martes, 7 de junio de 2011

¿Existe la belleza perfecta? Desmontando el mito de las proporciones griegas


Foto from tetu.com

Constantemente somos bombardeados mediáticamente con cuerpos despampanantes, rostros deslumbrantes y un sinfín de información que nos hace plantearnos cuáles son los parámetros que hoy en día definen al hombre o a la mujer perfecta. Para aclarar estas cuestiones, el Doctor Moisés Amselem, especialista en Medicina Estética y considerado hoy por hoy una de las grandes figuras en nuestro país en materia de la belleza, responde a Vanitatis desde su nueva clínica situada en la madrileña calle de Antonio Maura número 7, donde se dan cita la aristocracia y el arte.
¿Existen las proporciones ideales? Y si es así, ¿en qué consisten?
Bien es sabido desde siempre que el concepto de belleza se relaciona con frecuencia a la armonía de las proporciones, aunque desde mi punto de vista, creer que la naturaleza y la belleza dependen solo de reglas numéricas, es como ir en busca de la simplificación.
El tema de la proporcionalidad y la armonía en el rostro es un tema que preocupó ya a los sabios de la antigüedad. Uno de los grandes conflictos en el tema de la estética es la búsqueda de la simetría y del balance (términos muy utilizados en el mundo anglosajón a la hora de la evaluación del objetivo a alcanzar con un determinado tratamiento). El balance es el equilibrio óptimo en una composición en la que todos los elementos están en la proporción adecuada. La proporción es, por tanto, el estudio de la armonía de las estructuras en el espacio. Y la cara, una estructura enmarcada en el espacio, que consta de seis componentes fundamentales: cabeza, órbitas, nariz, boca, el mentón y las orejas. La clave de la armonía facial radica en la combinación de las medidas y los índices de proporción entre estas seis estructuras, alrededor de los valores medios en cada población, dependiendo de la raza y el sexo, especialmente en órbitas, nariz y labios en particular y boca en general.
Dijeron los grandes expertos en volumetría facial como Farkas en 1985: “No existe en la naturaleza, la armonía absoluta de la cara; la simetría de la cara depende de la calidad de las facciones parejas: cejas, hendidura parpebral, inserción de alas nasales, comisura labial, lóbulos de orejas, en contraste con las medidas dobles como altura, inclinaciones y profundidades de las mismas”. Por tratar de responder a la pregunta, la perfección en la belleza, por supuesto, no existe en su grado máximo ni en forma absoluta, sobre todo cuando estos parámetros han ido evolucionando con el tiempo, siendo cambiantes en cada cultura con el devenir del tiempo.
Entonces, ¿en qué se basa un médico estético a la hora de subir unas cejas, aumentar un labio o rellenar unos pómulos?
Cuando un paciente acude a mi consulta, lo primero que hago es preguntarle qué es lo que le incomoda y qué pretende del tratamiento. Trato de valorar factores que hayan incidido directamente en su proceso de envejecimiento: cambios bruscos de peso, exposiciones solares frecuentes y sin protección, hábitos dietéticos (retención de líquidos, dieta más o menos equilibrada, si bebe o no el agua suficiente…), hábitos tóxicos (tabaquismo, café…). Realizo lo que sería una historia médica y anamnesis detallada. A continuación procedo a realizar una exploración general en busca de alguna razón que contraindicara algún tratamiento o algo que explicase su proceso de envejecimiento más o menos acelerado.
Luego me centro en su envejecimiento facial y trato de valorar si lo que le preocupa es susceptible o no de ser tratado y si lo es, trato de ser lo más honesto posible en cuanto a la consecución de los resultados, el tratamiento que considero más efectivo, el número de sesiones, la duración aproximada basada en la experiencia, los posibles efectos adversos… Una vez consensuado con el paciente, procedo a realizar fotos de antes del tratamiento, para contrastar con el después; el paciente firma el consentimiento informado, después de haber elaborado un plan de tratamiento y de haber aceptado el presupuesto.
Respecto a qué nos basamos para una corrección determinada, yo en mi caso me baso en mis casi 10 años de experiencia en este sector de la Medicina, en la que he aprendido un concepto que para mí ha sido básico: realzar lo positivo de cada rostro, tratando de reponer lo que se ha perdido y no poner lo que nunca se ha tenido (salvo caso excepcionales, como por ejemplo en el aumento de un labio en una persona joven que tiene muy poco). Este concepto es válido y aplicable a cada caso que se nos presenta en la consulta diaria, ya sea subir cejas, aumentar labios o rellenar (o proyectar) pómulos o mentón. La clave está quizás en pensar que es mejor quedarse corto y retocar, que pasarse y no tener opción de marcha atrás, aunque a pesar de todo, siempre utilizo elementos naturales a la piel, reabsorbibles y de duración determinada.

