En el mundo hay un total de 2.640 multimillonarios con una riqueza total de 12.200 millones de dólares, unos 11.280 millones de euros, según la lista anual de ricos que elabora Forbes de 2023.
Esto supone reducir este exclusivo grupo al 0,00003% de la población. Una especie que, a pesar de su escasez, es sorprendentemente fácil de encontrar durante el año en varios eventos a los que la mayoría suelen acudir.
Si en enero llegan en masa con sus jets privados a Davos (Suiza), en marzo se pueden ver en una feria de arte en Hong Kong, en mayo recorren las alfombras del Festival de Cannes y en agosto se van de fiesta al desierto Black Rock en Nevada.
En estos lugares es donde negocian, se relacionan y se relajan siempre rodeados de lujos, pero también mezclándose, en ocasiones, con los mortales más comunes. Si quiere verlos en su hábitat natural es a estos eventos a los que tiene que acudir.
Enero: Foro de Davos
Después pasar la resaca de Año Nuevo, muchos de ellos vuelan hasta Suiza para asistir a la reunión anual del Foro Económico Mundial, que se celebra en la pequeña localidad alpina de Davos.
El evento oficial es solo accesible por invitación y la entrada para asistir a las conferencias sobre los problemas globales cuesta decenas de miles de euros. Entre los asistentes suelen estar el cofundador de Microsoft Bill Gates, el dueño de Meta, Mark Zuckerberg, o el director ejecutivo de Black Rock, Larry Fink, por citar algunos.
También asisten presidentes y primeros ministros de los países más poderosos del mundo. La mayoría se aloja en los hoteles de lujo de Davos, como el Steigenberger Grandhotel Belvédère o AlpenGold, que cierran al público en general.
Para alojarse durante las conferencias es preferible alquilar un apartamento. Aunque los precios son prohibitivos. El alquiler de un piso con dos camas dobles y un sofá cama cuesta casi 27.500 dólares durante las cinco noches de la conferencia. Lo mismo pasa con los restaurantes, la mayoría reservados con meses de antelación, se puede conseguir un perrito caliente por 40 euros.
Febrero: Super Bowl
El evento deportivo del año en EEEUU es un imán para los ricos sin importarles la ciudad en la que se celebre cada año. El caso más conocido son las 12 horas de vuelo a contrarreloj entre Tokio y Las Vegas que vivió la cantante Taylor Swift este año para animar a su novio, Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs.
Los equipos de la NFL son uno de los caprichos más recurrentes de los millonarios del país. El dueño de Walmart, Rob Walton, posee los Denver Broncos, el administrador de fondos de cobertura David Tepper es propietario de los Carolina Panthers, el magnate inmobiliario Stanley Kroenke cuenta con Los Ángeles Rams y el empresario Jerry Jones controla los Dallas Cowboys.
Para atenderles, los comités de anfitriones preparan experiencias de lujo con precios de seis cifras, que incluyen aviones privados, alojamientos de cinco estrellas y acceso al campo después del partido. Las suites para la última final constaron hasta 3 millones de dólares en la plataforma de alquiler Suite Luxury Group.
Tras el partido, asisten a las fiestas privadas repletas de estrellas. El año pasado, el director ejecutivo de Goldman Sachs, David Solomon, también conocido como DJ D-Sol por su afición a los platos, pinchó en una sesión a la que asistieron multimillonarios como Jeff Bezos y el cofundador del fondo de inversión Apollo, Josh Harris.
Marzo: Art Basel Hong Kong
Tras la pausa de tres años por el coronavirus, la gran reapertura de la feria Art Basel de Hong Kong vivió una riada de chinos millonarios adinerados que viajaron paga gastar millones de dólares en obras de arte para aumentar sus colecciones. Una peregrinación que se espera de nuevo este año.
En una inteligente maniobra de programación, los responsables de la feria la hicieron coincidir con la cumbre Wealth for Good para promocionar la llegada de fortunas a la ciudad. Esto atrajo a asistentes como el cofundador de Yahoo, Jerry Yang, Neil Shen de Sequoia Capital China y el magnate inmobiliario local Adam Kwok.
La feria se saldó con una docena de ventas de siete cifras, incluidas obras como 'Purple Compression' de George Condo y 'Kisan' de Kazuo Shiraga, por 4,75 millones de dólares y 5 millones de dólares, respectivamente. En 2018, el cofundador de Microsoft, Paul Allen, vendió allí 'Untitled XII, 1975' de Willem de Kooning por 35 millones de dólares a otro coleccionista privado.
