Los reCAPTCHA son la evolución de los CAPTCHA que creó Google para evitar que los bots se hiciesen pasar por humanos.
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Google creó una inteligencia artificial hace casi una década que era capaz de sortear las pruebas de CAPTCHA y, por eso, desarrolló reCAPTCHA un sistema más seguro y sencillo de usar.
La tecnología ha evolucionado hasta tal punto de que hay individuos a los que les preocupa que les sustituyan en sus puestos de trabajo. Sin embargo, hay algo que las máquinas no son capaces de hacer (todavía): demostrar que no son un robot a través de los reCAPTCHA.
Google presentó sus reCAPTCHA para proteger los sitios web de la llegada masiva de bots en diciembre de 2014. Desde entonces, muchos los usuarios se preguntan cómo es posible que las máquinas no sean capaces de mentir y afirmar que no son un robot.
Según explicaba Google, bastaba con marcar una casilla indicando que no éramos un robot para demostrar que decíamos la verdad. Aunque parece fácil, la empresa indicaba que las reCAPTCHA cuentan con "un alto grado de sofisticación detrás de esa modesta casilla de verificación".
Los CAPTCHA, los precursores de los reCAPTCHA
A grandes rasgos, esta herramienta es un usuario automatizado y gratuito capaz de diferenciar entre un humano y un bot con ciertas pruebas. En concreto, las siglas del nombre significan 'Complety Automated Public Turning test to tell Computers and Humans Apart' ('Prueba pública de Turing completamente automatizada para diferenciar las computadoras de los humanos').
Los CAPTCHA consistían en escribir un texto distorsionado. Sin embargo, a medida que los bots se fueron volviendo más inteligentes, los CAPTCHA se complicaron, hasta tal punto que una máquina era más capaz de resolverlo que un humano.
En 2014, Google reconoció haber creado una inteligencia artificial (IA) que conseguía resolver un texto distorsionado con una precisión del 99,8%. Mientras tanto, los humanos solo lograron hacerlo el 33% de las veces.
Los CAPTCHA todavía existen, pero, ante la falta de seguridad que detectaron en Google, optaron por innovar. La solución fue más sencilla de lo pensado: solo había que preguntar al usuario si era un robot.
"¿Eres un robot?"
Google no revela cómo funcionan exactamente los reCAPTCHA, pero los expertos intuyen que los movimientos que se realizan con el ratón para marcar la casilla juegan un papel importante. En realidad, la empresa decidió poner la pregunta de "¿Eres un robot?" y la casilla de "No soy un robot" como texto para guiar al usuario a marcarla, pero eso no es lo que demuestra que eres humano.
Lo fundamental que, posiblemente, marca la diferencia para las webs con reCAPTCHA es que, mientras los robots realizan movimientos rectos que conducen directamente a un objetivo, los humanos hacemos uno más arbitrario, pero decidido. Los patrones de movimiento que realizamos los usuarios con un ratón son prácticamente imposibles de imitar por una máquina y, por eso, es suficiente con marcar una casilla para Google.
Google sigue usando los CAPTCHA como añadido en sus reCAPTCHA cuando tiene dudas.
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Aunque a veces basta con preguntar al usuario si era un robot para comprobarlo, no siempre era así. "En los casos en que el motor de análisis de riesgos no pueda predecir con seguridad si un usuario es humano o un agente abusivo, solicitará un CAPTCHA para generar más señales, aumentando la cantidad de puntos de control de seguridad", detallaba la compañía.
Por ejemplo, la web puede complicar el test de Turing pidiendo al humano que escriba el número o las letras que vio en una imagen, que resuelva un rompecabezas o que selecciónese las imágenes en las que apareciese un objeto concreto. Es decir, el reCAPTCHA es la evolución del CAPTCHA.
NOTICIA06.03.2024 - 07:12H
https://www.20minutos.es/tecnologia/ciberseguridad/razon-bots-no-pueden-marcar-casilla-recaptcha-5216571/