viernes, 24 de junio de 2011

Nadie quiere comprar el súper yate en el que Madoff embaucó a parte de sus inversores


Foto from elmundo.es

Tiene 27 metros de eslora, seis camarotes, apenas supera las 300 horas de navegación y alcanza una velocidad punta de 42 nudos. Se trata del yate en el que Bernard Madoff paseó por los mares a su familia y a parte de los inversores a los que finalmente acabaría estafando.
En la proa de este barco, como en casi la totalidad de las lujosas posesiones que Madoff acumuló en sus años de gloria, ahora embargadas por la justicia, cuelga el cartel de ‘se vende’. El “Bull” (toro) espera comprador amarrado en el puerto de Mónaco, en el marco de la feria comercial Gaim Internacional, uno de los eventos anuales más glamurosos de Europa. Madoff bautizó su juguete naval de esa manera en honor a la expresión bull market, que hace referencia a los mercados al alza.
El nombre de su criatura no le trajo demasiada suerte y el inversor acabó entre rejas. Quizá por eso nadie quiera ahora comprar el que fuera su barco, uno de tantos, y eso a pesar de que se vende exactamente por la mitad de lo que costó. El financiero americano compró en 2007 este modelo Leopard al astillero italiano Cantieri De Arno por un total de seis millones de euros. Ahora lo regala por tres.
Wyles Hardy & Co, empresa responsable de la oferta y encargada de vender parte de los bienes que le fueron embargados a Madoff, ya buscó comparador para el barco en el puerto Ocean Marine de Gibraltar durante el pasado mes de enero, pero parece que no hubo suerte.
Ahora prueban en tierras monegascas, cuna del lujo europeo. Los asistentes a la feria interesados en su adquisición han sido invitados a presenciar desde el balcón del Café Llorca, uno de los locales más selectos del lugar, cómo navega el yate por las aguas del principado, según cuenta el Financial Times. Pero, de momento, nadie quiere poseer el barco en el que tantos hombres de negocios fueron embaucados.
Hasta ahora, la familia Madoff ha conseguido recaudar 24 millones de euros gracias a la venta de un Aston Martin, exóticos relojes y piezas de porcelana china.

Por Álex Parrado  from vanitatis.com   22/06/2011

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