Abril: Master de Augusta
Los primeros signos de la primavera para los multimillonarios no los traen los huevos de Pascua, sino las pelotas de golf. La temporada la abre el Torneo Master que se celebra en el Augusta National, el famoso club exclusivo de Georgia, que cuenta con varios multimillonarios entre sus cerca de 300 miembros.
Algunos de sus socios son Warren Buffett y Bill Gates, así como los ricos inversores Warren Stephens, David Ziff y Stanley Druckenmiller. El club ha fomentado siempre un halo de secretismo. Nunca ha detallado su proceso de membresía y hasta 2012 no dejó entrar a las mujeres, pero según Golf Monthly, solo se puede ingresar por invitación y los nuevos miembros solo pueden unirse cuando alguno deja una plaza vacante.
Para el público en general, las entradas para el Masters solo se pueden conseguir a través de una lotería o por cerca de 10.000 dólares en el mercado secundario.
Mayo: Festival de Cannes
Aunque sea un evento reservado para los profesionales de la industria del cine, a los súper ricos les encanta atracar sus yates en el puerto de Cannes para disfrutar de las fiestas e invitar a los actores.
El año pasado, el famoso bulevar de la Croisette fue una de las primeras paradas del recién estrenado superaste Koru de 500 millones de dólares del dueño de Amazon. Jeff Bezos acudió junto a su prometida, la periodista Lauren Sánchez, a la fiesta de Vanity Fair en el Hotel du Cap-Eden-Roc, el evento favorito de los millonarios para codearse con las estrellas. Algunos de los invitados fueron Robert de Niro, Naomi Campbell y Pedro Almodóvar. En años anteriores, ricos como el productor David Geffen o el empresario Len Blavatnik han aparecido en el mismo evento.
Otro habitual es el presidente del imperio del lujo Kering y Groupe Artémis, el francés François-Henri Pinault, marido de Salma Hayek, que organiza cada año la cena Kering Women in Motion. El fallecido cofundador de Microsoft Paul Allen era conocido por organizar sus propias fiestas temáticas en yates. El evento es el preferido de los oligarcas rusos.
Junio: la carrera de Ascot
Los multimillonarios que acuden cada año a mezclarse con la realeza británica en la Royal Ascot, la carrera de caballos anual que se celebra a unos 40 kilómetros de Londres, son de otra pasta a los que acuden a los Grandes Premios de la Fórmula 1.
Algunos son propietarios de caballos ganadores, como Alain y Gerard Wertheimer, dueños de Chanel. Y otros, descendientes de fortunas clásicas como la familia del naviero griego Stavros Niarchos; la heredera de la empresa sueca Tetra Pak, Kirsten Rausing; y el magnate de la construcción británico Anthony Bamford.
Durante más de 200 años, la carrera ecuestre más famosa del mundo ha estado abierta al público. Alrededor de 300.000 personas asisten al evento de cinco días. Pero es casi imposible acceder al Royal Enclosure, donde se codean los ricos y famosos, porque requiere un proceso de solicitud especial, que incluye tener dos patrocinadores. Además, hay que cumplir el estricto código de vestimenta, que obliga a las señoras a llevar sombrero y prohibe a los hombres lucir pajarita.
Julio: Conferencia de Allen & Company Sun Valley
En verano, los multimillonarios cambian Davos por la pequeña localidad de Hailey en Idaho. Allí se celebra la Conferencia Allen & Company Sun Valley, también conocida como el campamento de verano para ricos.
El evento lo organiza desde 1983, el banco de inversión Allen & Co con su presidente, Herbert Allen, como anfitrión. Se juntan los nombres más poderosos de la economía mundial como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Warren Buffett y Rupert Murdoch.
La conferencia se ha hecho legendaria por los acuerdos alcanzados entre palos de golf, caminatas por el campo, rafting y partidos de tenis. Es donde Bezos consiguió comprar 'The Washington Post' por 250 millones de dólares en 2013 y donde se plantó la semilla para la adquisición de 'ABC' por parte de Disney por 19 mil millones de dólares en 1995.
Solo se puede asistir con invitación. La seguridad es impenetrable e incluso la prensa está aislada la mayor parte del tiempo. Para quedarse allí cuando el evento no está en marcha, la sede del retiro es Sun Valley Lodge, un hotel con pista de patinaje sobre hielo, spa de lujo y piscina con vista a las montañas. Las habitaciones más básicas cuestan 500 dólares por noche durante el verano, y las suites más de 1.500. El banco paga la factura de los millonarios.
