Algunas de las obras que pueden verse con esta tecnología son La botella de anís del mono, de Juan Gris, propiedad del Reina Sofía, y Joven caballero con paisaje, de Vittore Carpaccio, que cuelga en las salas del Thyssen. Gracias al potente zoom que incorpora el sistema, es posible apreciar todos los detalles de las obras que en muchos casos resultan imperceptibles en una visita al museo.
En el lienzo de Carpaccio, por ejemplo, se puede ver la inscripción que cuelga del árbol, a la derecha de la figura, donde el autor puso su nombre y la fecha. Y en El nacimiento de Venus, que pertenece a la Galería de los Uffizi, uno descubre las pecas que pueblan la cara de la joven protagonista del cuadro.
La iniciativa de Google también ofrece la posibilidad de recorrer virtualmente las salas de los museos que participan en el proyecto, gracias a la tecnología Street View, la misma que permite recorrer las calles de cualquier ciudad del mundo y que tantos problemas ha dado al buscador por atentar contra la intimidad de los ciudadanos. En el caso de los museos, no hay problema. Las grabaciones se hicieron fuera del horario en que están abiertos al público.
El Museo del Prado no ha querido entrar, de momento, en el proyecto, “aunque es un buen colaborador y quizás lo haga en el futuro”, explicaron fuentes de Google durante la presentación. También hay ausencias sonadas, como el Museo Británico y el Louvre.
El coste del proyecto ha sido desembolsado íntegramente por Google, que no quiso desvelar la inversión. Para los museos no ha habido ningún coste. Además, el buscador se ha comprometido a no obtener beneficio comercial del proyecto, más allá de los millones de clics que registrarán sus visitantes.
Los museos esperan obtener con este acuerdo un mayor número de visitas a sus páginas web y también un aumento de los visitantes físicos. “El proyecto añadirá interés y visitantes al museo, estoy convencido”, explicaba ayer en Londres el director del Thyssen, Miguel Ángel Recio, que ha incluido 28 obras del museo en el proyecto de Google. El Thyssen recibió el año pasado 821.000 visitantes y registró dos millones de visitas a su página web.
El proyecto de colgar las obras de arte en la Red ha nacido de la iniciativa de Google Proyecto 20%, por el que los empleados de la compañía pueden dedicar una quinta parte de su tiempo a proyectos diferentes a su trabajo diario. En este caso, cuatro amantes del arte –entre ellos la española Clara Rivera, que trabaja en San Francisco– presentaron la iniciativa que 18 meses después ha visto la luz.
Por Amparo Polo LONDRES from Expansion.com 01/02/2011
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