- Sale a la luz la situación de los trabajadores de la confección deportiva para el Mundial de Qatar
El Mundial de Qatar 2022 ha estado marcado por una tormenta de críticas. Ya sea por cuestiones que envuelven a los derechos humanos, la criminalización de la homosexualidad, o el abuso a los trabajadores migrantes, este evento deportivo no ha pasado, ni pasará desapercibido.
En este contexto, la "difícil" situación de los trabajadores de la confección de la moda mundialista es uno de varios problemas sociales graves que han salido a la luz durante la Copa Mundial de este año. Teniendo en cuenta este fenómeno, se puede reflexionar sobre la realidad laboral que se vive en los países donde la producción textil es la base de sus economías.
Así lo ha hecho una reciente publicación de New York Times, que evidencia la "precaria" e "injusta" situación laboral que viven algunos trabajadores de fábricas textiles de Camboya y de Myanmar (Birmania).
Despido por pedir mejores condiciones laborales
Uno de los casos que aparece en la publicación, tiene que ver con las "injusticias laborales" de la fábrica textil camboyana Trax Apparel, que cuenta con 2.800 empleados que fabrican camisetas de fútbol para Adidas.
En el año 2020, la compañía despidió a un grupo de ocho trabajadores por haber formado un sindicato para buscar "mejores condiciones de trabajo". En esa oportunidad, la dirección de la fábrica dijo que sólo reincorporaría a una parte del grupo, y sólo si el sindicato accedía a no luchar por la reincorporación de los demás o el pago retroactivo completo. "Al no ver otra alternativa, el sindicato firmó un acuerdo renunciando a sus derechos", detalla el texto.
En esta línea, Sophal Choun, de 41 años, quien ganaba 6 euros al día, fabricando camisetas Adidas, en una máquina de coser de la empresa camboyana, y que fue uno de los afectados, señaló a New York Times que "creía en un sindicato porque sabía que necesitábamos protección. Ahora, muchos días solo lloro y lloro".
Zapatos de fútbol que se fabrican a menos de 3 euros
Otro de los casos de la publicación, hace referencia a la situación que viven los 7.800 trabajadores de la fábrica del Grupo Pou Chen en Yangon, Myanmar, un proveedor de zapatos de fútbol de la marca Adidas, en el que sus empleados ganan 4.800 kyats, o menos de 3 euros por día.
Con el mayor evento deportivo del mundo en marcha, los esfuerzos de algunos de sus trabajadores para mejorar sus condiciones de trabajo se han encontrado con una dura "resistencia" y "castigo".
Después de que los trabajadores comenzaron una huelga en octubre, exigiendo un salario diario que llegue a los 3,30 euros, los gerentes de la fábrica llamaron a los soldados al complejo y luego despidieron a 26 empleados. Entre ellos, había 16 miembros del sindicato de la fábrica, que se cree que lideraron la huelga de más de 2.000 empleados, explica el medio.
En este contexto, varios trabajadores dijeron a NYT que creían que la fábrica estaba aprovechando la oportunidad para castigar a los trabajadores que participan en el trabajo organizado, en un momento en que la junta militar gobernante de Myanmar está buscando "desmantelar las estructuras democráticas".
Respuesta de los responsables
En una declaración de Pou Chen y recogida por New York Times, la compañía dijo que "seguía las leyes y regulaciones locales en el manejo de los salarios de los empleados y los asuntos de personal y que respetaba el derecho de los trabajadores a negociar colectivamente".
"Estamos pasando por un proceso de arbitraje con los demandantes, según el procedimiento legal de Myanmar", dijo la empresa textil, refiriéndose a los trabajadores despedidos.
Adidas también proporcionó una declaración al respecto. "Nos oponemos firmemente a estos despidos, que violan nuestros estándares laborales y nuestro compromiso de larga data de defender la libertad de asociación de los trabajadores", dijo la compañía. "Estamos investigando la legalidad de las acciones del proveedor, y hemos pedido a Pou Chen que readmita inmediatamente a los trabajadores despedidos", sentencia la publicación.