Ian Kershaw junto a su nueva obra en Madrid. Foto: Julio Martín Alarcón
El célebre historiador británico experto en nazismo examina la importancia individual de los líderes que forjaron la historia del siglo XX, incluidos Franco y Gorbachov, y analiza para El Confidencial el momento actual
"Si Rusia no hubiera salido tocada del desastroso impacto de la Primera Guerra Mundial, seguramente Lenin habría seguido siendo un teórico exiliado y no un activista de la revolución. Sin el calamitoso efecto de la Primera Guerra Mundial, no habríamos oído hablar de Hitler. Si no se hubiera visto empujado al liderazgo político debido a la Guerra Civil Española, Franco habría seguido siendo simplemente una figura militar destacada..." Algunas de las conjeturas de la nueva obra de Ian Kershaw 'Personalidad y Poder. Forjadores y destructores de la Europa moderna' (Crítica) arruinarían la fantasía de montarse en un Delorean para viajar al pasado y regresar al futuro, como en la película de Robert Zemeckis ¿Para qué viajar al pasado y eliminar por ejemplo a Lenin o a Hitler, si fueron las circunstancias las que le pusieron en el poder?
Podría parecer contradictorio examinar entonces las figuras clave que cambiaron la historia. La realidad que aborda Kershaw en 'Personalidad y Poder' determina que la historia sin ellos hubiera sido totalmente distinta, a pesar de los condicionantes que les situaron en la posición clave. Aunque para el historiador británico, la Segunda Guerra Mundial no se debió exclusivamente a Adolf Hitler, la Solución Final, sin él, no habría existido nunca. Cualquier política ficción o ucronía tiende a deformar el debate histórico, pero Kershaw se propone oponer al materialismo histórico el estudio de las personalidades que por sí mismas cambiaron el curso de la Historia, aún cuando el contexto fuera clave para que surgieran. Lo que denomina "determinantes impersonales".
En su lista de destrucción y forja pesa casi más la primera como fuerza negativa: así, las dos guerras mundiales, más la contienda en España, fueron los vectores claves para crear los liderazgos del siglo XX. ¿Qué implica? Que en cierta medida fueron los tiranos Hitler, Stalin, Mussolini... y los conservadores con tendencias autocráticas: Churchill, De Gaulle, Thatcher, quienes destruyeron y forjaron Europa. No hay espacio para los socialdemócratas y liberales: "Hubiera sido más difícil de justificar su peso en el cambio histórico", como explica a El Confidencial. Hay algunos escollos. Sigueindo su tesis, ni Lenin ni el marxismo fueron la causa del auge del nazismo —como pretendió polémicamente el historiador alemán Ernst Nolte a mitad de los 80— pero sin embargo, según Kershaw, la personalidad política clave de la Europa del siglo XXI, Vladimir Putin, fue fruto de Gorbachov, mientras que la Guerra de Ucrania ha condicinado a su vez el legado de la otra gran figura europea, la ex canciller de Alemania Angela Merkel...
PREGUNTA: Plantea la cuestión ineludible de los cambios sociales, las crisis y las convulsiones como motor de la historia, entonces, aunque con matices, ¿se hubieran desarrollado acontecimientos de forma similar sin la aparición de estos líderes? Un ejemplo en su libro es que la Segunda Guerra Mundial no dependió exclusivamente de Adolf Hitler...
RESPUESTA: Lo que sostengo es que estas personalidades sí que cambiaron la historia, pero básicamente bajo esas condiciones específicas. Sin Lenin, Stalin o Hitler las cosas habrían sido muy diferentes. Sin embargo, sí se produjeron cambios a lo largo de la Historia que no fueron fruto de decisiones individuales en la cúspide. Por poner un ejemplo, el auge del feminismo, pero si elimináramis a uno solo de estos personajes habria sido diferente. ¿Cómo de diferente? Imposible de responder. Respecto a la Segunda Guerra Mundial, lo que intento dejar claro es que la explicación es mucho más compleja que aceptar simplemente que fue Hitler el causante o inncluso el detonante. Puede que hubiera seguido habiendo una guerra, pero habría sido totalmente diferente. Lo mismo ocurre respecto al antisemitismo en Alemania: habría seguido existiendo con cualquier otro líder que no fuera Hitler, pero casi seguro que no hubiera llegado a algo como la Solución Final.
P: En 'Personalidad y Poder' la selección de líderes está claramente relacionada con las dictaduras, pero en la segunda mitad del XX los cambios de Europa en las democracias se asocian también a figuras conservadoras con tendencias autocráticas —a excepción de Kohl— y, en otro contexto, Gorbachov, la impensable figura que acabó con la URSS sin derramamiento de sangre. ¿Quiere decir que los socialdemócratas fueron menos relevantes?
