sábado, 18 de junio de 2011

Las agencias de viajes achacan su declive a la crisis y no a la competencia de Internet


Foto from viajesmontreal.com

En épocas de vacas flacas las empresas se aprietan el cinturón. Pero cuando en un sector, además de la crisis afectan las nuevas tecnologías, sobrevivir en el mercado es todo un reto.
Es lo que les está sucediendo a las agencias de viajes tradicionales, que no sólo tienen que lidiar con la situación económica, sino también con el boom de las agencias online y los viajes low cost.
Asimismo, propietarios de este tipo de agencias declaran que lo que más está perjudicando al sector no es Internet, sino la situación económica, ya que según afirman, hay mercado para todos porque todavía queda mucha gente que quiere trato directo.
De esta forma, las agencias intentan sobrevivir a base de la adaptación a la demanda, y por la confianza que transmiten al consumidor al ofrecer una relación privada y personal.
Juan José Oliván, presidente de Airmet, grupo de gestión formado por 2.000 agencias españolas, constata la caída de ventas. "En lo que va de año han cerrado 400 puntos de venta en el sector, y la tendencia es que siga habiendo cierres". No obstante, Oliván afirma que la mayor problemática con la que cuentan las agencias de viajes es la guerra de precios que se está llevando a cabo.
"Hay un exceso de oferta y la rentabilidad está cayendo en torno a un 15%, porque además de venderse menos, también se vende más barato y la gente espera a las ofertas de último minuto" explica.
Entonces, ¿cómo se las ingenian estos negocios para sobrevivir?.
Orientación al cliente
Diego Conejo, propietario de Viajes Trazado, ha visto caer sus ventas en torno al 30%, lo que le ha llevado a "ajustar mucho los gastos a nivel empresarial y personal", explica. En este escenario, ¿qué estrategia ha seguido? Prescindir de aquellos productos que ofrecían bajos ingresos, ajustando así su oferta.
"Hay determinados tipos de viaje que ya no vendemos, como son los dirigidos a estudiantes o a la tercera edad, porque los márgenes de beneficios son muy pequeños y no nos compensan económicamente" señala.
Yolanda Acebrón, dueña de Solución Viajes, también ha tenido que ajustarse el bolsillo. Esta propietaria de una pequeña agencia cifra la caída de ventas en torno al 20%, aunque considera que parte del problema radica en la desconfianza social.
"La gente tiene miedo a gastar dinero por la crisis. Además, está el tema del machaque televisivo, que sólo cuenta los sucesos trágicos que suceden en el mundo, pero no informa de la recuperación de una zona.
Por eso, nosotros tenemos que informar al cliente y quitarle el miedo a viajar a determinados lugares" explica. Aquí entran en juego los packs a la medida de cada cliente, una fórmula con la que combatir las ofertas online, casi siempre estandarizadas.
Conejo cree que la agencia de viajes tradicional está muerta y que el futuro del sector se encuentra en la especialización en un segmento de mercado, como por ejemplo, orientarse a los viajes de empresa, o a destinos determinados. "Nosotros lo estamos en viajes de empresa y en el sudeste asiático" explica.
Los datos corroboran como esta estrategia está al alza dentro del sector. Y es que según datos del grupo empresarial turístico Exceltur, el turismo de negocios ha comenzado 2011 en positivo, gracias a la intensificación de las relaciones comerciales por el empuje de las empresas extranjeras y españolas internacionalizadas, junto con una mayor actividad de las reuniones y los incentivos.
Cruceros al rescate
Otro producto al que las pequeñas agencias se aferran para sobrevivir es el de los cruceros. El presidente de Airmet asegura que los cruceros, grandes viajes y costas son los destinos más solicitados.
"Los cruceros están sufriendo un boom porque ofrecen muy buenos precios y por tanto arrastran mucha clientela, y los grandes viajes porque están dirigidos a un público con un alto poder adquisitivo y el que tiene dinero no renuncia a viajar" aclara. Asimismo, el todo incluido también es una de las opciones más pedidas y en la que las pequeñas agencias inciden para hacer más atractiva la oferta.
No obstante, el sector es optimista y espera una recuperación de las cifras en verano, ya que, como indica Acebrón, "para los españoles, el ocio sigue siendo sagrado".
Por Yarelín García from elEconomista.es  17/06/2011