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LOS NIÑOS DE AHORA SON MÁS DÉBILES FÍSICAMENTE
Un balón de fútbol, una peonza... los niños de antes hacían mucho más ejercicio y disfrutaban más al aire libre. Ahora las cosas han cambiado. La tentación del ocio fácil es demasiado potente y el ejercicio físico supone un esfuerzo, placentero, pero esfuerzo a fin de cuentas.
La generación Tuenti disfruta más de las consolas, el ordenador y su móvil. “El otro día llevé a mi hijo al colegio en el coche y mientras escuchaba música en el MP3 jugaba con la consola”, me confesó un padre desesperado ante la capacidad multitask de su vástago. Este cambio de hábitos, evidente para las siguientes generaciones, comienza a tener consecuencias físicas. Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido revela que los niños de ahora son más débiles físicamente, contando con menos masa muscular y más grasa.
Pérdida de masa muscular
Han saltado las alarmas. La investigación publicada en la revista Acta Paediatrica pone cifras a la sospecha. Los niños de diez años de nuestra generación son incapaces de llevar a cabo ejercicios básicos en el gimnasio que los de hace una década realizaban sin problemas. Así, en 1998, apenas un niño de cada veinte no podía sostener su propio cuerpo colgado de una barra, frente al 10% actual que se confiesa incapaz. “Es sin duda debido al cambio de hábitos”, confiesa el doctor Gavin Sandercock, responsable de la investigación. “Antes los niños saltaban a la cuerda o trepaban árboles, lo que sin duda aumentaba su fortaleza física”. Pero éste no es el dato más pesimista del estudio: los investigadores han descubierto que el índice de masa corporal (IMC), ha permanecido invariable estos diez años, dato que sugiere que los niños de ahora han sustituido el músculo por grasa, lo que puede provocar un problema de salud.
Las preocupantes conclusiones del estudio no llegan solas. Otro estudio llevado a cabo por investigadores suecos y daneses aviva más la llama si cabe. La investigación lleva las conclusiones del sedentarismo infantil también al terreno de la salud y vincula la falta de ejercicio de la generación actual con futuros problemas cardiovasculares. “Nuestro estudio demuestra una clara correlación entre la inactividad física y múltiples problemas de corazón”, explica la doctora Tina Tanha. Para llegar a estas conclusiones se han tomado en consideración las mediciones de presión arterial y pulsaciones de niños de edades cercanas a los diez años. Pero si todavía no está convencido de lo importante es que su hijo aparte momentáneamente las consolas de su vida, otro estudio viene a corroborar lo saludable que es disfrutar del aire libre, ya que concluye que las consolas abren el apetito y empujan al joven a ingerir más calorías de las que necesita.
Por José Mendiola – from Elconfidencial.com 27/05/2011
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