jueves, 2 de junio de 2011

Productos orgánicos: más caros y nutritivos, pero no tan 'verdes'


Foto por SXC from CNN.com

La industria de los orgánicos también contamina.
 Cada vez existen en los supermercados más áreas destinadas a productos orgánicos.
No obstante, quienes consumen este tipo de productos creyendo que contribuyen a frenar el deterioro ambiental deberían pensarlo dos veces.
¿Por qué?: Porque la mayoría de estos alimentos son transportados de lugares fuera de la localidad y la energía invertida para transportar un alimento que viene del otro lado del mundo es muy alta, lo cual repercute en el ambiente.
Por ejemplo, por cada litro de combustible que quema un avión, se liberan 2.5 kilogramos de dióxido de carbono en la atmósfera. Y si sigues leyendo te enterarás de que eso no es todo.
¿La leche y la carne contribuyen al calentamiento global?
¿Por qué se dice que algunos productos orgánicos contribuyen más al calentamiento global y requieren de más terreno para su producción que los alimentos convencionales? Para ilustrarlo basta el ejemplo de la leche.
Según un estudio, auspiciado por el Departamento del Medio Ambiente, Comida y Asuntos Rurales de Gran Bretaña, la leche orgánica produce más gases de efecto invernadero, ya que requiere 80% más de tierra para ser producida, lo que ocasiona mayor deforestación.
Y si queremos ir un poco más allá, resulta que la ganadería en general produce un 18% más de dióxido de carbono que el sector del transporte, de acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Así que ni los días de tráfico más intenso son comparables con la cantidad de emisiones que genera la producción de un litro de leche o un bistec.
Si a esto le añadimos los fertilizantes químicos utilizados en la alimentación de los animales y la deforestación, más la fermentación y producción de óxido nitroso del estiércol de las vacas (un contaminante mucho más potente que el dióxido de carbono) y el CO2 liberado durante la elaboración y el transporte de los productos, por cualquier lado que se le vea, el proceso es altamente contaminante.
Idealmente el consumo mundial de carne debería reducirse un 10% para el año 2050, para así frenar un poco las emisiones de gases. Una iniciativa es el "lunes sin carne", un movimiento apoyado por diferentes empresas y actores sociales que se está haciendo tendencia mundial.
El lado oscuro del algodón
Como el algodón es renovable y biodegradable se le considera una fibra ecológica, pero hay una parte de su proceso de producción que está en entredicho.
Compañías como Cotton Incorporated, productores e importadores de algodón de Estados Unidos, aseguran que el algodón es tolerante a la sequía y a las altas temperaturas, por lo que no requiere de grandes cantidades de agua y la que se necesita es abastecida por la lluvia.
Sin embargo, expertos en textiles señalan que para producir un par de jeans con algodón orgánico se utilizan 9,546 litros de agua.
Por otro lado, se estima que se destinan al cultivo del algodón el 9% de los pesticidas agroquímicos, cerca del 20% de los insecticidas y el 8% de los fertilizantes químicos que se consumen en el mundo, de acuerdo con el Centro de Comercio Internacional.
El organismo, perteneciente a la Organización Mundial de Comercio, ha alertado sobre la afectación a la salud humana y a los ecosistemas del planeta.
¿Los alimentos orgánicos son más saludables?
Mucho se ha debatido respecto a si los alimentos orgánicos son más saludables que los convencionales.
La doctora Eva Novotny, miembro de la organización Scientist for Global Responsability, asegura que los alimentos orgánicos son más ricos en minerales y vitaminas, y que están relativamente libres de químicos y aditivos perjudiciales.
Sin embargo, otras investigaciones, como las de Alan Dangour, publicadas en la renombrada American Journal of Clinical Nutrition, concluyen que la calidad de ambos orígenes en frutas, verduras, lácteos, huevos y carne es similar respecto a la calidad de nutrientes, vitaminas, calcio y hierro.
En contraparte, el Institute of Science in Society, de Gran Bretaña, responde en favor de la alimentación orgánica. Uno de sus estudios realizado a la leche de vacas que comieron pasto fresco y pastura de trébol libre de fertilizantes, encontraron que el líquido obtenido tenía un 50% más de vitamina E, 75% más de betacarotenos y de dos a tres veces más de los antioxidantes luteína y zeaxantina.
Más caros
¿Qué los orgánicos cuestan más? Para nuestra mala suerte, sí. Esto pasa porque los costos para producir un alimento orgánico son más altos.
Al no utilizar herbicidas ni fungicidas, el trabajo que requiere su cuidado es más intenso, lo que se traduce en búsqueda de alternativas (muchas veces más caras).
Se necesitan más manos, además de que se trata de pequeños productores que no cuentan con los recursos de una fuerte agroindustria. Por si fuera poco, la certificación resulta cara.

Por Nonantzin Martínez  from CNN.com   31 de mayo de 2011

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