R: Podría haber hecho una selección diferente de líderes. De hecho, no hay muchos socialdemócratas en el siglo XX al tratarse fundamentalmente de la primera mitad. En la segunda cambia, pero habría sido a la fuerza otro libro. No creo que se pueda contraponer en cambio que los doce dirigentes que he seleccionado fueran muy importantes a la hora de dictar la historia. Habría sido más difícil en la mayoría de los casos justificar que socialdemócratas como Willy Brandt o Françoise Mitterrand forjaron la historia de Europa. Por desgracia, los líderes que influyeron más significativamente en el siglo XX fueron terribles tiranos.
P: El caso de Gorbachov y de Kohl son especialmente significativos, según explica. Gorbachov, a diferencia del resto, planteó por sí solo las reformas sin que hubiera una idea parecida entonces y Kohl, en cambio, se encumbró al reaccionar precisamente ante la situación creada por el ruso.
R: Es verdad en parte, Gorbachov tuvo un papel más personal, pero en cualquier caso la Unión Soviética en los años 80, aunque no estaba en una crisis tan aparente y clara para el resto, sí tenía graves problemas que requerían una figura como Gorbachov —o cualquier otro político del apparatchik— para poder revitalizar el estado de la nación. Gorbachov llegó a la cúspide del PCUS en un momento en el que los problemas económicos de la Unión Soviética se volvieron más serios debido la carrera armamentística, que venía escalando desde las décadas anteriores, y había una necesidad creciente de un cambio de fórmula en un periodo muy corto. Se desafió a sí mismo y de repente se dio cuenta que sus decisiones arrastraban a una espiral de cambios vertiginosos y dramáticos que resultaron nada menos que en el colapso del sistem. Él mismo quedó atrapado en esa espiral, que no pudo controlar.
"Putin es indudablemente una consecuencia de del legado Gorbachov y el caos que siguió después"
Helmut Kohl fue también muy importante en cuanto a la consolidación de la UE y en temas tan cruciales como la creación del euro, la moneda única, pero en cualquier caso supuso, además, un contraste con las otras figuras en muchos aspectos. Las elegías posteriores que remarcaban que fue un gran líder demuestran la relevancia de la situación, porque Kohl jamás habría sido descrito en esos términos antes de la reunificación alemana, que se debió a las políticas de Gorbachov que llevaron a la caída del muro.
P: Eso nos lleva de nuevo a la cuestión de la concatenación de personalidades por las situaciones que crearon al cambiar la historia con sus políticas. ¿Hitler surgió a causa de Lenin o Putin debido a Gorbachov?
R: En este caso es necesario apuntar que Vladimir Putin es indudablemente una consecuencia indirecta de Gorbachov, de su legado, porque el colapso de la USRR desembocó en los años de Boris Yeltsin, que fueron caóticos. Toda esta época generó una reacción inequívoca de volver de alguna forma al orden y de devolver el orgullo nacional a un país que se sentía humillado. En ese sentido Putin es un legado de Gorbachov. En el caso de Hitler no estoy del todo de acuerdo. Lenin o el anti bolchevismo fue una importante veta de auge del fascismo, por contraposición, pero en realidad no dependía del antimarxismo, ya que las raíces de Hitler se remontan al siglo XIX, y no sólo como resultado de lo que sucedió en la URSS. El historiador alemán Ernst Nolte escribió en los 80 que Lenin había sido la causa principal de su ascenso trasladando la culpa a los líderes soviéticos y eso no es cierto.
P: En una obra anterior 'Hitler, los alemanes y la Solución Final' (La Esfera) reflexionaba sobre la difícil cuestión de la responsabilidad individual y colectiva del pueblo alemán sobre el Holocausto y hacías notar la indiferencia —conocían la aniquilación de los judíos aunque no fuera en cámaras de gas— como un gran motor de la Solución Final. ¿Es también responsable la sociedad de esos liderazgos destructivos? ¿Son los rusos culpables de Putin?
R: La responsabilidad social es un concepto difícil de aplicar. Por supuesto, grandes segmentos de la población apoyaban a estos líderes antes incluso de llegar al poder, pero no todos. Sin ir más lejos, en España el ascenso de Franco no estuvo precisamente respaldado por toda la población. Hay una Guerra Civil en medio. Lo que es evidente es que siempre hay sectores proclives al ascenso de estos dictadores y que luego acaban manipulados por la propaganda. Después, su potencial para ejercer esa manipulación se multiplica, se vuelve enorme para los dictadores ¿Tiene la sociedad la responsabilidad de haberles creado de alguna forma? Putin, de hecho, llegó al poder tras ejercer puestos de alta responsabilidad en la mismísima KGB, el servicio secreto de la URSS, una posición de increíble poder. Es la forma en la que accedió a la presidencia. No hubo una elección propiamente dicha como tsampo Hitler fue elegido por una mayoría, en contra de la creencia común.
