- La ola de despidos en las tech desata preocupación por el empleo de oficina
- Walmart, Ford y H&M están recortando personal corporativo
- Las ofertas de trabajo cualificado descienden con fuerza en EEUU
La ola de despidos en el sector tecnológico en EEUU ha despertado un temor a que la próxima recesión afecte solo a puestos de trabajo cualificados. La pandemia está dejando extraños efectos. Mientras las empresas siguen luchando por reclutar o mantener personal poco cualificado, ya han comenzado a prescindir de trabajadores de centros corporativos.
La próxima recesión económica será muy distinta a las anteriores. La era post pandemia está dejando fenómenos extraños, sobre todo, en el mercado laboral estadounidense. La Gran Renuncia o la alta resistencia del empleo al rally de tipos de la Fed se están saliendo de los patrones históricos de la economía de EEUU. Con la próxima recesión a la vuelta de la esquina, la ola de despidos del sector tecnológico ha abierto una senda extraña de cómo se puede comportar el mercado de trabajo en los próximos meses.
Por primera vez desde la II Guerra Mundial, la economía de EEUU escapó de una recesión sin destruir empleo. Es verdad, que fue corta y muy limitada, desde el pasado mes de enero a junio. Se conocen como recesión técnica a dos caídas trimestrales del PIB y suelen ser superficiales provocando leves rasguños a la economía. Esta vez, prácticamente, ninguno en el mercado laboral. La creación de empleo se mantuvo robusta en todo el periodo y la tasa de paro se mantuvo en niveles previos a la pandemia sobre el 3,6%.
El comportamiento normal de una recesión en una economía desarrollada es la destrucción de empleo, empezando por los puestos de trabajo menos cualificados y con bajos salarios. Las primeras empresas en sufrir un escenario adverso son aquellas intensivas en mano de obra, suelen ser las primeras en ajustar plantilla. Hablamos de sectores como el comercio, la restauración; pero también la construcción e industria, en una segunda fase. Se empieza por los sueldos más bajos, donde el coste de despedir es bajo, y continúa si la recesión se mantiene con el empleo manufacturero. También son los primeros en despedir los sectores más cíclicos como el turismo.
Los profesionales de cuello blanco (puestos administrativos), pero también empleados de banca o trabajos relacionados con informática o comunicación, suelen formar parte de un eslabón más duro y resistente.
Casi se podía considerar que los 10.000 despidos de Amazon, los 11.000 de Meta, los 3.500 de Twitter y los cientos de otras compañías tecnológicas de menor tamaño, eran empleos de un nivel superior, trabajos blindados anticrisis. Pero en portales especializados en empleo en EEUU están hablando ya del fenómeno de Recesión de cuello blanco o recesión de chalecos de Patagonia, la prenda de moda de Wall Street y Silicon Valley. La expresión hace referencia a los trabajadores de oficina con camisa blanca, en contra posición con los trabajadores de cuello azul, por la indumentaria de mono de trabajo.
La culpa del exceso de contrataciones
"Los sectores que probablemente son más vulnerables a la recesión son los que contrataron más rápido después de la pandemia", explica William Lee, economista jefe del Instituto Milken. El experto apuntan a que muchas empresas calcularon mal y pensaron que la demanda iba a ser fuerte durante un periodo más largo. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y el de Twitter, Jack Dorsey, pidieron disculpas públicas, en este sentido, al reconocer que pecaron de un exceso de contrataciones tras experimentar un crecimiento brutal durante y después de los confinamientos.
El escenario de recesión provocado por el endurecimiento de la política monetaria para controlar la inflación no entraba en los planes de las grandes tecnológicas. Tampoco ha ayudado la desconfianza que estaba generando sus caídas en bolsa, también perjudicadas por el alza de tipos. Las empresas tecnológicas cayeron en la trampa del covid. La demanda de Facebook o Amazon se disparó y sus valoraciones se multiplicaron, se vieron obligadas a contratar en un entorno de confinamiento, pero se pasaron de frenada. El empleo estaba muy por encima del ritmo de consumo durante y después de la pandemia.
Las cifras de empleo siguen mostrar el goteo de desempleo. La economía de EEUU generó más de 260.000 empleos. Está muy lejos del medio millón de puestos de trabajo que se crearon el año pasado, pero sigue siendo unos datos brutales para las medias históricas.
En la estadística no hay rastro de despidos del sector tecnológico. Puede que todavía no se han hecho efectivo los recortes anunciados. Pero en otros sectores también se está produciendo reducciones de plantillas por los lados más insospechados. Walmart en lugar de ajustar empleo en cajas o almacenes, ha recortado 200 personas del centro corporativo. Ford se ha desprendido de 3.000 empleados entre puestos de oficina y comerciales. En el sector financiero, los bajas de personal se está produciendo en las divisiones hipotecarias. Wells Fargo, JP Morgan, Citi, Goldman y Barclays, en Londres, han anunciado, por ahora, pequeños ajustes de plantilla.
