miércoles, 6 de julio de 2011

Born in the USA


Foto from elpais.com

Trece colonias. Trece cohetes. En 1776, las trece colonias británicas en norteamerica declararon la independencia del Reino de Gran Bretaña después de un año de conflicto bélico. La Revolución Americana terminaría finalmente en 1783. El 4 de julio, el Congreso aprobó el texto de la Declaración de Independencia, redactado por Thomas Jefferson y James Madison, en Filadelfia.
La fecha es conocida como el Día de la Independencia. El primer “cumpleaños” de los Estados Unidos fue celebrado también en Filadelfia con fuegos artificiales. “Aquella noche hubo una gran exhibición pirotécnica que empezó y terminó con el lanzamiento de trece cohetes”. En 1779, se repitió la celebración: “Por la noche, se exhibieron una serie de cohetes brillantes, particularmente excelentes, y que después de ascender sorprendentemente en el aire, estallaron mostrando trece estrellas”, detalla el historiador James R. Heintze.
En la actualidad se pueden ver más que trece cohetes en espectáculos que superan el cuarto de hora y las 30 toneladas ante medio millón de personas, como ocurre cada año en la capital. Con forma de palmera, de araña, de crisantemo, anillos y hasta con forma de cara. Slate tiene una foto de cada uno para no perder detalle.
Las trece rayas. Poco se conoce del diseño de la bandera de Estados Unidos. Trece líneas blancas y rojas acompañan el recuadro con 50 estrellas para 50 estados. Y pocos días se pueden ver tantas versiones de la bandera como en un 4 de Julio. Camisetas, gorras, toallas, sombreros, zapatillas, ropa interior, pañuelos, sillas, corbatas, coches... ¿más ideas? Cualquiera que se te ocurra. Muchas llegan importadas de China, un negocio de 5 millones de dólares al año en importaciones.
La tradición. En National Mall en Washington DC. La Avenida de la Independencia en Filadelfia. Un barco en el río Hudson en Nueva York. La Bahía Rocher en el estado de Washington. Cayo Bizcaíno en Miami. Los mejores lugares para ver los fuegos esta noche suelen estar llenos de gente desde por la mañana. Familias enteras y grupos de amigos que han cambiado el humo de la barbacoa por la tartera con -todo puede ser- sobras de la barbacoa del día anterior y una nevera portátil. Toallas. Sillas plegables. Tumbonas. Ventilador de mano.
El menú. Todo lo que se te ocurra cocinar en una barbacoa. Hielo. Refrescos. Agua. Vino. Cerveza. Pastel de manzana. Té helado. Perritos calientes. Hamburguesas. Pastel de limón. Cool-aid. Root Beer. Mazorcas de maíz. Patatas Fritas. Guacamole. Brownies. Ensalada de patata.
En casa. Más del 80 por ciento de los hogares norteamericanos tiene una barbacoa en casa. ¿Quién quiere perderse el desfile por la mañana -en el centro o en televisión- y barbacoa después en el jardín? Unos 41 millones de estadounidenses celebran esta fiesta en casa de un amigo o familiar. En las ciudades, se lleva el cóctel y ver los fuegos artificiales desde la azotea. O, también, no hacer ni caso a la fiesta.
Los números. Según el Censo. El 4 de Julio se consumen 150 millones de perritos calientes. Se compran más de 300.000 toneladas de pollo y 190.000 toneladas de carne durante la semana anterior. Al final de la fiesta habrán explotado 46.000 toneladas de fuegos artificiales. Y la industria pirotécnica ingresará unos 900 millones de dólares, según datos de 2007.
Por Por: Cristina F. Pereda  from blogs.elpais.com 04/07/2011

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