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"Millonarios del mundo uníos…. Y pagad más impuestos" podría ser el lema para ese incipiente movimiento de potentados que en las últimas semanas parecen haberse puesto generosos con sus gobiernos y aseguran querer que les cobren más para ayudar a equilibrar las cuentas fiscales.
El estadounidense Warren Buffett, la francesa Liliane Bettencourt y el italiano Luca di Montezemolo, presidente de la Ferrari, han pedido al fisco de sus respectivos países que les cobre más impuestos, su "sacrificio" para ayudar a balancear las problematizadas cuentas públicas
Incluso en Alemania, un grupo llamado Adinerados por el Impuesto al Capital propone una tasa de 5% a la riqueza, que generaría unos US$ 150.000 millones.
Aunque el que un millonario pague más parece una transacción lógica para el ciudadano común, sobre todo aquel imbuido en ideas más de izquierda, cierta filosofía político-económica prefiere no cargarlos demasiado con la esperanza de que con más dinero en el bolsillo consuman e inviertan más y activen un círculo económico beneficioso.
De todos modos no se trata de pagar más -porque el impuesto suele ser progresivo, es decir cobra más a quienes más ganan- sino pagar "extra", por encima de lo que deberían.
Esas propuestas aparentemente altruistas se dan en Europa o EE.UU. donde la situación fiscal luce comprometida, pero en América Latina, ¿estarán los potentados locales dispuestos a rechazar los "mimos" gubernamentales que Warren Buffett cuestionó en su reciente artículo en The New York Times? ¿Hace falta una iniciativa similar?
Slim no lo ha pensado
El hombre más rico del mundo, según el listado que hace anualmente la revista Forbes, es el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, quien acumula una fortuna de US$ 74.000 millones ( 25% más que la de Buffett, el tercero del listado tras Bill Gates)
En un intercambio de correos electrónicos con su portavoz Elías Ayub Arturo, BBC Mundo pudo conocer que "no existe ningún pronunciamiento del Ing. Slim por el momento" sobre la iniciativa de algunos de sus compañeros de la lista Forbes.
En su página web, Carlos Slim escribe que el empresariado "debe participar en resolver los problemas, pero, más que dando, haciendo. Entonces el concepto es hacer más y resolver, que dar".
Aunque esa es una respuesta que Slim da a la pregunta de si va a seguir el ejemplo de Gates o Buffett en materia de filantropía, apuntala la visión varias veces expresada por el mexicano sobre el papel del empresario como generador de riquezas.
Sin embargo, como aclaró a BBC Mundo Elías Ayub Arturo, en el caso de los impuestos Slim "no se ha pronunciado de una forma o de otra".
Demasiados impuestos
En líneas generales, la sensación que compartieron con BBC Mundo editores especializados en finanzas y algunos economistas es que la ciudadanía en los países de América Latina, y los más ricos en particular, siente que ya pagan suficiente.
Brasil es uno de esos casos. Con 19 millonarios en la lista de 500 de Forbes, tiene la mayor presencia latinoamericana en el ranking.
Pero de esa nación no ha surgido hasta ahora ninguna sugerencia para que los ricos paguen más, quizá porque el país vive su mejor momento económico de las últimas décadas y el Estado no parece en una situación fiscalmente precaria.
"En Brasil ya los empresarios encuentran que pagan bastantes impuestos", aseguró a BBC Mundo la editora de la publicación financiera especializada Istoé Dinheiro, Denise Bacoccina, quien señaló que la carga tributaria brasileña será del 34,9% del Producto Interno Bruto en 2011, uno de los niveles más altos del mundo.
"No creo tampoco que haya un manifestación de este tipo, porque cuando se habla de cambios en el sistema impositivo se habla de racionalidad en el gasto. Que el gobierno debe dejar de gastar, no que cobre más", explicó Bacoccina.
Cuestión de confianza
La verdad es que a nadie en ninguna parte del mundo le gusta pagar más impuestos, no sólo a los más ricos.
De hecho, el tono de la iniciativa de los millonarios europeos y de Buffett es la de un "sacrificio", lógico, dicen, pero sacrificio al fin.
En el caso de América Latina, un elemento adicional tiene que ver con la confianza de la población en los gobiernos como administradores de la riqueza.
Así que cuando los fondos escasean y el Estado plantea la necesidad de ingresos adicionales, la opinión pública suele hablar de malgasto, irresponsabilidad y hasta corrupción, por lo que es posible que no haya ánimo de contribuir con más impuestos.
"Yo me jugaría a decir que no, por un tema de confianza en el gobierno. Sería como premiar la ineficiencia", dijo a BBC Mundo el administrador argentino Iván Cachanosky.
En cuanto a si los millonarios argentinos estaría dispuestos a pagar más, Cachanosky considera que dependería de una opinión personal, muy influenciada por ese factor confianza y, con las presidenciales de octubre, por la coyuntura electoral que mediatiza la discusión.
A cambio de algo
Por su tradicional riqueza petrolera, Venezuela es uno de los países de la región donde menos impuestos se cobran (o se pagan). Un fenómeno que ha venido cambiando progresivamente en los últimos 20 años.
Carlos Fernández, presidente de Consecomercio, la asociación de cámaras comerciales de Venezuela, en conversación con BBC Mundo dijo creer que los venezolanos más pudientes pagarían más impuestos "pero que se vean revertidos en calidad de vida".
"Si el incremento de los impuestos se va a traducir en aumento de la calidad de vida para los ciudadanos, en aumento de las oportunidades de desarrollo empresarial porque va implicar más infraestructura, yo estoy seguro que el empresariado venezolano y la comunidad de mayores ingresos pudiesen contribuir en pagar más impuestos".
Fernández reconoce que esa discusión no se ha dado porque en Venezuela los aumentos en "la recaudación fiscal se ha sostenido sobre una misma base de contribuyentes", ya que muchos ciudadanos no participan en el sector formal de la economía.
Según un trabajo publicado en 2010 por la Comisión Económica para América Latina, la Cepal, en general "los países de América Latina tributan poco y mal" y se "caracterizan por tener una baja presión tributaria".
Así que quizá, antes de esperar una iniciativa de ricos dispuestos a pagar más tributos, algunos sugerirían a los Estados corregir los problemas de sus sistemas impositivos como primer paso para equilibrar las cuentas fiscales.
Por Carlos Chirinos from BBC Mundo 2 de septiembre de 2011
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