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China tiene básicamente dos problemas demográficos: uno, el envejecimiento de la población, que está provocando que el país cuente con cada vez un menor porcentaje de jóvenes; y dos, la diferencia entre el nacimiento de varones y hembras, que está haciendo que muchos hombres chinos no encuentren pareja para casarse. Para solucionar estos desajustes demográficos, Luo Tianhao (罗天昊), investigador del Cheung Kong Graduate School of Businnes (长江商学院), propone crear un impuesto que grave a las mujeres que se casen con los extranjeros.
Luo Tianhao llama a este impuesto la "tasa de las mujeres guapas" (美女税) y dice que este tipo de medida ya tiene un precedente en Bielorrusia, país del que China "debería aprender". Siguiendo su modelo, este investigador propone que cuando una china se case con un extranjero, éste debería pagar la media de ingresos anuales en su país. De no querer pagar este impuesto, el extranjero debería obtener la nacionalidad china para casarse con ella.
Para completar la medida, en este artículo publicado en el 21 Century Business Herald (21世纪经济报道) Luo Tianhao propone también ayudar a los jóvenes chinos. Todos aquellos que se casen con una extranjera recibirían (siempre y cuando mantengan la nacionalidad china) una ayuda equivalente al salario medio anual de China. De esta forma se animaría a los hombres chinos a casarse con extranjeras y se aliviaría el desequilibrio de género en China.
Luo Tianhao habla en muchas ocasiones de las mujeres como de una mercancía, algo que muchos internautas le han reprochado en los comentarios a su artículo. Dice que hay que "poner límites a ´la exportación´ de mujeres guapas" y que son un recurso fundamental para el país.
Estas medidas están acompañadas de importantes datos que ponen de manifiesto los desequilibrios demográficos del país. Según los datos que aporta en su artículo, en 1979 las personas entre 0 y 14 años eran un 33,3% de la población china. En el 2009, la cifra no llegaba al 20%. En la actualidad, escribe Luo Tianhao, los mayores de 35 años en China son el 70% de la población. Si las cosas siguen así, en el 2020 el 16,6% de la población será mayor de 65 años.
En cuanto a la disparidad entre hombres y mujeres, el autor dice que por cada 100 hembras que nacen en China lo hacen 117 varones. Además, en aquellas regiones donde si el primer bebé es una niña se puede tener otro niño, la tasa es de 143 hombres por cada 100 mujeres. Siguiendo con estas estadísticas, de seguir así, en el año 2020 habrá entre 30 y 40 millones de chinos que no podrán casarse con una mujer. Como escribe Luo, China “se convertirá en el mayor país de solteros del mundo”.
Luo Tianhao trata estos números con un gran alarmismo. Según él, se ha llegado a "una situación de peligro" para el "destino del país" y de continuar por esta senda los chinos estarían poniendo en riesgo la propia subsistencia de la raza.
El autor incluso pone un ejemplo para ilustrar su teoría. Cuando la famosa cantante Wei Wei (韦唯) se casó en Suecia, China perdió a una profesional artística, perdió una madre, un joven chino se quedó sin esposa y el país dejó de tener un hijo.
En el último párrafo de su artículo, el autor lanza un consejo final para aliviar los problemas demográficos del país: primero, flexibilizar la política del hijo único; segundo, imponer su impuesto a las mujeres guapas.
De hacerse realidad la idea de Luo Tianhao, casarse con una china le costaría a un estadounidense casi 46.000 dólares, a un español más de 31.000, a un mexicano 8.100 y a un argentino 7.600 dólares.
From ZaiChina 07/04/2011
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