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Los Amondawa viven sin conceptos abstractos como la edad, el calendario o un mes.
La tribu Amondawa mantiene intrigados a los científicos. Y lo seguirá haciendo hasta que no consigan explicarse alguno de sus secretos. Según han desvelado ahora los investigadores, esta apartada civilización del Amazonas, contactada por primera vez en 1986, se comunica con un lenguaje en el que no existen menciones al concepto del tiempo. Todo un síntoma de su ritmo de vida.
Los Amondawa jamás le exigirán resultados para ya mismo, como haría su jefe. Ni hacen planes para dentro de un mes, ni le fijarán una importante reunión para un día y una hora inamovibles. No llegan tarde a un encuentro, ni tampoco les sobra tiempo. Simplemente, llegan. Y, por supuesto, sin relojes, sin alarmas, sin despertadores, sin agendas, sin calendarios.
Más de una vez a cualquiera de los que en el mundo civilizado vive esclavizado por la tiranía del reloj le hubiera gustado esconder la cabeza bajo el ala y ser un Amondawa. Aunque sólo fuera por un momento.
Ocho semanas viviendo con la tribu
Esta apartada tribu del Amazonas, que vive en un territorio perteneciente a Brasil, permaneció totalmente aislada del mundo exterior hasta que hace 25 años fue contactada por primera vez por una expedición. Ahora, un grupo de científicos ha pasado ocho semanas con ellos, libreta en mano, examinando su comportamiento.
Según explica Chris Sinha, profesor de psicología del lenguaje en la Universidad británica de Portsmouth y responsable del proyecto, lo más sorprendente ha sido comprobar, “sin ninguna duda”, que esta tribu “no tiene el concepto del tiempo como algo que puede ser medido, contado o hablado como algo en abstracto”.
Esto no quiere decir, según Sinha, que esta cultura viva “fuera del tiempo”, sino simplemente que sus miembros pueden hablar de eventos que han ocurrido pero “no tienen una noción del tiempo como algo en el que estos eventos ocurren”, explica el profesor a la BBC.
No hay horas, meses, días o años
El estudio, publicado en la revista especializada Language and Cognition, y desarrollado en colaboración con la Universidad Federal de Rondonia, en Brasil, demuestra que los Amondawa no tienen palabras para medir el paso del tiempo, como “horas”, “días”, “meses” o “años”. De hecho, ni siquiera tienen la palabra “tiempo”.
No son capaces de decir, por ejemplo, “he estado caminando todo el día”, y carecen de estructuras lingüísticas para referirse a las edades de sus miembros. Y más sorprendente aún: no hay una correlación entre los conceptos del paso del tiempo y el más elemental movimiento a través del espacio.
Según explicaron los investigadores a la BBC, las expresiones presentes en todos los lenguajes que determinan si algo “ha ocurrido” o no, o si lo ha hecho antes o después que otra cosa no están presentes en el habla de esta tribu.
Tampoco tienen términos para designar si una persona es joven o vieja, sino que van cambiando el nombre según van pasando por diferentes etapas de la vida o asumen un papel u otro dentro de la comunidad.
Vivir sin reloj
Sinha y su equipo aseguran que son ajenos al concepto del tiempo simplemente porque no disponen de la tecnología para medirlo, desde un reloj hasta un calendario para medir los días de la semana. De hecho, conforme van aprendiendo el portugués, algo que está ocurriendo de forma cada vez más acelerada, van incorporando algunas de estas palabras sin problemas.
Con todo, los investigadores no dan por concluida su misión, y han anunciado que quieren viajar otra vez a su poblado para terminar de verificar su teoría antes de que este lenguaje desaparezca. O los Amondawa conozcan el calendario. O alguien les regale su primer reloj con cronómetro.
Más de una vez a cualquiera de los que en el mundo civilizado vive esclavizado por la tiranía del reloj le hubiera gustado esconder la cabeza bajo el ala y ser un Amondawa. Aunque sólo fuera por un momento.
Ocho semanas viviendo con la tribu
Esta apartada tribu del Amazonas, que vive en un territorio perteneciente a Brasil, permaneció totalmente aislada del mundo exterior hasta que hace 25 años fue contactada por primera vez por una expedición. Ahora, un grupo de científicos ha pasado ocho semanas con ellos, libreta en mano, examinando su comportamiento.
Según explica Chris Sinha, profesor de psicología del lenguaje en la Universidad británica de Portsmouth y responsable del proyecto, lo más sorprendente ha sido comprobar, “sin ninguna duda”, que esta tribu “no tiene el concepto del tiempo como algo que puede ser medido, contado o hablado como algo en abstracto”.
Esto no quiere decir, según Sinha, que esta cultura viva “fuera del tiempo”, sino simplemente que sus miembros pueden hablar de eventos que han ocurrido pero “no tienen una noción del tiempo como algo en el que estos eventos ocurren”, explica el profesor a la BBC.
No hay horas, meses, días o años
El estudio, publicado en la revista especializada Language and Cognition, y desarrollado en colaboración con la Universidad Federal de Rondonia, en Brasil, demuestra que los Amondawa no tienen palabras para medir el paso del tiempo, como “horas”, “días”, “meses” o “años”. De hecho, ni siquiera tienen la palabra “tiempo”.
No son capaces de decir, por ejemplo, “he estado caminando todo el día”, y carecen de estructuras lingüísticas para referirse a las edades de sus miembros. Y más sorprendente aún: no hay una correlación entre los conceptos del paso del tiempo y el más elemental movimiento a través del espacio.
Según explicaron los investigadores a la BBC, las expresiones presentes en todos los lenguajes que determinan si algo “ha ocurrido” o no, o si lo ha hecho antes o después que otra cosa no están presentes en el habla de esta tribu.
Tampoco tienen términos para designar si una persona es joven o vieja, sino que van cambiando el nombre según van pasando por diferentes etapas de la vida o asumen un papel u otro dentro de la comunidad.
Vivir sin reloj
Sinha y su equipo aseguran que son ajenos al concepto del tiempo simplemente porque no disponen de la tecnología para medirlo, desde un reloj hasta un calendario para medir los días de la semana. De hecho, conforme van aprendiendo el portugués, algo que está ocurriendo de forma cada vez más acelerada, van incorporando algunas de estas palabras sin problemas.
Con todo, los investigadores no dan por concluida su misión, y han anunciado que quieren viajar otra vez a su poblado para terminar de verificar su teoría antes de que este lenguaje desaparezca. O los Amondawa conozcan el calendario. O alguien les regale su primer reloj con cronómetro.
Por E.V. from larazon.es 30/05/2011
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