Los datos del Bureau estadounidense apuntan a una caída del empleo de 9.000 personas en la actividad de intermediación crediticia y actividades, que incluyen refinanciación de hipotecas y préstamos personales. Con los tipos al alza, el negocio está muerto y rematado con un mercado inmobiliario en caída.
La paradoja entre el covid y ahora
La situación no deja de ser sorprendente si se tiene en cuenta que en los primeros coletazos de la pandemia la destrucción de empleo se concentró en los trabajadores con salarios más bajos, especialmente en industrias de servicios como el comercio minorista, los restaurantes y los hoteles, quienes sufrieron la peor parte de los despidos. Los empleados que pudieron seguir trabajando quedaron protegidos por el teletrabajo.
Mientras las cifras oficiales todavía no recoge esta tendencia, los datos prospectivos si apuntan a esta dirección. Las ofertas de trabajo en las webs de empleo de EEUU. El volumen total está en un claro descensos, pero el mayor frenazo se está produciendo en sectores dominados por trabajadores de oficina o despacho, según ZipRecruiter.
Los anuncios de empleo en tecnología han caído un 36%. Los trabajos de servicios comerciales cayeron un 32%, mientras que los trabajos que buscan científicos o abogados cayeron alrededor del 31%. Por el contrario, la publicidad de trabajos de viajes ha aumentado en el mismo periodo, mientras que los anuncios de trabajo de alimentos y comercio minorista disminuyeron entre un 4% y un 5%.
Los trabajadores que pueden pagar más caro la próxima recesión son los que pertenecen a empresas que se han excedido en las contrataciones. Por otro lado, están sectores o actividades rezagadas por la pandemia. "Los restaurantes y bares no solo necesitan recuperar esos empleos, sino que también deben compensar dos años y medio de crecimiento perdido", explica Julia Pollak la economista jefe de la firma. "Todavía hay aproximadamente 1,3 millones de ofertas de trabajo en el sector de hoteles y restaurantes; el ritmo de contratación puede disminuir, pero la demanda está ahí".
El mercado de trabajo de EEUU muestra una particularidad. Está completamente recalentado en sector donde antes de la pandemia era muy fácil encontrar trabajadores. El comercio y la hostelería está teniendo que aumentar los salarios para retener mano de obra. "Las empresas claramente están acumulando trabajadores menos calificados debido a la dificultad para contratarlos", resume la situación Ryan Sweet, economista jefe de EEUU de Oxford Economics, en una nota sobre el dato de empleo. La lógica que se está imponiendo en las empresas es prescindir antes de trabajadores administrativos, antes que puestos de primera línea de batalla. El consejero delegado de la minera BHP, Mike Henry, fue muy explícito en los últimos resultados en la necesidad de aumentar las contrataciones. La minería expuesta a las dificultades para encontrar mano de obra. "Si no tienes a alguien que pueda conducir un camión, estás perdiendo negocio", dijo. La ausencia del administrativo o contable no significa pérdidas directas.
Fuera de EEUU ya ha empezado el fenómeno en alguna empresa. Dentro del recorte de 1.500 empleos de H&M una buena parte se producirá en puestos administrativos. Bloomberg Economics proyecta que el desempleo aumentará en alrededor de 3,3 millones en las economías desarrolladas para 2024. Es poco si se compara con los incrementos de la crisis del Covid y de la crisis financiera de 2008. La otra crisis que afectó a las tecnológicas, en el 2000, afectó a 5,1 puestos de trabajo.
No hay riesgo de paro permanente
Los expertos apuntan a que la particularidad de este periodo está en la distribución. Los sectores de cuello blanco, incluidos los servicios comerciales, tecnología, banca e inmobiliario serán los más afectados. En la mayoría de países avanzados son actividades con niveles de empleo por encima del Covid, lo que significa que tendrán que ajustarse a la nueva realidad.
El mercado de trabajo estadounidense vive en una continúa paradoja desde hace un par de años. Detrás del fenómeno de la falta de mano de obra se esconde un trasvase de trabajadores a mejores puestos de trabajo. Ahora los trabajadores cualificados que están saliendo de las empresas no deberían tener problemas para volver a trabajar si reducen sus pretensiones.
"Muchos de los trabajadores de tecnología de la información que obtienen notas de despido en empresas más grandes pueden estar siendo contratados por empresas más pequeñas que han tenido dificultades para atraer el talento que necesitan", según Tom Gimbel, consejero delegado de la agencia de empleo LaSalle Network. "La gran noticia para las pequeñas y medianas empresas es que no tienen que pagar los mismos salarios escandalosos que pagaban las grandes empresas", dice.