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Campaña de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Los mormones pretenden capitalizar sus últimos 'éxitos' culturales
De Broadway a Hollywood, pasando por la carrera a la Casa Blanca
Humillan a 'Spiderman' en Broadway. Seducen a Ashton Kutcher en Hollywood. Se codean con Harry Potter en las librerías. Contagian al mundo los 'Siete hábitos para ser altamente efectivos'. Triunfan en la tele con una puesta al día de la poligamia. Catapultan a dos candidatos republicanos hacia la Casa Blanca...
Y ahora van y lanzan una campaña nacional con vallas publicitarias y anuncios en lo alto de los taxis, para explicar a sus compatriotas y al mundo entero cuáles son sus principios, tantas veces incomprendidos: 'I'm a mormon' ('Soy un mormón').
El poderoso reclamo lleva tiempo dando la vuelta a EEUU y ahora se ha encaramado a las vallas de Times Square coincidiendo con los nueve premios Tony para 'El Libro de Mormón', el musical favorito de Dios, del público y de la crítica. Cualquiera diría que Trey Parker y Matt Stone, creadores de 'South Park', se han hecho 'misioneros' encubiertos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a la conquista final del 'sueño americano' (casi dos siglos después del éxodo que les llevó hasta las Montañas Rocosas).
"Estamos ante la mayor oportunidad que ha tenido el mormonismo para tomarse a sí mismo seriamente y salir a la encuentro del común de los mortales", asegura Bill Cutting, experto en publicidad radicado en Utah, desde donde se considera el salto 'cultural' del mormonismo como una consecuencia lógica, fruto de la persistencia de sus seis millones de fieles en EEUU (14 millones en el mundo) y de esa fe inquebrantable en la 'progresión eterna'.
"Nuestra iglesia ha sido siempre conocida por los esfuerzos para compartir nuestro mensaje", asegura desde Salt Lake City Elder Richard G. Hinckley, al frente del Departamento de Misiones, que no ha dudado en explotar el tirón de Internet (www.mormon.org) para difundir las prédicas del profeta Joseph Smith.
Más de 30.000 mormones dan la cara abiertamente estos días para cantar las bonanzas de su religión e invitar a los americanos a mantener la 'conversación' abierta por la cascada de grandes éxitos...
1. En Broadway
"Los mormones creen en estupideces, pero nos caen simpáticos", aseguran Parker y Stone, asistidos por el letrista de Avenida Q, Robert López, en la inmaculada concepción del "musical de la década en Broadway" (palabras mayores del 'New York Times').
Los creadores de South Park ya explotaron el filón de Utah en la serie de dibujos animados, con el capítulo titulado 'Todo sobre los mormones'. Su primera incursión en el cine, 'Orgazmo', narraba precisamente las peripecias de un misionero que cae atrapado en el circuito porno del Valle de San Fernando cuando va llamando de puerta en puerta.
En 'El Libro de Mormón', nos trasladas desde Utah a un villorrio de Uganda, donde los nativos maldicen alegremente al Altísimo ('¡Jódete, Dios!') y no acaban de entender las enseñanzas estrambóticas de los misioneros rubios. Hasta que aparecen en escena Andrew Rannels (Elder Price) y Josh Gad (Elder Cunningham), algo así como Don Quijote y Sancho Panza del mormonismo.
2. En Hollywood
Se llaman Katherine Heigl y es una de las actrices más cotizadas del momento. Ganó un Emmy con 'Anatomía Gris', y últimamente la vimos en 'Killers', 'Lío embarazoso' o 'Como la vida misma'. Está a punto de rodar 'Escape', inspirada en la historia real de Carolyn Jessop, la mujer que escapó de un marido polígamo con sus ocho hijos...
Y sin embargo Heigl se educó en el mormonismo. Su familia -de origen alemán-se convirtió tras la pérdida de su hermano Jackson, "y la fe consiguió sacarnos del atolladero". La autodisciplina, asegura, fue la mejor enseñanza de aquellos años y tal vez la llave para su éxito en Hollywood... "Aunque si volviera a la Iglesia tendría que dejar de fumar y beber. Con el tiempo, he decidido satisfacer mis vicios, en vez de combatirlos".
