lunes, 25 de abril de 2011

Los principales fabricantes de coches prevén duplicar su fabricación en China

Foto from mx.autocosmos.yahoo.net

Los grandes del motor desvelan en Shanghai sus estrategias por el liderazgo mundial.
Los principales constructores del sector del automóvil apuestan por China para mejorar sus cuentas de resultados. Volkswagen, PSA Peugeot Citroën, General Motors, Ford y Nissan, entre otras marcas, han aprovechado la plataforma que supone el Salón del Automóvil de Shanghai para revelar sus planes de expansión en el país asiático en los próximos años y compensar la caída de ventas en otros mercados del planeta.
La feria del automóvil que se celebra estos días en la capital financiera de China escenifica el cambio de rumbo de la oferta y la demanda del sector de automoción. Los principales constructores del mundo son conscientes de que el certamen de Shanghai va camino de convertirse en el más importante del calendario internacional.
Su tamaño es equivalente al de Frankfurt –actualmente el más grandes e importante– y representa al mayor mercado potencial del mundo. En el 2010 se matricularon más de 18 millones de vehículos en China, que desde el 2009 es el primer constructor automovilístico a escala internacional y también el de mayor consumo. Los analistas prevén que las ventas de automóviles en la China llegarán a los 29 millones de unidades en el 2015, 13 millones más que en Estados Unidos. Y los fabricantes son conscientes de que quien controle el mercado del gigante asiático en los próximos años se erigirá en el líder mundial del sector.
Ante tales credenciales, no resulta extraño que en el Salón de Shanghai se presenten este años hasta diecinueve nuevos prototipos y los principales fabricantes escojan esta cita para revelar sus planes de expansión.
El grupo Volkwagen, líder en ventas en China, ha desplegado una ofensiva en todos los frentes. Ha presentado su renovado modelo Beetle para el mercado chino. Ha anunciado el próximo desembarco de su firma española Seat en el 2012, con los modelos Ibiza y León. Ha realizado la presentación mundial del modelo Audi Q3, que se fabricará en la planta de Martorell. Su marca Skoda prevé multiplicar por cuatro su red comercial, hasta llegar a los 400 concesionarios y producirá el modelo Yeti. Y, en general, contempla invertir 10.600 millones de euros hasta el 2015 y crear 35.000 empleos hasta el 2018 en el país asiático.
La firma estadounidense General Motors ha revelado sus ambiciones de duplicar sus actuales ventas de 2,35 millones de vehículos para el 2015. Para ello, contempla presentar en los próximos años hasta sesenta modelos nuevos o actualizados. Prevé que su marca de gama alta Buick produzca doce prototipos nuevos o actualizados y que Chevrolet sumará otros quince modelos.
El otro gigante estadounidense del sector –Ford– anunció, a través de su responsable para Asia-Pacífico, Joe Hinrichs, “el lanzamiento de quince nuevos vehículos de aquí al 2015”, con el objetivo de aumentar las ventas en el país asiático.
El constructor francés PSA Peugeot Citroën también ha movido ficha. Presentó el modelo DS5, y anunció sus aspiraciones de duplicar sus actuales ventas de 376.000 automóviles, lo que supone una cuota del mercado del 8 %. Para ello, cuenta con una joint venture (negocio compartido) con la firma china Dongfeng, bajo la que fabrica los modelos C4 y C5, y una nueva alianza con el también constructor chino Chang'an, que le proporciona mayor capacidad de producción.
La marca japonesa Nissan, por su parte, también expuso sus planes de futuro. Su presidente, Carlos Ghosn, reveló que la producción de la planta de Cantón se duplicará, hasta llegar a los 600.000 coches por año, “para poder satisfacer la demanda de nuestros consumidores”, declaró Ghosn antes de desvelar en primicia el modelo Nissan Tida.
La batalla, sin embargo, se anuncia larga y dura. Por el momento, los principales constructores no han hecho más que anunciar sus planes. Falta por ver si se materializan y cuándo lo harán. Todo indica que los fabricantes no han tenido en cuenta en sus planes de expansión la ralentización del ritmo de crecimiento registrado en el primer trimestre del año en el mercado del automóvil chino, que ha pasado de crecer el 32% el año pasado al 8% en el primer trimestre de este año. Un descenso provocado por el fin de las ayudas a la compra de vehículos existentes en el 2010, para animar al consumo, y la lucha emprendida por las autoridades, en ciudades como Pekín y Shanghai, para evitar el colapso del tráfico ante el creciente número de coches en circulación.
Las firmas chinas plantan cara
Los dos principales constructores chinos están dispuestos a pelear con las grandes marcas mundiales para conquistar el mercado nacional. La principal marca del país asiático, SAIC (Shanghai Automotive Industry Corporation) prevé duplicar su producción y elevarla por encima de los seis millones en el 2015. La mitad de ella con sus marcas propias, como Roewe, MG y Baojun, y el resto con los modelos que fabrica en joint venture con General Motors y Volkswagen. Su gran rival, FAW (First Automotive Works), ambiciona superar los cinco millones. Casi el doble que ahora.
Por Isidre Ambrós | Shanghai  Corresponsal lavanguardia.es 24/04/2011

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