Agosto: Burning Man
Lo que comenzó a principios de los años 90 como un festival de arte y música anticapitalista en medio del desierto de Nevada, se ha convertido en el principal destino de los millonarios tecnológicos de California para desparramar.
Los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, fueron Burners, como se conoce a sus asistentes, desde los inicios, al igual que Eric Schmidt, a quien eligieron para ser el director ejecutivo de la compañía. El festival inspiró el primer Google Doodle del buscador.
También se ha visto en la acampada de Black Rock a los cofundadores de Facebook, Dustin Moskowitz y Mark Zuckerberg, y el cofundador de Uber, Garrett Camp. Incluso Ray Dalio, el exitoso administrador de fondos de cobertura, lució allí unos pantalones de campaña de estampado psicodélico en 2019.
La peregrinación al desierto de empresarios, modelos, actores y demás fauna millonaria en sus jets privados hasta el aeropuerto temporal construido para la ocasión. Y su estancia en elegantes caravanas con aire acondicionado y chefs que cobrar seis cifras por sus servicios ha hecho desvanecer el espíritu de desmercantilización que tenía el festival original.
Septiembre: El Salón Náutico de Mónaco
Cuando acaba el verano, los ricos corren a Mónaco a renovar sus yates. Allí se celebra cada año el Salón Náutico, la mayor feria de megayates del mundo. Los más de 100 barcos en exhibición tienen una longitud promedio de 50 metros y toda clase de lujos interiores como ascensores, bares, spas, piscinas, gimnasios, jacuzzis y helipuertos.
Por la exposición han pasado los yates del cofundador de Microsoft ya fallecido, Paul Allen, el impulsor inmobiliario de Las Vegas Steve Wynn y el empresario italiano Pier Luigi Loro Piana. El evento también solía ser uno de los favoritos de los oligarcas rusos, aunque las sanciones les han impedido asistir en los últimos años. La entrada a la feria cuesta 600 euros al día.
Octubre: Feria de Arte Frieze en Londres
En otoño comienza la caza por las obras de arte contemporáneo más cotizadas en Londres. El coto es la Feria de Arte Frieze, que atrae a ricos de todo el mundo. Por allí se ha visto al titán de los diamantes Laurence Graff y a la esposa de la leyenda de los fondos de cobertura Louis Bacon, Gabrielle.
Cualquiera puede acceder comprando una entrada que ronda los 60 euros, pero a las fiestas que se celebran después solo se accede con invitación. Alí se puede ver a la nieta de Gordon Getty, Ivy Getty, o a la del multimillonario Roger Penske, Sophia, interactuando con celebridades de todo tipo.
Noviembre: el Baile de las Debutantes de París
Es la tradición centenaria en la que adolescentes de familias millonarias lucen sus galas sin más objetivo que el de dejarse ver. El baile es solo por invitación y nadie puede comprar una entrada, al menos que los decida Ophélie Renouard, fundadora de la versión actual del evento.
Es ella la que selecciona cuidadosamente la cohorte de unas 20 mujeres que, cada año, van a a París para pasar un fin de semana de sesiones de maquillaje, peluquería, sesiones de fotos y valses tradicionales.
Entre las debutantes se encuentran miembros de la realeza como la princesa Elena de Orleans y la princesa india Akshita Bhanj Deo. Así como hijos de la élite de Hollywood como las hijas de Forest Whitaker, Autumn y True, y Ava, la hija de Reese Witherspoon y Ryan Phillipe. Se mezclan con las herederas de las mayores fortunas como Araminta Mellon, Kayla Rockefeller, Laila Blavatnik y Amanda Hearst, que acuden acompañadas de sus padres. Todo lo pagan los patrocinadores.
Diciembre: Año Nuevo en Saint Barth
No hay un lugar en el mundo con más millonarios por metro cuadrado en Navidades que la isla caribeña de San Bartolomé, más conocida como Saint Barth.
La festividad más popular es la Nochevieja cuando atracan allí los espectaculares yates de gente como el productor musical David Geffen, la pareja formada por el inversor Barry Diller y la diseñadora de moda Diane von Furstenberg, así como el millonario francés Bernard Arnault con su esposa, la actriz Salma Hayek.
La última convocatoria estuvo desaliñada por la ausencia del millonario ruso Roman Abramovich, ex propietario del Chelsea FC, debido a las sanciones. Cada año, montaba una fiesta en la que han llegado a actuar artistas como Prince y Beyoncé, con un gasto millonario en comida y alcohol, e invitados como Orlando Bloom y Rupert Murdoch.