Foto por EFE from elpais.com
De izquierda a derecha, Juan Manuel Santos, Trinidad Jiménez, Álvaro Colom y Porfirio Lobo, presidente de Honduras, durante la inauguración de la conferencia en Guatemala
El coste económico de la violencia asciende al 8% del PIB de la región.
Su nombre técnico es Conferencia Internacional de Seguridad, pero en realidad es un SOS en toda regla. Los siete pequeños países que forman Centroamérica -casi 46 millones de habitantes, de los que la mitad vive en la miseria- han convocado a sus vecinos más poderosos a una reunión en la ciudad de Guatemala para decirles que no pueden luchar solos contra el crimen organizado. La droga que se produce en Colombia, manejan los carteles mexicanos y se consume en Estados Unidos y Europa deja a su paso por los puertos y las pistas clandestinas de Centroamérica un rastro dramático de corrupción y muerte. Guatemala es el ejemplo más gráfico. A punto de convertirse en un narcoestado, su presidente, Álvaro Colom, pide la creación de una "OTAN contra el crimen organizado".
Los datos desnudos no pueden ser más esclarecedores. Un 90% de la cocaína que llega a EE UU recala en Centroamérica. La tasa de asesinatos es de 33 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo. Las armas sin control en manos de particulares rondan los cinco millones. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el coste económico de la violencia asciende a 6.500 millones de dólares (4.500 millones de euros), un 8% del PIB de la región. Si a todo ello se le unen los males endémicos de pobreza y Gobiernos corruptos, no es extraño que el resultado sea el que describe Francisco Dall'Anese, jefe de la Comisión Internacional contra el Crimen Organizado en Guatemala (CICIG): "Este país tiene un altísimo riesgo de convertirse en un narcoestado. El crimen organizado ha venido ocupando los espacios que el Estado pierde. Así, los criminales brindan a la población servicios como escuelas, asistencia médica... obteniendo una especie de legitimidad en una población secularmente abandonada".
La situación de Guatemala, sin duda la más grave, es similar a la de países vecinos como Honduras. "Una de las mayores debilidades", sostiene Dall'Anese, "es que los Gobiernos no disponen de los recursos económicos suficientes para hacer frente a la agresión del crimen. Con la excusa de la corrupción política, el poder económico se niega a pagar más impuestos".
Con un 12% de presión fiscal, Guatemala tiene la tasa impositiva más baja de América. El resultado es que la impunidad supera el 98%, las organizaciones criminales están mejor equipadas que la policía o el Ejército y las fronteras con México existen solo en los mapas. El reciente asesinato, atribuido al violento cartel de Los Zetas, de 27 campesinos en el departamento fronterizo de Petén volvió a poner todos los focos en la situación dramática de Guatemala. En una entrevista reciente con este periódico, el presidente Álvaro Colom aseguró que "los dos Gobiernos anteriores planificaron la entrega del país al narco" y que, ante tal situación, ni Honduras ni Guatemala ni El Salvador -los países centroamericanos más castigados por el crimen- pueden defenderse solos. Reclamó la llegada de más fondos y la creación de "una especie de OTAN contra el crimen organizado".
¿Es esto posible? Durante el miércoles y el jueves, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y los presidentes de México y Colombia, Felipe Calderón y Juan Manuel Santos, respectivamente, escucharán las peticiones de sus colegas centroamericanos. Según las primeras señales, países como México y Colombia están dispuestos a ayudar con formación de policías y militares, y hasta con material, pero se muestran reacios a desembolsar más dinero. La región ya recibe unos 1.500 millones de dólares para financiar programas y proyectos relacionados con la seguridad y la justicia, pero el ministro guatemalteco de finanzas, Rolando del Cid, calcula que se necesitan otros 6.000 millones para poder contener el avance del crimen.
La petición económica también se dirige hacia Europa. A este respecto, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y el presidente Colom ya se reunieron el martes. Según datos recogidos por Efe, España ya contribuye con ocho millones de euros a la Estrategia de Seguridad Centroamericana para el periodo 2010-2013, de tal forma que el dinero desembolsado entre 2008 y 2014 ascenderá a 150 millones de euros. No parece que la situación actual de España y Europa hagan posible a corto plazo una ayuda mayor.
Por J. ELÍAS / P. ORDAZ - Guatemala / México - from elpais.com 23/06/2011
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