Foto por AFP from lavanguardia.es
Dos retinas, que recuerdan a ojos de rana, creadas a partir de células madre.
Es un avance de cara al tratamiento de una forma común de ceguera. Nunca antes se había creado un tejido tan complejo como una retina con células embrionarias.
En una investigación que representa un hito en el campo de las células madre, científicos de Japón han conseguido crear retinas en laboratorio a partir de células embrionarias. Nunca antes se había logrado crear in vitro un tejido tan sofisticado como una retina, que está formada por distintos tipos de neuronas y que cuenta con una compleja de red de conexiones entre ellas. La investigación, que se presenta hoy en la revista científica Nature, supone un avance de cara al tratamiento de enfermedades de la retina.
Por ahora, los experimentos se han hecho con células embrionarias de ratón. Dado que todos los mamíferos comparten un mismo patrón de desarrollo, “creo que el método es aplicable a células humanas con modificaciones menores”, ha explicado por correo electrónico Yoshiki Sasai, director de la investigación, del Centro Riken para la Biología del Desarrollo de Kobe.
La retinosis pigmentaria, que afecta a una de cada 3.700 personas y es la principal causa de ceguera de origen genético en adultos, es la primera enfermedad candidata a ser tratada con células de retina cultivadas in vitro, señala Sasai. También la degeneración macular atrófica, que no es tan discapacitante pero es mucho más frecuente en personas mayores, puede beneficiarse en el futuro de este tratamiento, añade Jordi Monés, director del Institut de la Màcula i la Retina.
Sasai calcula que “harán falta menos de dos años” para trasladar los resultados de células de ratones a células humanas. Pero advierte que “será un reto encontrar una manera de trasplantar las retinas artificiales a los pacientes”.
En la investigación que se presenta hoy, el equipo de Sasai ha situado grupos de unas 3.000 células madre embrionarias en medios de cultivo. En estudios anteriores, el mismo equipo había perfeccionado la composición de los medios de cultivo para favorecer el desarrollo de distintos tipos tipos de células. En esta ocasión, añadieron un ingrediente más que tuvo un efecto inesperado. Las células madre empezaron a transformarse en los distintos componentes de la retina y, para sorpresa de los investigadores, adoptaron una forma tridimensional parecida a la de un ojo. Después las células siguieron desarrollándose espontáneamente y acabaron adoptando la forma de copa característica de la retina. Los investigadores comprobaron que se habían formado los seis grandes tipos de células propios de la retina y que se habían organizado por capas igual que en un ojo adulto. Fue “un resultado imprevisto”, admite Sasai, quien dice trabajar “básicamente por ensayo y error”.
Para Jordi Monés, “la inteligencia que muestran las células, que saben organizarse para formar una retina, es fascinante”. La investigación, además, abre una vía de esperanza para el tratamiento de las enfermedades degenerativas de la retina. En principio, se podría obtener tejido de retina para trasplantar a pacientes tanto a partir de células madre de embriones como de células adultas reprogramadas como embrionarias, explica Sasai. Pero, “como la retina causa poco rechazo inmunitario, consideramos más apropiado obtener estos tejidos a partir de células de embriones”.
Por Josep Corbella from lavanguardia.es 07/04/2011
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