Foto from vanitatis.com

A veces la piel solo está deshidratada, por lo que recomiendo un tratamiento de choque de vitaminas y ácido hialurónico. Pero la mayoría de las veces es simplemente pérdida de ovalo facial como consecuencia del descolgamiento progresivo con el paso del tiempo. Mis dos técnicas conocidas como sol radiante o palo de jockey garantizan al paciente la recuperación más o menos inmediata de todo aquello que el tiempo le robó.

¿Cuál es el canon de belleza más demandado ahora por las mujeres?
El canon de belleza se ha definido como el conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como bonito, atractivo o simplemente deseable, con lo que se trata por tanto de un concepto que varía con las épocas. Alguien dijo alguna vez: “aprendemos a aprehender la belleza”. Lo que más desean mis pacientes es volver a verse como estaban antes y ese es mi mayor propósito, devolverles en cierto modo la seguridad que les proporciona el hecho de haberse recuperado de un descolgamiento de óvalo facial, de una caída de cejas o pómulos, de unas arrugas de expresión o simplemente de un proceso de envejecimiento facial por pérdida de hidratación o turgencia en la piel. En general, éste es el canon de belleza que más me demandan.
Si viene alguna paciente con alguna idea fija de parecerse a alguna cantante o actriz famosa, yo por sistema se lo desaconsejo y le explico e insisto que cada mujer es diferente y lo que le va a una, en otra no funciona. De nada sirve querer tener las facciones de Scarlett Johanson o Natalie Portman, si tu naturaleza es completamente diferente. No hay dos personas iguales, por lo que yo insisto en buscar en la medida de lo posible, la perfección individual. En lo que sí suelo estar de acuerdo con la mayoría de mis pacientes es que en el resultado final la mayoría quieren que les digan "¡qué bien estás!" y no "¡qué te has hecho!".
En el rostro, ¿hay distancias que guardéis por norma, como la de las cejas a los ojos o del labio superior a la nariz?
Sí que existen estos parámetros antropométricos faciales. Pondré algunos ejemplos:
- El labio superior, en el proceso de envejecimiento, se va atrofiando, se va alargando por perder tonicidad muscular el músculo orbicular y se pierde su proyección por atrofia progresiva del hueso maxilar. Se dice que para que unos labios se acerquen a la perfección, el inferior debe ser un veinte por ciento mayor que el superior; la zona central de los labios, debe ser cinco veces mayor que en la zona de las comisuras; la zona central debe ser equivalente al ancho de la nariz, y el ancho total del labio a la distancia entre las pupilas.
- Se dice que una sonrisa es bonita cuando al sonreír se muestra menos de 1 mm de las encías, en caso contrario se trataría de una sonrisa gingival.
- La longitud de una oreja debe ser equivalente, en el perfil, a la distancia entre el canto externo del ojo y el trago (cartílago del centro de la oreja).
- La distancia entre el canto externo de un ojo y del otro es 1,618 veces superior a la distancia entre el canto interno y externo de cada ojo.
- Una sonrisa vista estéticamente desde el frente se considera adecuada si cada diente, comenzando desde la línea media, es aproximadamente el 60% del tamaño del diente anterior a éste.
- El ancho de la nariz debe ser una cuarta parte del ancho total de la cara.
Estos y otros ejemplos han constituido temas de debate y controversias entre los grandes expertos en cada una de las épocas. La cuestión es si en nuestra práctica diaria deberíamos, como expertos en belleza, coger una cinta métrica cada vez que entra un paciente en nuestra consulta y medir cada una de las estructuras y de las proporciones entre las mismas y calificar a los o las pacientes en base a éstas, o por el contrario, dado lo relativo del tema y en base a que no son criterios fijos sino impuestos por las modas, fiarnos más de nuestros propios criterios y de nuestra práctica cotidiana, a la hora de realizar un diagnóstico o planificar un tratamiento.


- ¿Qué celebrities consideras que tengan una armonía facial o corporal '10'?

De los clásicos del cine, dos de los grandes mitos, en cuanto a belleza y armonía facial se refiere, fueron Brigitte Bardot y Paul Newman.
De entre 40 a 50 años, destacaría a la modelo y actriz italiana Mónica Belllucci, aunque también a Kim Bassinger o Claudia Shiffer.
De las actuales extranjeras, me resultaría difícil elegir, aunque destacaría a Gisele Bundchen, Bar Refaeli y Heidi Klum. Y si no fuera por sus voluptuosos labios, quizás me quedaría con Angelina Jolie.

From Vanitatis - 06/06/2011

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