El actor canadiense Ryan Gosling ('Blue Valentine') bebió también de las fuentes de mormonismo, al igual que el guionista Dustin Lance Black, que ganó el Oscar por 'Milk' y ha denunciado vehementemente -en el documental '8'- la persecución sistemática de los homosexuales... "Ahora que la Iglesia de los mormones está en el punto de mira, tengo la esperanza de que por fin se abran al mundo".
3.- En la literatura
A Stephenie Meyer, la 'sucesora' de J.K. Rowling en el imaginario de millones de adolescentes, no le gusta hablar más de la cuenta sobre su fe. Sus vampiros, insiste, no son necesariamente mormones, aunque sean abstemios y practiquen la abstinencia sexual.
Con la saga de 'Crepúsculo', Meyer no sólo se ha aupado a la lista de autores más vendidos del planeta, sino que ha logrado tal vez el mayor 'salto cultural' de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días. Pese a su sospechosa palidez, Bella y Edward Cullen son algo así como el poster ideal para las nuevas generaciones.
Antes que Meyer, otro mormón ilustre conquistó las librerías. Stephen Covey ha vendido más de 15 millones de ejemplares de 'Siete Hábitos de la gente altamente efectiva', el libro que abrió la brecha entre la gestión de empresa y la autoayuda. Algunos de sus principios -'Toma siempre la iniciativa', 'Ten la meta muy clara', 'Crea sinergia', 'Afila la sierra'- han sido aplicados, entre otros, por Dave Cheketts (ex director del Madison Square Garden) o David Neeleman (fundador de JetBlue).
4.- En la tele
Aunque la práctica fue oficialmente abolida hace más de un siglo, la poligamia se sigue practicado en Utah a la luz del día. La serie 'Big Love', con Bill Paxton al frente de un harén de tres esposas (y ocho hijos), ha conseguido lo que parecía imposible: 'normalizar' la peculiar convivencia ante los ojos de millones de norteamericanos.
Los mormones entraron aquí en confrontación directa, a título particular y a nivel de Iglesia. Pero el conflicto se fue diluyendo a lo largo de la cinco entregas de la serie de la HBO, que conquistó el favor mayoritario del público y logró incluso un Emmy (para Chloe Sevigny, la esposa 'aventajada').
La televisión, y más en concreto de la Fox, ha servido también de púlpito a otro mormón destacado: el ultraconservador Glenn Beck. En pleno período de reflexión, después de haber formado 'extraña pareja' con Sarah Palin, Beck fue el predicador oficioso del Tea Party, organizador de aquel cónclave para 'restaurar' el sueño americano que convocó a decenas de miles de compatriotas en Washington.
5.- En la política
Dos, mejor que uno. Y además, primos lejanos... La carrera republicana a la Casa Blanca presenta este año un doble aliciente: los candidatos mormones Mitt Romney y Jon Huntsman.
"¿Está preparado Estados Unidos para un presidente mormón?" La pregunta resuena con la misma insistencia con la de aquella otra del presidente negro que pasó a la historia. Nadie pone la mano en el fuego, pero todo hace pensar que Obama ha allanado el camino a Romney, glorificado en la última portada de 'Newsweek' como si fuera el triunfante Elder Price de 'El Libro de Mormón'.
Mientra Romney plantaba cara a la adversidad como misionero en Francia, Jon Hunstman -ex gobernador de Utah- se curtía como misionero aprendiendo mandarín en Taiwan. Aquella lección fue impagable para poder aspirar al cargo de embajador en China que le ofreció gentilmente Obama (con la idea, tal vez, de quitárselo del medio como rival).
Hunstman ha vuelto sin embargo a la 'tierra prometida' a tiempo para la ruleta electoral y aspira a dar la campanada, sin renunciar a sus principios, pero presumiendo de apertura y multiculturalismo: "Me eduqué como mormón, mi mujer es episcopaliana y mis hijos van a un colegio católico, aunque tengo también una hija adoptada de India y celebramos con ella ritus hindús. Somos como la esencia de América: un poco de todo...".
Por Carlos Fresneda | Nueva York from elmundo.es 22/06/2011
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