viernes, 16 de septiembre de 2022

China pierde peso como motor del comercio mundial y el sur toma la delantera



Un avión de DHL. (EFE/Jerome Favre)


Los intercambios no solo han resistido al golpe de la pandemia, sino que aumentarán este año y el siguiente a un ritmo superior al de la última década, a pesar de la guerra en Ucrania




El comercio mundial se ha recuperado del golpe del coronavirus y seguirá creciendo a pesar de la guerra en Ucrania, pero China ya no tira del carro como antes. Pese a ser el país que más aportará al crecimiento de los intercambios en el próximo lustro, su incidencia en este proceso se reducirá a la mitad. En su lugar, los países del Sur toman la delantera, en un cambio de paradigma respecto a lo que había acontecido desde el inicio de este siglo.

La entrada del gigante asiático en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001 revolucionó el mapa económico global, pero el modelo que ha convertido a Pekín en el rey de las exportaciones empieza a dar síntomas de agotamiento. Así se deduce del 'Atlas de crecimiento del comercio en 2022', editado por la multinacional alemana DHL, la mayor empresa logística del mundo. Un dato sirve para resumir lo que va a ocurrir en los próximos cinco años: China pasará de aportar el 25% del crecimiento del comercio mundial a ser el responsable de 'solo' el 13% del mismo. Es decir, su incidencia se reduce a la mitad.

El extenso informe, para el que se han utilizado datos de un millón de intercambios entre países, quita importancia al repunte del peso del gigante asiático durante la pandemia, que se debería a factores coyunturales, e incide en la "nueva geografía" que liderará el futuro. Aunque el gran tamaño de China hace que continúe siendo el motor del comercio en términos absolutos, lo cierto es que ya no es de los países que más crece. Es más, cae a la parte baja de la tabla para el periodo 2021-2026, en el puesto 104 de 173 países, cuando durante el quinquenio anterior ocupaba la posición 18. Sus intercambios aumentarán a un ritmo anual del 4%, solo un punto más que los de España.

El informe describe cómo la economía china ha ido 'madurando' desde el crecimiento desmesurado impulsado por el comercio hacia un modelo más basado en la demanda interna, que acerca su homologación a Europa y a las naciones más desarrolladas. Si en 2006 las importaciones suponían el 28% del PIB del país y las exportaciones el 36%, en 2020 estas cifras se redujeron hasta el 16% y el 19%, respectivamente. El declive del China como motor de las transacciones globales de bienes y servicios ha ido en paralelo al estancamiento del impulso de los países emergentes durante la última década: siguen representando en torno al 40% del comercio mundial, igual que hace 10 años.

Sin embargo, dentro de este bloque se producen dos fenómenos imparables. El primero es el cambio de liderazgo. En ese giro al sur, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean) ha desplazado a la propia China como la región del mundo en la que más crecerán las exportaciones. Si hablamos de países individuales, Vietnam, Filipinas y la India despuntan como los nuevos motores. Además, entre los que más crecerán durante el próximo lustro en términos porcentuales se encuentran cinco países africanos y tres caribeños.

Pero estas naciones necesitan el impulso China. Y esta es la gran paradoja que arroja el informe: pese a que el país asiático pierde protagonismo, sus relaciones comerciales con otros Estados explican la mitad del crecimiento de los intercambios en el bloque de los emergentes. No hay nada más que ver las detalladas fichas que ofrece el documento, en las que Pekín aparece (casi) siempre como el principal socio comercial de los países que más crecen. Pese a ello, el mayor músculo continúa estando en Occidente: Europa y Norteamérica representarán el 47% del incremento del comercio mundial entre 2021 y 2026.

El segundo fenómeno es el cambio en el rol que juegan las economías en desarrollo. Hasta hace muy poco, sus flujos se caracterizaban por la exportación de materias primas al llamado primer mundo y la importación de productos elaborados, siguiendo una lógica que algunos economistas han descrito como colonial. Nada más lejos de la realidad actual. "El 'mix' de productos negociados entre las economías avanzadas y las emergentes ha cambiado. Estas son cada vez más importantes importadoras de materias primas y exportadoras de sofisticados bienes de capital, intermedios y de consumo", destaca el informe, que pone como ejemplo las inversiones en conectividad e innovación, y hasta el establecimiento de sedes de grandes multinacionales en estas latitudes.

China ha sido vanguardia de ese cambio, que prioriza la calidad a la cantidad. Pero la mayor transformación la ha experimentado el África Subsahariana. La región con mayor dinamismo demográfico del mundo fue la única que vio caer sus exportaciones durante el quinquenio anterior; para el próximo, en cambio, se prevé que las ventas al exterior crezcan a un rimo anual del 4,4%, solo por detrás del sur y el sudeste asiático. En esta estadística, por cierto, Europa (3,3%) se encuentra a la cola, pero solo una décima por detrás de China.

Los intercambios comerciales ya están un 10% por encima de los niveles previos a la pandemia

El imparable crecimiento del comercio electrónico durante la pandemia está permitiendo a los países emergentes expandirse hacia nuevos mercados, y ha hecho que la economía global haya resistido mucho mejor el golpe del coronavirus: los intercambios ya están un 10% por encima de los niveles previos al estallido del covid-19. "Es la recuperación más rápida de la historia", ha enfatizado Steven Altman, profesor de la NYU Stern que ha coordinado el documento, durante una presentación a los medios este jueves en Bruselas.

El mensaje de DHL es optimista. Según su estimación, basada en los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), las transacciones de bienes y servicios en el ámbito global crecerán este año y el que viene a un ritmo superior a la media de la última década, a pesar de la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania. En ese sentido, Altman ha explicado que el impacto del conflicto será muy inferior al de la crisis sanitaria. El CEO de DHL Express, John Pearson, ha avalado ese vaticinio, aunque ha apuntado a la inflación y la política de covid cero de China como las principales amenazas para en el corto plazo.

Pese a todo, "las previsiones son sorprendentemente positivas", destaca el informe. Y concluye rebatiendo a quienes aventuraban un repliegue de la economía mundial hacia los viejos Estados: "El comercio internacional ha desafiado las previsiones que indicaban que el covid-19 supondría el fin de la globalización".




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15/09/2022 - 11:00 Actualizado: 15/09/2022 - 18:26
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