Como Alice Louis Walton,
aquí me tenéis en mi hotel favorito de Nueva York,
el Gramercy Park Hotel
Ajenas a la crisis, las mujeres que encabezan el ranking de las más millonarias buscan descanso en los lugares más paradisíacos del planeta, desde las islas Fiyi a Salvador de Bahía.
Las mujeres más ricas del mundo rondan uniendo su fortuna, los 80.000 millones de euros Y, sin problemas de presupuesto, pueden organizar sus vacaciones a su antojo en cualquier lugar del mundo. Desde esquiar en Whistler, Canadá, hasta disfrutar de las exclusivas playas de Mystique o los Hampton. Acostumbradas a tener casas que son como hoteles privados, las billonarias buscan algo diferente en sus días de asueto.
Uno de los resorts favoritos de este selecto grupo es el Wakaya Club en Fiyi, donde Nicole Kidman pasó su luna de miel. Una isla privada que acoge solo a veinte personas a un tiempo. Los clientes pueden estar en una de las nueve «bures» (las cabañas típicas de la isla) o en Vale O, una casa de 3.567 metros cuadrados dividida en tres pabellones que incluye chófer y chef. Las «bures» están rodeadas de jardines tropicales y cada una tiene su propia playa privada. El precio mínimo por noche es de 1.200 dólares (unos 860 euros). Es uno de los resorts favoritos de Abigail Johnson, la séptima mujer más rica del mundo, heredera de un imperio en seguros.
Curiosamente, la mujer más rica del mundo, Alice Louis Walton, una de las dueñas de la cadena de supermercados Wal-Mart, prefiere escaparse a Nueva York y alojarse en el hotel Gramercy Park, o a Barbados, en el hotel Pink Beach & Cottages: 25 cottages sobre playas de coral rosa. Allí mismo tiene una casa el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. El precio por noche es de 1.100 dólares por noche.
Una billonaria en España
A su casa en Formentor, en la isla de Mallorca, se escapa de sus problemas la mujer más rica de Europa, Lilianne Bettencourt, dueña del imperio de cosméticos L’Oréal. Con una fortuna valorada en 17.000 millones de euros, Lilianne lleva varios años enfrentada a su familia, así que no le queda más remedio que viajar con su mejor amiga, Sonja Zuckerman, a su mansión en la isla española.
Birgit Rousing, heredera del inventor del tetrabrik, es sueca pero reside en Londres por aquello de evadir impuestos en su país. Emigrante por decisión propia, esta billonaria regresa a su casa en Estocolmo para sus vacaciones, una mansión donde disfruta con su familia de los deportes ecuestres, de los que son grandes aficionados.
A sus 60 años, Savitri Jindal es la mujer más rica de la India. Dedicada por completo a sus hijos, a su trabajo y sus causas filantrópicas, Savitri no se permite vacaciones y todos sus viajes los realiza dentro de su país.
Mucho más excéntrica es Susane Klatten, la mujer más poderosa y adinerada de Alemania. Famosa por el escándalo que vivió hace cuatro años, cuando un gigoló sueco trató de chantajearla, Susane heredó de su padre un imperio farmacéutico que ella ha sabido multiplicar. Sus vacaciones las pasa en el sur de Francia, en el hotel Du Cap en Cannes o en St. Tropez o a bordo de un yate.
La más rica de Suramérica, Iris Fontbona, heredó hace cuatro años una fortuna tras la muerte de su marido, Andronico Luksic. De ella se conoce muy poco, aunque viaja con frecuencia a Nueva York y Los Ángeles donde junto a sus hijos alquila una mansión en las colinas de Malibú. Jaqueline Mars, cabeza del imperio de golosinas Mars, es famosa por su tacañería, aunque pasa sus vacaciones en su mansión de Los Hampton, en el norte de Nueva York, uno de los enclaves más exclusivos del mundo.
Anne Cox Chambers, otra de las más importantes fortunas de
EE.UU., dueña de un imperio mediático, disfruta con su familia de sus escapadas al hotel Meado-wood, en el Valle de Napa, donde también pasan sus vacaciones la familia real de Kuwait y Rania de Jordania. Un maravilloso enclave en mitad de la montaña donde se pueden practicar deportes ecuestres, disfrutar de los mejores vinos del mundo y de la cocina del chef francés Christopher Kostow. La última de esta lista es Charlene de Carvalho-Heineken, la heredera de la famosa fábrica de cerveza holandesa. Charlene reside con su marido y sus cinco hijos en Londres, pero pasa sus veranos en Brasil visitando a la familia Carvalho. Su hotel favorito es el Convento Pestana do Carmo, en Salvador de Bahía, considerado uno de los mejores del mundo.
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