Foto por Corbis Images from elconfidencial.com
GANA ADEPTOS EN MALASIA, JORDANIA Y SINGAPUR.
Escuchar a los maridos y actuar en la cama como prostitutas. Esta es la clave para evitar que los hombres cometan crímenes relacionados con la violencia de género y para acabar con todo tipo de vicios sociales. Al menos eso es lo que defiende una controvertida asociación bautizada como Club de Esposas Obedientes que intenta instalarse en Singapur tras cosechar un gran éxito en Malasia. Las críticas no se han hecho esperar, sobre todo de los sectores más progresistas de la zona, que consideran un atraso las sugerencias de esta asociación.
El Club de Esposas Obedientes (OWC), fundado en Malasia, defiende la armonía en el matrimonio mediante la anulación del papel de la mujer. Explican a las casadas que deben ser unas prostitutas de primera clase en la cama y escuchar siempre los problemas de sus parejas. Y parece que sus consejos han calado: el club ya se ha instalado en Malasia, donde tiene 800 miembros, en Jordania, con 200, y está a punto de abrir otra sucursal en Indonesia.
Según la prensa asiática, lo primero que llama la atención al entrar a la sede del club en Malasia es una gran cama con una colcha roja para las clases. Pero, al contrario de lo que se pueda pensar, desde esta institución aclaran que “los talleres de sexo no están en la agenda”. Aseguran que sólo dan charlas de motivación, consejos y discusiones entre los miembros porque un hombre frustrado sexualmente “puede causar violencia en la sociedad”.
Salvar de todos los males a la sociedad
Su creador en Singapur es un profesor de 70 años, Dalam Zaini, que ya ha contratado a dos hombres del lugar para gestionar el grupo. Lejos de ser rechazado, ya hay diez familias que están interesadas en unirse a la asociación. Zaini ha reconocido que no está destinado a todos los públicos: “Algunas personas están de acuerdo con mi club, mientras que otros lo critican. Creemos que las esposas obedientes puede ayudar a prevenir diversos problemas sociales perjudiciales, como la prostitución, el divorcio, el juego o la violencia doméstica”, ha reconocido.
Para el vicepresidente del club en Malasia, “un marido que se mantiene feliz en el dormitorio, no encontrará razón para buscar prostitutas o disfrutar de otros vicios sociales”. De hecho, desde esta asociación aseguran que “la clave para hacer a un hombre feliz y amoroso es una amante esposa obediente”. Y aún hay más: “Cuando la mujer es obediente, el esposo es apacible. Ellos no buscan en otra parte el cariño que necesitan”. La única diferencia entre las prostitutas y las esposas es que “ellas dan cariño”.
Desde su sede en Malasia, este grupo se justifica argumentando que podría salvar de todos los males a la sociedad. “Hace poco un hombre golpeó a su mujer con una piedra porque se negó a comer con él. No tiene sentido. Estoy seguro de que esto pasó porque ella no le dio ninguna satisfacción la noche anterior. Por eso estaba furioso con ella”, sostienen.
Pero esta asociación también cuenta con muchos detractores. El presidente de Familia, Salud y Desarrollo, el doctor Robia Kosai, ha criticado este club porque considera que promueve valores que son un auténtico insulto para la institución familiar. Sin embargo, y pese a las polémicas, el Club de las Esposas Obedientes se extiende como una plaga por esta zona de Asia.
Por A. Palacios from elconfidencial.com 17/06/2011
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