jueves, 21 de julio de 2011

Los lujos de los Murdoch, los 'Corleone' australianos


Foto from vanitatis.com

Recurren a métodos poco ortodoxos con tal de conseguir sus propósitos, tienen un sentido de la justicia, la familia y la lealtad muy arraigado, y siguen fervientemente el principio de Omertà: una especie de ley del silencio o código de honor procedente de las mafias sicilianas que prohíbe informar sobre los asuntos y delitos que implican al grupo, considerado una familia.
En Estados Unidos ya han comenzado a comparar a la familia Murdoch con los Corleone o Los Soprano. Aunque no sólo se la ha asociado con estos clanes: uno de los artífices de que el escándalo del Watergate saliera a la luz, el periodista Carl Bernstein, ha ido más allá y ha buscado similitudes entre éste y el caso del imperio de News Corp.
Casas, yates y 177 empresas
La decimotercera persona más poderosa del mundo según Forbes (2010) ocupa también el puesto 117 en lo que a riqueza se refiere. Por eso no es de extrañar que el cierre del periódico News of the World constituya poco menos que una china en su zapato patrimonial. No en vano controla 177 empresas en todo el mundo entre periódicos, revistas, casas editoriales, cadenas de televisión, un equipo de béisbol e incluso un estadio, el célebre Madison Square Garden.
Entre sus múltiples propiedades inmobiliarias diseminadas por Inglaterra, China, Australia y Estados Unidos, destacan:
- Una casa de 1.100 metros cuadrados en un distinguido barrio del centro de Pekín, que adquirió para residir durante los Juegos Olímpicos de 2008 y que le costó cerca de un millón de euros.
- En la ciudad de los rascacielos cuenta con un ático, que intentaron vender hace ya 6 años, un tríplex con gimnasio en la Quinta Avenida y un casoplón, que cuenta con 20 habitaciones y que le costó unos 45 millones de dólares. Se trata de una villa de estilo colonial construida en 1885 con piscina, canchas de tenis y hasta una playa.
-Una casa de estilo italiano en Beverly Hills, construida en 1926 y que cuenta con 11 habitaciones y nueve cuartos de baño, repartidas en 8.700 metros cuadrados. Lo más llamativo de esta vivienda es que tiene dos niveles subterráneos.
- Una casa en su Australia natal: se trata de una propiedad de seis habitaciones, construida en 1926 en la lujosa colina Bellevue de Melbourne. En ella se crió el propio Murdoch y la madre de éste ha residido durante 82 de sus 102 años.
Por lo que se refiere a la flota de vehículos, Murdoch tiene, entre otros, varios yates:
- Uno llamado Morning Glory, en el que contrajo matrimonio con su actual esposa, la periodista Wendi Deng, y que en su día vendió a otro importante magnate del mundo de la comunicación: el político Silvio Berlusconi.
- El conocido como Rosehearty, fabricado en aluminio, cuenta con cincuenta y seis metros de lujo en los que tienen cabida un gimnasio, cinco suites dobles, pantallas de plasma de hasta 60 pulgadas, Internet inalámbrico y equipamiento para realizar esquí acuático. Murdoch lo alquila regularmente tanto en el Caribe como en el Mediterráneo.
Huelga decir que las propiedades de Murdoch no cesan aquí:
- También posee un Boeing 737 al que se uniría otro que utiliza desde hace años en régimen de arrendamiento y del que es propietario Elton John.
- El australiano cuenta asimismo con numerosos vehículos para sus desplazamientos, aunque casi siempre utiliza los mismos: dos Range Rover rojo y negro.
Sus relaciones familiares
Como los líderes de aquellas facciones, Murdoch tiene una particular visión de la familia. Pese a que las relaciones entre sus miembros no siempre han sido fáciles debido a la pugna que mantienen por heredar el imperio, el sentido de la justicia del magnate le ha hecho distribuir entre todos sus hijos la misma herencia financiera, aunque sólo uno de ellos se quedará al frente de News Corp.
Todo apunta a que será James, el cuarto de sus descendientes, el que, a sus 38 años, se hará cargo de la empresa familiar después de que el primogénito, Lachlan, casado con una modelo al igual que su hermano James, abandonara la compañía y Nueva York, y se instalara en Australia con su familia.
Además de los dos varones, Murdoch tiene otras cuatro chicas: la primogénita, Prudence, fruto de su primer matrimonio con Patricia Booker; Elizabeth, casada en segundas nupcias con un tataranieto de Sigmund Freud, hija que tuvo con su segunda mujer, Anna María Torv –madre a su vez de Lachlan y James y cuyo divorcio de Murdoch, en 1998, fue uno de los más caros de la historia, pues le costó al magnate la friolera de 1.700 millones de dólares- y Grace Helen y Chloe, nacidas en 2001 y 2003 de su tercer, y actual, matrimonio con Wendi Deng.
Seis vástagos en total, a lo que hay que sumar una séptima hija: la ambiciosa y carente de escrúpulos Rebekah Brooks, ex directora del periódico News of the World, del diario The Sun y consejera delegada, además de mano derecha de Murdoch, hasta el punto de que el australiano la considera una más de su familia. Conocida como la pelirroja más peligrosa de los medios de comunicación y la niña mimada de Murdoch, fue la mujer más joven al frente de un periódico de ámbito nacional en el Reino Unido.
Un Vito Corleone a la australiana
Al igual que Vito Corleone, Murdoch es amado y odiado a partes iguales. Su ambición y poder, como aquel imperio en el que nunca se ponía el sol, no conocen límites. No en vano sigue su lema, Los negocios son como la guerra: ganar es lo que importa, a pies juntillas. Así, tras expandir la pequeña empresa que heredó de su padre por Australia, Inglaterra y Estados Unidos, donde es uno de los individuos con mayor influencia en la política, su objetivo ha pasado a ser el continente asiático.
Casualidades de la vida, su actual mujer es una joven china que trabajó para él –al igual que su segunda mujer, algo que sus enemigos le han criticado-, por lo que no han tardado en surgir las voces que aludían a un matrimonio de interés, ya que le reportará numerosos beneficios en lo que a su proyección profesional se refiere.
Las acusaciones de sobornos, espionaje telefónico y un holding periodístico construido a base de rumores, sensacionalismo y controversia en lugar de los tradicionales valores éticos de la profesión han marcado a la familia Murdoch, sobre todo durante los últimos tiempos en los que el cabeza de familia ha encadenado escándalo tras escándalo.
También han tenido su porción de protagonismo a lo largo de la carrera profesional de Murdoch los escándalos y polémicas que han rodeado a su imperio, como aquellas informaciones que apuntan a que la mayor parte de sus negocios se canalizan a través de paraísos fiscales y algunas de sus compañóas cotizan allí. Además del ahorro que esto le supone (más de 40 millones de dólares), sus enemigos siempre han mantenido que el australiano, del que, dicen, la humildad no es una de sus virtudes, obtenía enormes beneficios fiscales durante estos años.

Por Lara Fernández  -  from vanitatis.com   20/07/2011

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