Es cierto, por otra parte que existe una parte de responsabilidad social, pero hay que ser cauto en ese aspecto, porque se podría aplicar a toda la población. Evidentemente todo líder de la era moderna necesita una base social sobre la que apoyarse, pero hay que ser cautelosos porque puede sugerir, de otra forma, que todo el país es culpable de esa situación. Una vez que llegan al poder por supuesto que van a encontrar a muchas personas que les apoyan y no solo eso, sino que ayudan a llevar sus políticas a cabo. Necesitan esa base de apoyo, que además es doble: entre las masa y entre la élite política y económica del país.
"En Rusia, como en la Alemania nazi, la reacción mayoritaria a la atrocidades es la indiferencia"
Respecto a lo que ocurre ahora con Putin, la población rusa tiene una visión muy unilateral de lo que está pasando en la crisis de Ucrania, muchos seguro que apoyan lo que está haciendo, pero también hay que conceder que básicamente no saben o no tienen todas las claves del conflicto. Se les oculta y se les manipula. Ni siquiera les han dicho que es una guerra, o sea que el nivel de manipulación en una sociedad como esa es enorme: si dices cualquier cosa en público o escribes un artículo en el periódico te metes en un buen lío, así que la gente, de manera natural, se mantiene en silencio.
Por otra parte, cuando hay una dictadura no sabemos realmente lo que piensa la gente, porque es demasiado peligroso para ellos. Es verdad que el Holocausto, Auschwitz —y lo uso ahora como un símbolo— fue apoyado por un sector de Alemania, mientras que hubo otro que se opuso. Sin embargo, el grupo más numeros era una tercera vía, que simplemente permaneció pasivo, indiferente moralmente. Es lo que probablemente esté pasando ahora en Rusia. Una buena amiga mía alemana de ascendencia rusa fue hace poco allí y me contaba que le chocó tremendamente la indiferencia hacia los ucranianos de la gente del pueblo en el que nació. Vamos, que no sabían mucho sobre el tema pero tampoco parecía importarles.
P: Sorprende un poco la inclusión de Francisco Franco como líder político que según los términos del libro cambió la historia de Europa, aunque a priori no dejara de jugar un papel marginal ¿Realmente es así? ¿O se debe a una decisión editorial...?
R: No, no, la importancia en Europa de la Guerra Civil Española fue capital, creo que cerca de 30.000 voluntarios cruzaron los Pirineos para luchar en uno u otro bando. Los líderes fascistas, tanto Hitler como Mussolini, usaron la guerra para experimentar con su propio armamento y el resto de Europa también estuvo involucrada en cierto modo, porque ya entonces el pensamiento predominante era que iba a desembocar en una contienda más grande. Por supuesto, el rol de España en la Guerra Fría también tuvo una importancia mucho mayor que la nacional, así que Franco, en todos los sentidos, era una figura que tuvo importancia en el rol europeo y por eso lo explico en el libro. De hecho, cito a un autor que dice que su importancia fue marginal y que el siglo XX hubiera sido exactamente igual sin él, pero yo en cambio decidí centrarme en él porque sí creo que tuvo una dimensión europea. Su rol o incluso la ausencia de ese rol en la IIGM también tuvo un significado político de relevancia.
P; Respecto a la actualidad, ¿Qué líderes están cambiando el curso de la historia? ¿Existe alguna personalidad como Kohl que pueda surgir repentinamente?
R: Por supuesto puede pasar ahora, líderes que se encuentren en una situación de cambio o crisis que les otoergue lugar en la historia —y este sería el caso de Zelenski—. Es lo que le ocurrió también a Margaret Thatcher, que wn prinipio no parecía que fuera a transformar o cambiar nada cuando fue nombrada primera ministra, pero que se adaptó a una serie de crisis —la Guerra de la Malvinas, la crisis de los sindicatos del carbón— y al final dejó un huella notable. Hay dos dirigentes que han marcado la política europea en los últimos años: Angela Merkel, de una forma más silenciosa comparada con el resto de dirigentes de este libro, cuyo verdadero legado se está empezando a percibir ahora ya que incluye las relaciones con Rusia y su nefasto resultado para Alemania y para toda Europa y Vladimir Putin.
Sin duda es el líder que está marcando una época y que cambiará la historia, aunque sea una vez más de forma negativa. Esto engancha con con el aspecto de si la Guerra de Ucrania podría haber sucedido sin él, a diferencia de la IIGM y Hitler, y la respuesta es que seguramente no. Es verdad que no es solo Putin esz el responsable, pero incuestionablemente es el que ha tomado las grandes decisiones. Es muy dudoso que cualquier ortro líder ruso fuera tan atrevido para intentar conquistar Ucrania. Así que sí, él lleva bajo sus hombros la responsabilidad ¿Más que Hitler o Mussolini en la IIGM? Es demasiado pronto para escribir sobre el legado de Putin. La reestructuración de Rusia después de Yeltsin y no sólo la guerra con Ucrania es una de las grandes consecuencias de su liderazgo.
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25/09/2022 - 05:00
www.elconfidencial.com/cultura/2022-09-25/ian-kershaw-tiranos-lideres-personalidad_3494748/