miércoles, 3 de mayo de 2023

Los fármacos contra la obesidad, un negocio con mucho potencial: podría valer 200.000 millones en 2030

 



  • Así lo creen desde Barclays
  • Famosos y multimillonarios los han popularizado en los últimos tiempos



Hace unas semanas, un nuevo medicamento para tratar la diabetes tipo 2 saltó al centro del foco mediático por su potencial para combatir también la obesidad. Se trata de la tirzepatida, un fármaco que reduce la sensación de apetito y regula la acumulación de grasa al imitar una hormona. No es la única droga que ha sido noticia en los últimos tiempos por tener un efecto similar. En noviembre del año pasado, Wegovy se volvió sumamente popular después de que Elon Musk confesase que era su secreto, junto con el ayuno, para estar delgado. Tal es el interés de la sociedad por erradicar, o al menos controlar, esta enfermedad, que Barclays la considera "la historia de esta década" y eleva sus propias perspectivas de crecimiento del mercado para los próximos años.

La obesidad siempre ha sido motivo de preocupación para los médicos y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, en la última década se ha convertido en una cuestión alarmante, con las tasas mundiales de personas con una cantidad excesiva de grasa corporal triplicándose en ese periodo. Es decir, a día de hoy, hay más de 1.000 millones de personas en el mundo obesas y, de esas, 340 millones son adolescentes y 39 millones son niños, según datos de la OMS.

Ante la magnitud de este problema y las potenciales soluciones que han surgido en los últimos tiempos, Emily Field, la jefa de análisis de renta variable farmacéutica europea de Barclays, ha pasado de prever que el mercado terapéutico mundial de la obesidad podría valer cerca de 100.000 millones de dólares en la próxima década a señalar que "quizás podría ser incluso el doble si esto sigue así y realmente vemos una mayor penetración".

Barclays no es la única entidad que cree que la industria de los fármacos contra la obesidad tiene mucho potencial, aunque existen importantes diferencias entre las cifras que manejan unas y otras. Citi, por ejemplo, calcula que este mercado podría valer 50.000 millones de dólares en 2030 "sin hacer suposiciones ridículas". Una cifra ligeramente inferior a la que previó Morgan Stanley en agosto del año pasado, cuando estimó que el sector podría alcanzar los 54.000 millones de dólares en los próximos 7 años.

Respecto a esta diferencia en las estimaciones, Field considera que la apuesta por el mercado de los medicamentos para frenar esta enfermedad requiere una visión a largo plazo. En ese sentido, la jefa de análisis de renta variable farmaceutica europea de Barclays explica que los clientes, les dicen: "No se fijen en el PER -el ratio más utilizado en Bolsa, el cual indica el número de veces que está contenido el beneficio por acción en el precio de mercado de la misma- de este 2023, sino que lo hagan dentro de unos años". De esta manera, determinada compañía podrá parecer "más barata en comparación con otros nombres farmacéuticos", asegura a CNBC.

Luces y sombras

Los fármacos contra la obesidad se han presentado como una solución milagrosa. Basados en un principio activo llamado semaglutida, imitan una hormona intestinal natural que ayuda a regular el apetito en el cerebro y, por consiguiente, a bajar de peso.

Pero no es tan milagrosa como aparenta. Y es que, según han admitido los propios fabricantes, este medicamento no cura la obesidad, solo ayuda a controlarla mientras los pacientes lo tomen. En el momento en el que suspendan el tratamiento, las personas volverán a engordar. Además, tampoco aborda los problemas de salud derivados de esta enfermedad, como son los derrames cerebrales, los infartos de miocardio o la osteoartritis, según detalla el Departamento de Salud de EEUU.

Pese a esto, Eli Lily, la empresa responsable del Mounjaro -el nombre comercial de la tirzepatida- tiene previsto seguir con sus planes para vender este medicamento y, para ello, solicitará su aprobación reglamentaria. Según un estudio publicado a mediados de 2022, este fármaco ayuda a las personas con obesidad a reducir un 21% su peso. En el caso de alguien con un peso medio de 100 kilos, supondría adelgazar 21 kilogramos.

El coste del sobrepeso

Aunque menos grave que la obesidad, el sobrepeso también es un problema en la sociedad actual. En el caso de España, la mitad de los ciudadanos ven reducida su esperanza de vida un promedio de 2,6 años debido a esta condición. Y esto se traduce en un coste para el sistema sanitario español. En concreto, hacer frente a las complicaciones que acarrea pesar más de lo recomendado representa el 9,7% del total del gasto sanitario, según datos de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

Con una visión positiva y orientada al futuro, expertos de la Sociedad Española de Obesidad y de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEDO y SEEN, respectivamente), defienden que por cada euro invertido en la investigación de la obesidad en España se recuperarían seis. Por ejemplo, Gema Medina-Gómez, del grupo de trabajo de investigación traslacional en obesidad de la SEEDO, indica que es fundamental el papel de la investigación en el conocimiento de la obesidad como una enfermedad, para poder llegar a un diagnóstico precoz y así evitar las dolencias asociadas, entre las cuales cita diabetes, hígado graso, enfermedad renal y cardiovascular e incluso varios tipos de cáncer. Por supuesto, la aportación de la investigación llega también por la vía de los tratamientos innovadores. En sus palabras, "la investigación es la kriptonita de la obesidad", y aunque el escenario presente dificultades, es importante apostar por un futuro con menos obesidad.

La investigación abarca aspectos muy diversos de la obesidad, incluyendo los factores genéticos, el balance energético (ingesta de alimentos y gasto de energía), características del tejido adiposo (graso), cómo se relaciona y afecta a otros órganos y tejidos, además del papel de la microbiota intestinal, entre otros aspectos. Los expertos han señalado como particularmente interesante el estudio de la grasa parda, que es una nueva diana para los tratamientos de la obesidad y que podría también contribuir a prevenirla.