- Para el cofundador de Microsoft y filántropo, la falta de avances en la lucha contra el hambre y las enfermedades en África está siendo un grave error por parte de los países desarrollados
Desde luego, no parece que el comienzo de esta década vaya a ser recordado como un periodo tranquilo. Tras la pandemia mundial por COVID-19 que obligó a la mayoría de la población mundial a confinarse y la Guerra de Ucrania, los sonidos de alarma y el riesgo de una posible recesión asoman como futuros eventos que entre todos tendremos que abordar en estos años 20. Sin embargo, en la baraja de problemas por resolver, hay uno que para Bill Gates se está quedando peligrosamente atrás. Y no es solo el cambio climático.
El cofundador de Microsoft y filántropo se refiere a la falta de lucha frente al hambre en África.
Y eso que los problemas actuales han removido este tema. Después de que la guerra de Ucrania desbaratara las redes comerciales de trigo y otros productos alimentarios clave, Estados Unidos y algunos otros países ricos aumentaron sus donaciones de ayuda alimentaria a los países de África y otros lugares más afectados por la subida vertiginosa de los precios.
Esto debería ser una buena noticia, pero para Gates, es el último ejemplo de lo atrasado que está el planteamiento de la lucha contra el hambre en el mundo.
Más ayudas, pero menos innovación agraria para frenar el hambre
El problema, dijo Gates en una entrevista con Quartz, es que la ayuda alimentaria se está acelerando en respuesta a la guerra, la agitación económica y el cambio climático, pero la inversión en investigación agrícola en los países de bajos ingresos es mucho menor y está estancada.
Las innovaciones en semillas tolerantes a la sequía, hechas a medida para el clima y los cultivos de los países africanos, y otras tecnologías a medida que están al alcance de los científicos, ofrecen un camino más eficaz y sostenible para evitar el hambre. El enfoque actual, insinuó Gates, es una tirita que no logra curar la herida real.
Los dos únicos ODS donde la Fundación Gates valora que hay avances
En general, según un nuevo informe de la Fundación Bill y Melinda Gates, el mundo no está cumpliendo los 17 ODS adoptados por la ONU en 2015, excepto dos, ambos relacionados con la mortalidad infantil: Si se mantiene el ritmo actual de progreso, el mundo debería alcanzar el objetivo de reducir las muertes evitables de niños menores de 5 años a 25 por cada 1.000 nacimientos para 2030, según el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, que proporciona datos a la Fundación Gates.
También debería alcanzarse el objetivo de reducir la mortalidad neonatal a un mínimo de 12 por cada 1.000 nacidos vivos para 2030.
Pero otros objetivos relacionados con la seguridad alimentaria y del agua, la educación, la propagación del VIH y la malaria, y otras cuestiones sociales, medioambientales y sanitarias urgentes, siguen estando fuera de alcance. "La pandemia y la guerra de Ucrania tienen parte de la culpa", dijo Gates a Quartz, pero también "la falta de voluntad o la incapacidad de los gobiernos para reconsiderar sus hábitos de gasto".
"No hay duda de que la ayuda alimentaria ha salvado muchas vidas. Pero es muy complicada. A veces se da demasiado poco, a veces se da demasiado y hace que el precio de los alimentos caiga por debajo del coste de producción de los agricultores locales y puede llegar a desordenar los mercados agrícolas normales", reflexionaba al respecto.
No hay mejor ejemplo de ello que mirar al continente africano para él. "Dado el coste de la mano de obra y la disponibilidad de tierras, África debería ser un exportador neto de alimentos. Pero debido a la baja productividad, es un importador neto de alimentos", argumenta.
"La urgencia de la vía de la innovación se debe tanto a la necesidad de aumentar la productividad africana como al hecho de que cuanto más cerca se esté del ecuador, más perjudicial será el cambio climático para la agricultura", sostiene Gates.
Para él, la solución pasa por formar y potenciar a los científicos africanos. "Sin duda, sin mejores semillas, nos quedaremos cortos. Si nos alejamos del maíz, el arroz y el trigo, no ha habido mucha innovación en el sorgo, el mijo y la yuca... La innovación agrícola no ha tenido como prioridad los ecosistemas y los cultivos africanos", asegura.