Foto por SPL from BBC.co.uk
Los bancos en América Latina han logrado solidez y estabilidad -pudiendo sobrellevar la crisis financiera global de 2008 y 2009- pero es poco lo que han hecho por el consumidor en cuestión de préstamos para la pequeña y mediana empresa y, especialmente, hipotecas para la vivienda.
Esa es la evaluación central que hizo el Banco Mundial (BM)en un informe sobre la región presentado este martes desde la Universidad de Columbia, Nueva York, por un panel de expertos del BM y esa institución académica.
El estudio Desarrollo Financiero en América Latina y el Caribe: el camino adelante arguye que el sector financiero tiene la oportunidad de expandir sus actividades en nuevas direcciones de manera sostenible para fomentar el crecimiento económico en una política de inclusión financiera.
El peligro, sin embargo, es que se genere una burbuja como la que afectó -y sigue afectando- a los países industrializados.
Escasez de servicios
Aunque el clima económico mundial atraviesa un período de volatilidad, los bancos en América Latina están fuertes, muchos más solventes que otros en Estados Unidos y Europa debido a las políticas de control sobre estas instituciones durante la década pasada.
Sin embargo, señala el informe del BM, esa estabilidad y fortaleza no se han traducido en nuevos servicios financieros para los consumidores en la región, como sucede en otras partes del mundo.
Todo lo contrario: "los bancos prestan poco y cobran mucho, financian de manera desproporcionada el consumo individual sobre la producción empresarial y son tacaños a la hora de otorgar hipotecas", afirma el Banco Mundial en un comunicado.
El crédito al consumo ha crecido de manera acelerada en la región pues los bancos ganan mucho con las tarjetas de crédito. Son préstamos a corto plazo con intereses muy altos.
Lo que no se ha desarrollado son los préstamos sustanciales de financiamiento firme a largo plazo para vivienda y el sector productivo.
"El gran reto de América Latina en el área financiera es apoyar una clase media que está creciendo", comentó a BBC Mundo Claudio Loser, exdirector para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) y presidente de una consultora independiente en Washington.
"Más de la mitad de la población es una clase media que aspira a tener una vivienda, mejor educación para sus hijos y otros tipos de bienes importantes", añadió.
Reformas
El problema está en cómo canalizar los robustos estados financieros de los bancos hacia la producción de una manera más eficiente.
Augusto de la Torre, director para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, explica que se requiere de reformas institucionales profundas, en particular las que tienen que ver con los marcos contractuales.
"Las inversiones a largo plazo como hipotecas, préstamos a las pequeñas y medianas empresas, financiamiento de la educación y ahorros para la vejez son instrumentos financieros difíciles de desarrollar", indicó de la Torre. "Es ahí donde la región tiene limitaciones".
"Para que un acreedor esté dispuesto a dar un préstamo por diez años a una empresa, ese acreedor necesita tranquilidad de que ese contrato puede ser ejecutado", dijo el funcionario a BBC Mundo.
Claudio Loser coincide en que los bancos tienen temor de prestar a largo plazo y no quieren correr un riesgo con los consumidores que es muy alto.
"Viven confortablemente en sus nidos, prestándole al gobierno y a las empresas las empresas grandes pero no al consumidor", continúa Loser.
Según el consultor financiero se necesita un sistema que le dé a las entidades bancarias seguridad y garantías para permitir que hagan los préstamos, sobre todo en el área hipotecaria donde no se ha facilitado el acceso a una vivienda mejor.
Temor a la burbuja
Para eso hay que involucrar al sector público en la formulación de contratos que requieren una institucionalidad más moderna y eso no es sencillo, dice Augusto de la Torre del Banco Mundial
"En caso de que el deudor no pueda pagar tiene que haber sistemas relativamente ágiles y bien manejados para que el colateral pueda ser reposeído y reutilizado en la actividad económica", expresó.
También afirma que como los préstamos hipotecarios son a muy largo plazo, 15 a 30 años, se necesitan ofrecer tasas de interés más estables y hasta fijas. "Eso requiere de una sofisticación del sistema financiero difícil de desarrollar" pues los bancos tiene inversionistas que quiere tener acceso a sus fondos a corto plazo y sería difícil comprometer esos dineros.
Por otra parte está el peligro que se desarrolle una burbuja como la que afectó el mercado inmobiliario en Estados Unidos.
Esta se dio porque la industria de las hipotecas en ese país distorsionó los incentivos, manifestó de la Torre. "La entidad que originaba los préstamos no se quedaba con ninguna parte del riesgo y no había motivo para ser prudentes".
En ese sentido, el alto funcionario del BM asegura que América Latina ha dado pasos firmes mediante regulaciones conservadoras que requieren que el originador del préstamo tenga y asuma parte del riesgo.
También se ofrece protección adicional al no permitir que el préstamo exceda cierto porcentaje del valor del inmueble.
Pero para vencer la aversión que tienen los bancos a los préstamos a largo plazo Augusto de la Torre sugiere que otros agentes que sí estén dispuestos a tomarlos deben entrar en juego.
Estos pueden ser los fondos de pensiones, rentas vitalicias, seguros de vida y otros productos financieros done la región ha sido líder entre los países emergentes.
"Se requieren políticas innovadoras", insistió de la Torre. "El costo de no hacerlo es menor crecimiento".
Aunque los bancos de América Latina están más robustos y estables, dice, si no se hacen progresos desde el lado financiero va a haber menos progreso, menos expansión.
"Es a través de estos que las economías generan riqueza que puede ser utilizada para la prosperidad general", concluyó.
Por William Márquez from BBC Mundo, Washington 30 de noviembre de 2011
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