jueves, 19 de mayo de 2011

Occidente quiere romper con la OPEP


Foto from economiadominicana.wordpress.com

Las revueltas populares y políticas que han cruzado Oriente Medio y el Magreb en los últimos meses empiezan a dejar consecuencias más allá de las reformas nacionales. Los países exportadores de petróleo, reunidos en torno a la OPEP, ven amenazada se seguridad exportadora ante las presiones de Occidente.
El anuncio de que el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio con sede en Benghazi quiere participar en la próxima reunión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petroleo) que tendrá lugar en Viena, ha puesto al cartel petrolífero en un aprieto. Si la propuesta va adelante y el CNT recibe una invitación para asistir, Occidente saldrá beneficiado; y si la OPEP insiste en la representación de Trípoli, se acentuarán los riesgos de ruptura, opción igualmente favorable a los países occidentales consumidores.
“Queremos participar en la próxima reunión de la OPEP el 8 de junio en Viena, y estudiamos la forma legal de hacerlo” ha declarado Mahmud Chammam, responsable de la información en el CNT, a la agencia de prensa francesa AFP. Este sorprendente anuncio coincide con el rumor, aun no confirmado, de la defección del ministro libio de petroleo Shukri Ghanrem de las filas de los leales a Muamar Gadafi. Según algunas fuentes, Ghanem podría seguir siendo el ministro libio en la OPEP, pero esta vez en representación de los insurgentes de Benghazi.
La petición del CNT al cartel petrolífero le pone en un serio compromiso, porque acentuá los riesgos de división. En estos momentos, y frente a las revueltas árabes y mas concretamente frente a la crisis en Libia, la OPEP parece dividida en tres bloques. Dos de ellos, con igual número de miembros, se muestran favorables y hostiles al régimen de Trípoli. Un tercero, minoritario, ejercería de árbitro en caso de discusión sobre la propuesta de invitar al Consejo rebelde de Benghazi.
Entre los 12 miembros de la OPEP hay cinco que claramente se han posicionado en favor del CNT y en contra de Muamar Gadafi. Se trata de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar e Iraq. Todos ellos llevan adelante una política en la que pesa la defensa de los intereses occidentales.
En el bloque de los miembros mas favorables a seguir manteniendo relaciones con el régimen de Trípoli, se encuentran la propia Libia, Irán, Argelia, Venezuela y Ecuador. El líder de este grupo es el venezonalo Hugo Chavez que no esconde su admiración y su amistad con Muamar Gadafi. En el grupo minoritario independiente que podría servir de apoyo para desequilibrar la balanza están Nigeria y Angola. La discusión sobre la eventual invitación al CNT abriría de todos modos una crisis interna, ya que en estos momentos el Secretario general es el libio Abdaka el Badri, que se supone se alinearía con el régimen de Trípoli.
A pesar de que Arabia Saudita cuenta con un peso preponderante por ser el primer productor y exportador mundial, en el seno de la OPEP hay otros países que disponen de gran capacidad de maniobra. Irán tiene la presidencia de la organización en 2011. Y precisamente hace pocos días su presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha asumido personalmente la dirección del ministerio de Petróleo, dando así a la posición iraní una impronta política muy marcada.
Sin embargo, frente a él está Arabia Saudita, con capacidad suficiente para compensar los problemas de suministro de crudo a Occidente que pueden acarrear las revueltas árabes, y la paralización de las exportaciones petrolíferas por parte de Libia.

Por Pedro Canales from elimparcial.es  18-05-2011

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