- El recorte de la OPEP es insignificante, pero el mercado pone el foco en el mensaje
- El cártel lucha por mantener el petróleo por encima de los 90 dólares el barril
- La estrategia es arriesgada: la OPEP controla la oferta, pero no domina la demanda
Pocas veces un movimiento tan intrascendente puede tener unas implicaciones tan serias. La OPEP anunció este lunes un recorte de la producción de crudo de 100.000 barriles por día, es decir, una rebaja del 0,1% en la producción global de crudo. Sin embargo, este movimiento desencadenó subidas en los futuros de crudo que llegaron a superar el 4% en el pico de la sesión. Lo que cuenta ahí no son los barriles, es el mensaje que han lanzado la OPEP y Rusia al mundo: no van a ser parte de la solución al problema inflacionario que acecha a las economías desarrolladas.
Con esta decisión, la OPEP+ (la OPEP más Rusia y otros países productores) abandona su política de aumentos de producción y vuelve a la senda de los recortes, pese a que el petróleo se encuentra cerca de los 100 dólares por barril y buena parte de globo se acerca de forma peligrosa a la recesión. La OPEP+ no va a ser parte de la solución, más bien puede ser parte del problema.
Los expertos de Commerzbank explican en una nota que "el recorte marginal de la producción no marca ninguna diferencia. No obstante, los precios del petróleo subieron hasta un 4% en la sesión de ayer. Esto se debe a que ha quedado claro que la OPEP+ no está dispuesta a aceptar una caída de precios más pronunciada y es probable que implemente más recortes de producción si los considera necesarios", sentencian los economistas del banco alemán.
La subida que vivió este lunes petróleo también pudo estar influida por el drástico aumento de los precios del gas, que según Commerzbank "podría aumentar la demanda de diésel para la producción de electricidad. Además, el aumento de los precios del gas también elevan los costes de procesamiento y refino a los que se enfrentan las refinerías. El precio del gasóleo aumentó incluso más que el precio del Brent este lunes".
¿Qué significa este recorte?
Elen Wald, presidente de Transversal Consulting, aseguraba en declaraciones a la CNBC que "el significado simbólico de este recorte es mucho más importante para el mercado que el propio recorte".
La OPEP ha estado meses incrementando la producción para devolver la oferta de petróleo a los niveles previos al covid. Esta tendencia ha llegado a su fin. Durante meses, el grupo de países productores ha estado añadiendo unos 400.000 barriles más por día al mercado hasta revertir los recortes de 2020, que se cifraron en unos 9,7 millones de barriles diarios. La OPEP tuvo que hacer frente al hundimiento del petróleo durante la pandemia con los mayores recortes de la producción que se recuerdan. Desde entonces, la oferta no ha parado de subir para intentar satisfacer una demanda también creciente de crudo.
Sin embargo, la oferta ha crecido más despacio que la demanda, lo que ha llevado al crudo a superar incluso los 130 dólares al comienzo de la guerra en Ucrania. Ahora, tras meses de abrir los grifos, la OPEP empieza a hacer lo contrario.
"Es más un desaire político al presidente Joe Biden (que ha pedido a la OPEP ayuda para producir más crudo y ayudar a rebajar la inflación global), así como a la Unión Europea, lo que indica que la OPEP seguirá su propio camino y quieren proteger esos precios más altos", comenta Andy Lipow de Lipow Oil Associates, quien también mencionó que el recorte por ahora es "insignificante".
"Están básicamente diciendo: mira, hemos estado hablando de un recorte. Los recortes están totalmente en nuestro poder y es muy posible que hagamos otro recorte que sería mucho más significativo que este", asegura Wald, y agrega que la influencia de Rusia es bastante significativa en la OPEP+.
¿Y si hay recesión?
La cuestión es que la OPEP tiene el control de buena parte de la oferta, pero no maneja la demanda. Aunque el cártel quiera mantener el precio del crudo entre los 90 y los 100 dólares, si la recesión económica que se avecina es profunda, la demanda de petróleo de los países desarrollados podría caer hasta en dos millones de barriles por día, presionando a la baja el precio del crudo.
Esto forzaría a la OPEP+ a implementar unos recortes muy drásticos para evitar que el crudo se desplome. La caída de los precios más los recortes también dañarían sobremanera sus ingresos (menores ventas de petróleo). Hoy, la OPEP busca defender los precios del crudo, pero la propia recesión que ellos han ayudado a crear con el petróleo caro puede terminar siendo su peor pesadilla.