sábado, 22 de junio de 2024

La AIE anticipa la llegada de un excedente "masivo" de petróleo que dará lugar a una nueva era de precios del crudo

 



  • Espera un superávit en el mercado de 8 millones de barriles
  • El crecimiento de la demanda se estancará año a año...
  • ... mientras la capacidad de producción, especialmente en América, subirá con fuerza



La capacidad de la industria petrolera para inundar el mundo de crudo será históricamente alta en cuestión de años. Esta frase, que parece exagerada, resume la previsión de medio plazo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Es cierto que la demanda de petróleo no va a parar de crecer en los próximos años, pero según la AIE estamos a las puertas de una de las etapas de mayor capacidad excedente en el mercado de toda la historia. Esta es la conclusión que arroja el último informe de la Agencia Internacional de la Energía en el que explican que, a pesar de que el camino hacia 2030 va a venir con más consumo de energía fósil, la realidad es que una ola de producción que vendrá de más allá del Atlántico proporcionará un superávit total que deje "los mercados petroleros totalmente abastecidos".

En su informe anual sobre el mercado petrolero a medio plazo que acaba de publicarse, la AIE pronostica que la producción de crudo va a aumentar hasta cerca de 113,8 millones de barriles diarios a comienzos de la década y que eso dará lugar a un excedente de extracción de unos 8 millones de barriles, es decir unos 2 millones más que ahora. Una previsión difícil de 'creer' en un momento en el que el precio del barril de petróleo se encuentra en los 82 dólares y la Organización de Países Exportadores de Petróleo sigue inmersa en unos recortes de producción históricos. No obstante, la AIE prevé que estos recortes se vayan deshaciendo y que los países de la OPEP vayan acercando sus niveles de producción efectiva (lo que realmente producen) a sus niveles de producción potencial (lo que pueden producir como máximo).

Margen de producción de petróleo "masivo"

Ese margen "masivo", de una dimensión que solo es comparable la que hubo con la crisis de la covid (en 2020 se superaron los 9 millones de barriles diarios), amenaza directamente la estrategia del cártel petrolero OPEP+ para evitar una caída de precios, señala el informe. Más allá del choque entre la OPEP y sus aliados como Rusia, ese contexto de precios más bajos también podría repercutir directamente en los productores de shale oil (petróleo de esquisto) de Estados Unidos, que son más sensibles a los altibajos del mercado.

Por el lado de la demanda, los autores del estudio señalan que a nivel global va a seguir creciendo en los próximos años, pero a un ritmo cada vez menor hasta un práctico estancamiento para finales de la década. En concreto, de los 102 millones de barriles diarios de 2023, con un aumento de 2,1 millones de barriles con respecto al año anterior, se va a pasar a 105,6 millones en 2029 e incluso a una ligera contracción el ejercicio siguiente.

¿Nueva era de precios del petróleo?

"Un colchón (capacidad) de producción de petróleo tan masiva podría dar paso a un entorno de precios más bajos del petróleo, lo que plantearía difíciles desafíos para los productores de shale de Estados Unidos y el bloque de la OPEP+. Dado que el ciclo de inversión del shale oil (fracking de EEUU) es corto y presenta una elevada sensibilidad a los precios, parte de la producción podría estar en riesgo", aseguran desde la AIE.


"Por otro lado, la menor necesidad de petróleo a nivel global puede poner prueba la gestión del mercado que hace la OPEP+. La enorme cantidad de exceso de oferta también podría tentar a algunos miembros del grupo a racionalizar los planes de capacidad. Arabia Saudí ya ha tomado la iniciativa y anunció a principios de 2024 la suspensión de su expansión de capacidad de crudo de 1 millones de barriles diarios", advierten desde la AIE.

En cualquier caso, desde la agencia no esperan sobresaltos en el mercado del crudo a corto y medio plazo y ven más esto como un proceso a fuego lento durante este lustro. Este es el motivo por el que el escenario base que maneja la institución sea de que el precio de referencia europeo, el Brent se mantenga constante durante todo 2024 y 2025, situándose cómodamente asentado en los 79 dólares el barril. Es decir, solo un moderado descenso desde los 82 dólares actuales.

La demanda de petróleo se estanca

Mientras la demanda se estanca desde el lado de la oferta un auténtico aluvión de crudo podría llegar a Occidente, concretamente, desde América. Según la AIE la capacidad total del mundo para producir aumentará hasta cerca de 114 millones de barriles diarios (8 millones más que la demanda mundial). Algo que "dará como resultados niveles de capacidad excedente nunca antes vistos a excepción de los confinamientos por el covid-19", que redujeron el consumo de forma crítica, creando una gran distorsión en el mercado.

Estados Unidos y su gran expansión petrolera volverá a ser el protagonista de esta tendencia con 2,1 millones de barriles adicionales para 2030. Sin embargo, desde la AIE creen que el fenómeno que ha supuesto Guyana seguirá su expansión, con réplicas similares en Argentina, Brasil y Canadá. Entre estos cuatro países sumarán cerca de 2,7 millones de barriles diarios extra que ayudarán a este importante superávit energético.

En cualquier caso la institución cree que dentro de la OPEP también se vivirá cierto crecimiento tanto de la producción como de su capacidad. De este modo, a medida que el cártel pueda ir adaptando su estrategia de recortes en los próximos años sumará 1,4 millones de barriles netos nuevos para 2023 con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irak liderando esta expansión. El primero y líder del grupo lideraría su capacidad a nivel inmediato en más de 1 millón de barriles gracias a al campo de Jafurah. En cualquier caso este impulso no sería suficiente para que este grupo vea reducida su influencia. "A partir de este mismo año su participación en la producción mundial se reducirá por debajo del 50%". Sin embargo, advierte de que esto puede cambiar gracias "al cortejo a países productores como Guyana o Namibia".

Más allá del choque entre la OPEP y sus aliados como Rusia, ese contexto de precios más bajos también podría repercutir directamente en los productores de shale oil (petróleo de esquisto) de Estados Unidos, que son más sensibles a los altibajos del mercado.

"A medida que el repunte de la pandemia pierde fuerza, avanzan las transiciones a energías limpias y cambia la estructura de la economía de China, el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se está desacelerando y alcanzará su punto máximo en 2030. Este año, esperamos que la demanda aumente en alrededor de 1 millón barriles por día", dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol

En ese sentido la AIE manda un mensaje directo a las empresas petroleras alegando que viene un importante cambio en el modelo de mercado a nivel mundial. En ese sentido, "dado el superávit que esperamos para esta década, tal vez las firmas del sector quieran asegurarse de que sus estrategias estén preparadas para los cambios que se están produciendo".