domingo, 5 de noviembre de 2023

La recesión llama a las puertas de Europa y persigue a EEUU, pese a las señales contradictorias

 



  • El consumo, el motor económico de EEUU, ya se está debilitando
  • El deterioro en los resultados se producirá en el trimestre en curso
  • Pero el PIB y las bajas primas de riesgo todavía no muestran esa realidad



El Banco Central Europeo (BCE) ya ha enfriado la economía de la eurozona, pero la Reserva Federal (Fed) no lo ha conseguido todavía. Sin embargo, los expertos avisan de que no se debe cantar victoria en lo que se refiere al aterrizaje suave de la primera economía del mundo, pese a que la recesión esté tardando más en llegar y no se hayan cumplido los vaticinios previos. Estados Unidos va a seguir los pasos de Europa en cuanto a la caída del consumo o la debilidad de los resultados empresariales, aunque el mercado todavía no lo esté reflejando. Las bajas primas de riesgo de la bolsa y del crédito al otro lado del Atlántico son falsas señales y, su PIB, también.

Las subidas de tipos de interés del BCE se están reflejando en la economía del euro, que encadena meses estancada. El Productor Interior Bruto (PIB) ronda el 0%con unas décimas de variación, pero, en definitiva, arroja un crecimiento nulo. Con la ventaja que lleva la Fed en el ciclo restrictivo, la fortaleza estadounidense ha dado varias sorpresas, con un PIB que roza el 5%.

En la eurozona, el PMI compuesto, que se considiera un indicador adelantado, ha sufrido su mayor contracción desde noviembre y ha caído a los 46,5 puntos en octubre. Una lectura por debajo de los 50 puntos indica recesión y, por encima, expansión. Lleva bajo esa línea divisoria desde junio, sin descanso. Pero en Estados Unidos, ese índice supera los 50 puntos en sus últimas lecturas, por lo que todavía no dibuja ese panorama de desaceleración.

Sin embargo, parece que EEUU no tardará en imitar a Europa. En los países del euro, Christine Lagarde y su equipo ya han conseguido que los tipos de interés hayan acabado con el exceso de ahorro de la pandemia que se usaba para el consumo privado. En el otro lado del Atlántico, esto todavía no ha sucedido, ya que el consumo ha impulsado la economía. Pero esta tendencia también acabará pronto.

Los ingresos disponibles de las familias norteamericanas encadenan cuatro meses de caídas, sus ahorros se están agotando y el crédito al consumo se ha desplomado a su nivel más bajo en décadas, exceptuando la pandemia, y se encuentra en terreno negativo. Son las razones de los analistas de ING para advertir del estrés que vivirán los hogares: "El consumo es clave y sus fundamentales se están debilitando", avisa James Knightley.

"Dada esta situación, necesitamos ver cómo los fundamentales mejoran rápidamente. Los ingresos disponibles de las familias son críticos para la economía y, si no se recuperan, tememos que la economía atraviese una contracción en el segundo y tercer trimestre de 2024", añade.

Sin embargo, el mercado todavía no ha ajustado los precios a los riesgos macroeconómicos que acechan. Bank of America (BofA) defiende que esto se puede observar en la prima de riesgo de la bolsa mundial, el 4% y su nivel más bajo en 15 años, y los diferenciales de la deuda de alto rendimiento, que rondan los 300 puntos básicos, cerca de su rango más bajo. Las recesiones coinciden con márgenes de 1.000 puntos básicos. "Pese a que la narrativa dominante es bajista, estos datos apuntan a que apenas se ha puesto precio a las adversidades macroeconómicas", señala el informe estratégico semanal para Europa de la entidad.

La razón de esta anomalía, una narrativa bajista y una prima de riesgo baja cuando debería ser alta, está en la sorprendente fortaleza de Estados Unidos, según los analistas Sebastian Raedler, Thomas Pearce y Andreas Bruckner. El crecimiento economómico reduce la prima de riesgo, que es lo que ha sucedido.

"En nuestra opinión, la fortaleza en Estados Unidos, pese a la debilidad del ciclo crediticio, se debe al impulso fiscal y los pedidos pendientes que las empresas tienen desde la pandemia. Esperamos que estos factores de apoyo especial se vayan desvaneciendo en los próximos meses, que apuntan a una pronunciada ralentización en año que viene", defienden los estrategas de BofA. Asimismo, se ajustarán las primas de riesgo a esa realidad.

Mientras, Europa ya ha dado otra señal de alerta en los resultados, anticipándose, de nuevo, a Estados Unidos. El beneficio por acción del Stoxx 600 ha sido un 8% inferior a lo esperado. Pero en el país de las barras y las estrellas los beneficios han sido un 8% mejores que los pronósticos de los analistas. Sin embargo, una gran parte de los expertos considera que el deterioro en las cuentas de las corporaciones llegará en el trimestre en curso, tanto en beneficios como en ingresos.

Asimismo, las compañías de EEUU que ya han rendido cuentas han avisado sobre las nubes que ven en el horizonte, ya que han adelantado que esperan una débil demanda en 2024. Según Bloomberg, es el mayor número de advertencias desde que la agencia recopila esta información.

"Esperamos una desaceleración significativa en el cuarto trimestre", señalan Tiffany Wilding y Alison Boxer de Pimco. La gestora también advierte de que la fortaleza estadounidense no refleja el debilitamiento que vendrá en los próximos meses. El grado de ralentización, eso sí, dependerá de las futuras decisiones de tipos, matizan.

Precisamente por eso, el mercado está anticipando que el ciclo restrictivo ha finalizado, tanto en Europa como en Estados Unidos. En el área de influencia de Lagarde porque esa debilidad ya ha salido a relcuir y, en el caso de la zona de autoridad de Jerome Powell, las grietas se abrirán en el corto plazo. En ningún caso se considera que haya margen para un alza más, ya que los efectos de la restricción monetaria ya están en marcha, una hipótesis que ha terminado de confirmar el repunte el paro y la menor creación de empleo en norteamérica.