domingo, 26 de noviembre de 2023

El misterioso brote de neumonía en niños en China muestra todo lo que aún falla tras el covid



Ciudadanos de China, cerca de un hospital. 
(Reuters/Tingshu Wang)


La alarma internacional vuelve a saltar por una neumonía en China. Esta vez no parece grave, pero muestra que seguimos teniendo problemas de información y prevención





La sensación de déjà vu es innegable. En las últimas horas, los medios de comunicación de todo el mundo se están haciendo eco de la alarmante situación de los hospitales en China. De nuevo, una neumonía de origen desconocido está saturando los servicios sanitarios del país. No estamos en 2020, pero el escenario parece recordar el inicio del covid, aunque con importantes diferencias: esta vez los afectados son principalmente los niños, pero hay muy pocos casos graves y aún no se han relacionado muertes con este brote. Tampoco parece haber un foco claro, puesto que los casos afectan a una amplia zona del noreste del país, incluyendo Pekín y ciudades que están a cientos de kilómetros. ¿Qué está pasando?

Realmente, la alarma saltó el martes por la noche a través de ProMed, sistema de vigilancia internacional de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas que informó de una “neumonía no diagnosticada” en grupos de niños chinos. En diciembre 2019 el mundo conoció la existencia de una extraña enfermedad en China a través de esta misma vía, lo que acabaría por convertirse en la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2. En esta ocasión, el comunicado afirmaba que los hospitales de la capital y la provincia de Liaoning están “abrumados por niños enfermos”. Los testimonios hablan de fiebre y nódulos pulmonares, pero los afectados no tendrían tos ni otros síntomas.

Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado a China “información epidemiológica y clínica adicional, así como resultados de laboratorio” para averiguar qué está pasando exactamente. El objetivo es confirmar si el brote está relacionado con la bacteria Mycoplasma pneumoniae. Esa es la explicación más plausible, porque ya hace semanas que el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) informó de un brote en Pekín. También es una de las hipótesis más tranquilizadoras, ya que habitualmente provoca neumonías de carácter leve. Al parecer, los niños que requieren hospitalización están ingresados entre siete y 14 días, y no hay casos de adultos confirmados (aunque algunas informaciones sí aluden a casos en profesores).

“Cuando en China hay un incremento de casos no habitual todos nos ponemos a temblar”, reconoce Joan Carles March, exdirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en declaraciones a El Confidencial. El principal problema está en la falta de información por parte de las autoridades de este país, porque no suelen ofrecer datos y, cuando lo hacen, su forma de comunicarlos “nunca es clara”. Aun así, esta vez “no tiene pinta” de que la situación pueda derivar en una epidemia de consecuencias importantes.


placeholderHospital en China. (Reuters)
Hospital en China. (Reuters)

Lo mismo opina Salvador Peiró, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) de la Comunidad Valenciana, especialmente si se confirma que el problema está relacionado con Mycoplasma pneumoniae. “Es una bacteria tratable con antibióticos, es frecuente encontrarla en espacios cerrados, como colegios o cuarteles, y en la mayoría de los casos es leve, ya que muchas veces se resuelve sin tratamiento”, explica. Por eso, “me resulta extraño que llegue a saturar hospitales, pero en China todo ocurre a lo grande”.


El retraso de China en la vuelta a la normalidad

Los epidemiólogos consideran muy probable que este episodio esté relacionado con el retraso del país asiático en su vuelta a la normalidad. En Europa y en otras partes del mundo, regresar a la normalidad tras los confinamientos y las mascarillas se tradujo en una mayor circulación de agentes infecciosos, como el virus de la gripe. “China fue tardía retirando medidas de restricción, que además fueron mucho más estrictas, y es probable que, tras varios años sin circulación de gripe o virus respiratorio sincitial, ahora estén en pleno repunte de todo, incluyendo el propio covid”, apunta Peiró. De hecho, ya han tenido picos de esas enfermedades en otros momentos de 2023, primer año que están viviendo sin restricciones.


placeholderNiños en un colegio de China. (Reuters)
Niños en un colegio de China. (Reuters)

El hecho de que los casos que están causando alarma ahora puedan ser infecciones bacterianas no cambia mucho. “Las enfermedades infecciosas, en general, se contagian a través del contacto directo”, recuerda March, es decir, “las bacterias también se propagan al toser y al estornudar, o a través de elementos indirectos en donde pueden estar”. Todo apunta a que el entorno escolar ha podido propiciar este brote. “La clave no está en la propia bacteria, sino en conocer las circunstancias en las que han surgido los casos”, agrega el epidemiólogo.

