sábado, 8 de junio de 2024

Identifican proteínas en sangre que podrían avisar de cáncer siete años antes



Centro de secuenciación masiva de Navarra para detectar enfermedades genéticas. 
(EFE/Jesús Diges)



La prevención y detección precoz del cáncer podría mejorar si se confirman los resultados de estas investigaciones, realizadas en laboratorios de la universidad de Oxford




La prevención y detección precoz del cáncer son dos de los principales retos de la Salud Pública. Una situación que podría mejorar, de manera exponencial, si se confirman los resultados de dos trabajos británicos, que acaban de publicarse en la prestigiosa revista Nature: los investigadores del Biobanco UK -que almacena muestras humanas para su investigación- y han identificado en la sangre 618 proteínas vinculadas a 19 tipos diferentes de cáncer.

Y, lo que es más importante, entre ellas se incluyen 107 proteínas halladas en un grupo de personas en las que la sangre fue extraída al menos siete años antes del diagnóstico, abriendo la puerta a una mejora en la prevención.

La investigación está basada en la proteómica, un nuevo abordaje basado en el análisis, a la vez, de un gran número de proteínas en muestras de tejido. De este modo, se logra saber cómo interactúan entre sí, encontrando diferencias relevantes en las proteínas entre diferentes muestras de tejido.

En el primer estudio, se analizaron muestras de más de 44.000 personas, de las que 4.900 acabaron teniendo un diagnóstico de cáncer. Utilizando la proteómica, los científicos analizaron un grupo de 1.463 proteínas de cada muestra de cada paciente. El objetivo era comparar las proteínas de aquellos que acabaron teniendo cáncer con la de aquellos que no tuvieron, con el fin de determinar qué proteínas estaban vinculadas con el riesgo de enfermedad oncológica. Los investigadores también identificaron 182 proteínas en sangre que eran distintas tres años antes del diagnóstico.

En el segundo trabajo, se analizaron datos genéticos de 300.000 casos de cáncer para profundizar en qué proteínas estarían involucradas en el desarrollo de tumores y podrían ser diana de nuevos tratamientos. En este caso, hallaron 40 proteínas que aumentan el riesgo de desarrollar nueve tipos de cáncer.

Un aspecto a tener en cuenta es la alteración de estas proteínas, además de aumentar o reducir las posibilidades de tener cáncer, puede causar efectos secundarios no deseados.

Este es uno de los motivos por el que los autores de los artículos científicos indican que son precisas más investigaciones para detallar el papel exacto que desarrollan estas proteínas en la aparición del cáncer. Además, debe dilucidarse qué proteínas son las más fiables para realizar pruebas, cuáles de estas pruebas se podrían desarrollar para detectar las proteínas y qué fármacos dirigidos podrían usarse contra estas proteínas.

La doctora Keren Papier, coautora del primer estudio, es epidemióloga nutricional senior en Oxford Population Health, la entidad que ha impulsado las investigaciones. Como ha destacado, “para salvar más vidas de pacientes oncológicos, tenemos que entender mejor lo que sucede en las primeras etapas de la enfermedad. Los datos de miles de pacientes nos han revelado ideas auténticamente interesantes sobre cómo las proteínas en nuestra sangre pueden afectar al riesgo de tener un cáncer. Ahora, necesitamos estudiar a fondo estas proteínas para ver cuáles se podrían usar de manera fiable en la prevención”.

El doctor Karl Smith-Byrne ha jugado un papel clave en la investigación, coordinando el primer estudio y siendo el primer autor del segundo. Además, es epidemiólogo molecular senior en Oxford Population Health. “Hemos predicho cómo podría responder el cuerpo a medicamentos dirigidos a proteínas específicas, incluidos muchos potenciales efectos secundarios. Esto nos ha permitido que, antes de que comience cualquier ensayo clínico, dispongamos de algunos indicios precoces de a qué proteínas debemos evitar para sortear así efectos secundarios no deseados”, resumido.

Además, Smith-Byrne ha pronosticado que esta investigación “nos acerca a lograr prevenir el cáncer con medicamentos dirigidos. Y esto es algo que antes se consideraba imposible, pero que ahora es mucho más alcanzable”.