jueves, 9 de noviembre de 2023

¿Los vuelos caros han venido para quedarse? La preocupación se extiende en Europa

 



  • Los expertos creen que podrían bajar pronto, pero parcialmente
  • Las firmas aumentarán su capacidad pero hay grandes desafíos
  • Las aerolíneas están logrando unos beneficios récord gracias a los precios



Uno de los puntos clave para el buen funcionamiento de la UE es una conexión estable y permanente entre los países del grupo de los 27. Este es el motivo detrás de que la preocupación esté creciendo en Bruselas ante unos precios de los vuelos mucho más caros que antes. Adina Valean, Comisaria de Transporte de la UE, confirmó en una reciente entrevista a Financial Times, que las recientes alzas en los viajes están siendo estudiadas para "entender qué es lo que está pasando". Según datos del Parlamento Europeo en todos los países las tarifas fueron entre un 20% y 30% más caras respecto a 2019, a pesar de que ya han vuelto los viajeros pre pandemia y los costes excepcionales como el alza de los combustibles, parecen ya remitir por fin.

Valean insiste en que "es preocupante que un precio tan alto pueda ser una barrera para conectividad". A pesar de ello, cierra por completo la puerta a tomar medidas para regular el sector, una medida que los propios gobiernos de la UE ya están poniendo esta posibilidad sobre la mesa. El Gobierno italiano de Giorgia Meloni ha puesto en marcha un proyecto para un techo por ley para los billetes desde Sicilia y Cerdeña al resto de la península transalpina. Una medida que ha sido duramente criticada por las empresas del sector que, en el caso de la patronal italiana, calificaban como "un peligroso precedente para Italia y para Europa".

También el Gobierno de España, a través del ministerio de Transporte, ha anunciado su preocupación por una subida de precios estable en el tiempo y está estudiando soluciones como Italia, aunque sin una propuesta firme. "Se está estudiando la viabilidad de un posible proyecto piloto de Obligaciones de Servicio Público (OSP) que permitiera evitar precios excesivos en las conexiones de las islas con la península, para analizar su comportamiento y evaluar sus resultados", indica el Gobierno en una respuesta parlamentaria.

De momento, las compañías han logrado unos resultados positivos gracias precisamente a unos precios elevados. Un ejemplo de esto es Ryanair, la firma 'low cost', que prevé cerrar el año con un beneficio bruto de entre 1.850 y 2.050 millones de euros. A pesar de que los costes operativos se han disparado un 25%, sus beneficios se han elevado un 59% gracias a una ocupación del 95% (un 11% más de pasajeros) y disparando la rentabilidad por pasajero un 17%, hasta alcanzar unos 8.580 millones de euros de facturación.

Por su parte, Lufthansa ha visto crecer su beneficios hasta los 1.470 millones este tercer trimestre, disparándolos un 31%. Y, a pesar de que Air France-KLM decepcionó, logró también unas ganancias record de 1.700 millones de euros al disparar su beneficio operativo un 39%. IAG también ha tenido unos grandes resultados al lograr un beneficio operativo de 3.005 millones frente a los 770 que cosechó hace solo un año.

A la espera de otros resultados que confirmen el éxito de un verano plagado de buenas noticias, el tráfico aéreo, según la red de eurocontrol, se ha disparado hasta el 93% del nivel prepandemia, con 2,9 millones de operaciones. Todo ello a pesar de los desafíos geopolíticos como la guerra de Ucrania o la ralentización económica derivada de la subida de tipos de interés. Esta situación ha llevado a la gran duda que atraviesa a los consumidores en este momento: ¿estos son los precios que veremos de ahora en adelante? ¿Esta subida ha venido para quedarse?

¿Por qué han subido los precios?

Para entender si esta subida es permanente, primero hay que entender los motivos que han impulsado este alza en los precios de los billetes. Por un lado, la inflación ha sido veneno para las aerolíneas hasta ahora, que han visto dispararse sus costes operativos y, para protegerse, han recurrido a las políticas de precios. En ese sentido, la subida ha superado con creces a la inflación, pero su principal problema ha sido el combustible. Según IATA (La asociación internacional del transporte aéreo) el precio de este recurso se ha elevado un 150% el último año. Sin embargo, este es un problema que, al menos, parece estabilizarse en el último año.

Además, las firmas aéreas se han encontrado con una insuficientes oferta de pilotos y asistentes, que ahora cobran más dinero. Según las previsiones de Boeing, Airbus y el proveedor de formación de vuelo, CAE, las aerolíneas tienen una necesidad de incrementar su plantilla entre un 7% y 9% al año si quieren completar sus flotas. Una situación que ha derivado en una verdadera escasez. Eso quiere decir que se necesitarán entre 600.000 y 650.000 pilotos durante los próximos 20 años. Esto podría derivar en un déficit de pilotos durante los próximos años.