No obstante, a diferencia de las infecciones respiratorias virales, los casos provocados por bacterias “son más difíciles de confirmar”, advierte Adrián Hugo Aginagalde, jefe de servicio de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Información Sanitaria de Gipuzkoa, en declaraciones a Science Media Centre (SMC). “Son más leves, pero el tratamiento antibiótico empírico, sin confirmación microbiológica, dificulta luego averiguar el patógeno”. En ese sentido, una de las preocupaciones son las crecientes resistencias bacterianas a los antibióticos, un problema especialmente relevante en China (tiene las tasas más altas del mundo), pero al que Europa tampoco es ajena.


placeholderMaratón de Pekín. (EFE)
Maratón de Pekín. (EFE)

“Teniendo en cuenta que las estrictas medidas restrictivas frente al covid se han levantado en China hace relativamente poco, no es de extrañar que, al enfrentarse al primer invierno sin ellas, aumenten en general todas las infecciones respiratorias causadas tanto por virus como por bacterias”, comenta Sonia Zúñiga, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), también al SMC. “Y tampoco es extraño que un número significativo de estos casos se dé en niños, cuya inmunidad previa será mucho menor que en otros segmentos de la población”, añade.


¿Estamos como en 2020?

En general, los expertos consideran que no estamos ante un riesgo global, pero son prudentes: “La información disponible en este momento es demasiado insuficiente”, comenta Zúñiga, que, en cualquier caso, ve la amenaza “improbable”. Por si acaso, la OMS recomienda que las personas en China sigan las medidas habituales para reducir la posibilidad de contraer enfermedades respiratorias: vacunaciones recomendadas, mantener la distancia con las personas enfermas, quedarse en casa cuando se está enfermo, hacerse pruebas, recibir atención médica, usar mascarillas, ventilar y lavarse las manos regularmente.

En cuanto al resto del mundo, esta vez “no creo que pase nada”, comenta March, “pero necesitamos más y mejor información para realizar una vigilancia adecuada y poder tomar las medidas de prevención precisas”. Según el epidemiólogo de la Escuela Andaluza de Salud Pública, lo que está pasando es el mejor ejemplo de que la situación no ha mejorado mucho desde que surgió el covid con respecto a los datos que llegan de China y los que comparte con la OMS. “Cada vez que hay un número de casos diferente al que se espera, pasa lo mismo: no nos dan la información que necesitamos tener y eso nos genera cierta incertidumbre”, lamenta.

En cambio, Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), es algo más optimista al respecto: “La buena noticia es que el aumento de casos se ha reportado de forma rápida y la investigación se está haciendo de forma rigurosa”, afirma en declaraciones al SMC. En cualquier caso, cree que “habría que monitorizar de cerca” lo que está sucediendo para estar seguros de que las neumonías sean fruto de un incremento de patógenos como el que vivimos anteriormente en otros países que fuimos más laxos con las restricciones.

¿Estaríamos mejor preparados que en 2020 si la amenaza fuera realmente grave? “Esto va a ser una constante, porque vivimos en un entorno de salud global”, asegura March. “En España, necesitamos ya la Agencia Estatal de Salud Pública y un sistema en red que permita llevar un mejor control”. Sin eso, “puede llegar un virus y no tomaremos medidas hasta que lo tengamos en la sopa”. Según explica, hay que reforzar la vigilancia para tener mejor información. “Vivimos en una época en la que necesitamos tener más datos para tomar medidas”, explica. De hecho, “las nuevas herramientas de inteligencia artificial, si le introduces la información adecuada, nos ayudarían a tomar decisiones más rápidas, también en prevención”.



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