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Expertos en oncología y telecomunicaciones cuestionan el estudio de la OMS que relaciona el uso de móviles con el riesgo de cáncer.
La creencia de que los móviles aumentan las posibilidades de sufrir un cáncer lleva circulando durante años, pero ayer empezamos a tomarnoslo más en serio. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzaba el bombazo: utilizar terminales móviles puede incrementar el riesgo de sufrir ciertos tipos de tumores cerebrales en humanos.
Pero, ¿en qué se basan los 31 científicos de 14 países que han elaborado el informe para realizar una afirmación tan tajante? La conclusión se ha extraído de una revisión de estudios anteriores sobre el tema, por lo que, en principio, «no aporta información escrupulosa, ni nueva, ni relevante», asegura Emilio Alba, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En opinión de este experto, «no hay estudios suficientes» que certifiquen que utilizar el teléfono móvil podría incrementar el riesgo de sufrir ciertos tipos de tumores cerebrales. Desconocer los efectos del uso del móvil no implica que no existan, pero Alba afirma, en declaraciones a Ep, que, actualmente, en humanos «no hay la más mínima evidencia, no solo de eso, sino de cuál es el mecanismo de acción por el que ocurriría, ni hay una valoración cuantitativa de cuántas horas son negativas o cuánto tiempo pasa hasta que se produce».
De hecho, la clasificación de la IARC pone al uso de los teléfonos móviles en el mismo nivel de categoría de riesgo de cáncer que el plomo, el cloroformo, la sacarina y el café, por lo que, según el presidente de los oncólogos, no implica una actitud de precaución mayor que la que se sigue con estos productos y «el sentido común indica».
La relación «no está probada»
De la misma opinión es José Manuel Riera Salís, ingeniero de telecomunicaciones y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, quien considera que esta relación causa-efecto «no está probada». En declaraciones a Efe, el profesor recuerda que «algunos estudios científicos» han encontrado una «evidencia limitada» de esta relación, lo que significa que «no puede descartarse, pero sin estudios más amplios tampoco puede hacerse tal afirmación».
Esta clasificación, recuerda Riera , corresponde a un nivel intermedio dentro de la escala que usa este organismo, en el cuál se encuentran diversos compuestos químicos, pero también algunos riesgos derivados de determinadas actividades profesionales y productos de uso cotidiano, como el café o los polvos de talco.
La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) también ha pedido prudencia a la hora de interpretar la información de la OMS, ya que se trata de «una revisión de estudios anteriores, sin la robustez científica deseable».
Para la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO) la advertencia de la OMS es «una llamada de atención». «No hay que pensar que por llamar por teléfono vamos a tener un cáncer del sistema nervioso central», asegura el presidente de esta institución, Antonio Llombart.
Incluso el Ministerio de Sanidadde nuestro país ha pedido que se tome «con cautela» este estudio porque el riesgo que desmuestra es «modesto». «El estudio no determina una relación clara entre el cáncer y el uso de los móviles, por lo que no se puede establecer una recomendación de no uso», ha afirmado el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, quien ha señalado que, para afirmar que la hubiera, «se deberían realizar estudios específicos que quiten los posibles sesgos que pueda haber en los estudios actuales, y eso tardaría años».
Por c. garrido / madrid from ABC.es 01/06/2011
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