El motivo detrás de esta falta de profesionales, según la consultora Capa, es "el envejecimiento de la población de pilotos y las salidas de los mismos durante la pandemia", que buscaron otros puestos ante los ERTE y despidos se sucedieron con la práctica totalidad de las flotas del mundo en tierra. Otro factor es el menor número de pilotos que provienen del ejército, una de las fuentes más comunes para engrosar las flotas de las aerolíneas. Esto es debido a que "las fuerzas armadas han reducido la demanda de esta figura ante el ascenso de usos de drones y misiles", según la consultora.

"Aunque algunos viajes puedan ser un poco más caros que antes, mucha gente sigue considerando valioso gastar en viajes"

Sin embargo, pese a todas estas amenazas, que empujarían los costes para subir los precios, las aerolíneas mantienen grandes resultados empresariales. Es decir, las subidas de precio compensan todos estos desafíos al menos por el momento. El motivo fundamental es la potente demanda de vuelos pospandémicos, que hacen que los consumidores acepten pagar más porque no consideran una opción renunciar a viajar. "Aunque algunos viajes puedan ser un poco más caros que antes, mucha gente sigue considerando valioso gastar en viajes", afirmaba a Bloomberg Marcos Guerrero, Director Senior de Vuelos en Booking.

Aunque hay otro factor clave, la cautela de las aerolíneas en un momento en el que navegaban entre una gran incertidumbre y que ha impedido que se lancen fuertes ofensivas con una demanda ya descontada para incrementar el volumen de negocio. Una estrategia que hemos visto en los últimos años con aerolíneas como Ryanair y que está en horas bajas ante un sector que se encuentra en una 'nueva normalidad' extraña con la pandemia.

Las aerolíneas solo ofrecieron un 82% de la capacidad programada de la ofertada en 2019

Roma Andreu, profesor de la EAE Business School cree que este es el factor clave por el que los precios han sido especialmente altos este año. "Las aerolíneas no daban por hecha una demanda como la que se han encontrado y las firmas se han mostrado cautas". En ese sentido el experto concluye que "la demanda que han encontrado les ha cogido 'con el pie cambiado' porque, ante un periodo incierto, habían reducido la disponibilidad de vuelos, provocando que, para canalizar los pedidos, hayan subido precios".

Según datos de Oliver Wyman en su último estudio 'Airline Economic Analysis 2022-2023', las aerolíneas solo ofrecieron un 82% de la capacidad programada de la ofertada en 2019 en el último trimestre. En total, Europa tuvo 28,5 millones de asiantos, un 13% menos que los 32,9 millones que ofertaba durante ese mismo periodo en los tiempos prepandemia.

¿Cuánto tiempo estarán altos?

En ese sentido Andreu da por hecho que la estabilización en los precios ya se ha producido y que "lo más probable es que veamos bajadas en el medio plazo". Ahora que la niebla se despeja y la demanda parece descontada. Además, cuando las firmas vuelvan a recuperar liquidez "podrían verse tentadas de utilizar los precios, con lo peor de la tormenta superado, para seguir creciendo a coste de sus rivales". En ese sentido, señala que las firmas ya están aumentando su capacidad contratando a ritmos acelerados y aumentando sus flotas.

Sin embargo este será un proceso más gradual de lo deseado debido a que hay fuertes problemas que impiden aumentar la capacidad de forma definitiva. En primer lugar está el ya mencionado problema con el número de pilotos. Sin embargo, también hay otro asunto que impide expandir las flotas al ritmo deseado, un problema con los dos grandes fabricantes, Airbus y Boeing.

El Consejero Delegado de Boeing, Dave Calhoun, declaró que están teniendo problemas para fabricar aviones nuevos en los plazos establecidos y que estos retrasos se han traducido en 9.000 plazas menos para este verano. Por lo tanto, si se reduce el número de vuelos y rutas, los precios podrían aumentar aún más.

"Es probable que los precios de los billetes se mantengan algo elevados durante años"

Sin embargo, aunque se solucionen el problema, diversos actores del sector ya han avisado que la producción de estos gigantes seguirá con retrasos ocasionales durante años. "Nos han aconsejado que esperemos retrasos frente a las fechas de entrega hasta 2028" explicó John Plueger, director ejecutivo de Air Lease. Por su parte, el director ejecutivo de AirCap, Aengus elly, explicó en una conferencia en Dublin que "ha habido promesas excesivas y están entregando mesos, lo que será un problema para años".

Todos estos problemas están precipitando que, pese a los esfuerzos por rearmar la capacidad de las aerolíneas, esto se produzca a un ritmo inferior por lo que una caída de precios se produciría de forma más suave. Esto es lo que defendía Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair al explicar que "es probable que los precios de los billetes se mantengan algo elevados durante años". Eso sí, no estarán en los niveles actuales.