Los vientos favorables internacionales que sostuvieron el
crecimiento de América Latina a comienzos de este siglo están cambiando de
dirección.
El informe del Banco Mundial (BM), dado a conocer este miércoles, señala dos
factores globales que explican el cambio de tendencia.
En primer lugar, el cambio de política monetaria de la Reserva Federal de
Estados Unidos, que ha llevado a una drenaje de capitales de países emergentes y
de América Latina en particular, y en segundo, la desaceleración de la economía
de China
El efecto de la confluencia de ambas variables, que se notó ya en 2013, se
acentuará este año. El año pasado la economía regional creció un 2,4% (la mitad
en comparación con los años de boom que vivió entre 2002 y 2012) y este
año el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 2,3%.
Este cálculo -provisorio- esconde un panorama diverso que se mueve entre el
crecimiento menor al 1% de Venezuela y el 7% de Panamá. (Ver recuadro)
Pero el Banco Mundial advierte que todo dependerá de la intensidad que
adopten los vientos que hoy soplan y reconoce que hay razones para un "moderado
optimismo" en la capacidad de resistirlos que tiene la región.
"La profundidad de estos shocks externos es incierta y su impacto
dependerá del grado de exposición y la capacidad de absorción de cada país.
Desafortunadamente hay un alto riesgo a la baja del cálculo que hacemos en este
momento", señala el informe.
Saquen el dinero
Un factor de crecimiento económico regional desde 2002 fue la política de
bajo interés de la Reserva Federal estadounidense a la que se añadió a fines de
2008 el "Quantitative Easing" o Flexibilización Cuantitativa, una emisión masiva
de dinero a los bancos.
Eso contribuyó a inundar de dólares algunos países de América Latina, donde
el capital podía obtener mejores tasas que las que ofrecía la misma Reserva
Federal o las entidades financieras de los países desarrollados.
Apenas se mencionó a mediados del año pasado la posibilidad de un cambio de
política, hubo turbulencias en las monedas de América Latina y otros países en
desarrollo, al punto que la financiera Morgan Stanley acuñó una nueva sigla para
el análisis, "los cinco frágiles" de la economía mundial: Brasil (que
experimentó la peor caída de su moneda en cinco años), India, Indonesia, Turquía
y Sudáfrica.
El cambio de política se hizo efectivo en enero de este año cuando el
presidente saliente de la Fed, como también se le conoce, Ben Bernanke, aprobó
la reducción del estímulo financiero de US$85.000 millones mensuales a US$65.000
millones.
A mediados de marzo, su sucesora, Janet Yellen, indicó que se reduciría a
US$55.000 millones.
Según el Banco Mundial, México y Brasil, países que por sí solos concentran
la mitad de los flujos financieros a la región, están particularmente expuestos
a estos vaivenes.
"Los capitales que entraban abarataban el crédito y fomentaban la inversión.
Al retirarse crean el efecto opuesto: encarecen el crédito, impactan en la tasa
de cambio, reducen el capital en circulación", indicó a BBC Mundo el economista
Jorge Gaggero, miembro fundador de la Red de Justicia Fiscal en América
Latina.
Argentina, que por su "default" a principios de siglo quedó marginada de los
mercados de capitales, sufre menos estos vaivenes, mientras que la mayor
exposición de México se ve neutralizada por su cercanía e integración con la
economía estadounidense.
China y las materias primas
En 2013 China creció un 7,7%, el porcentaje más bajo en 14 años. El pobre
desempeño de los tres primeros meses de este año llevó a las autoridades chinas
a anunciar un paquete de estímulo esta semana.
El objetivo es que la economía se estabilice en torno a un 7,5% de
crecimiento, pero el mismo gobierno chino ha declarado que las tasas de dos
dígitos experimentados en el pasado no volverán.
Esas tasas y la plena incorporación de China en el mercado mundial fueron
fundamentales para la década dorada 2002-2012 de la economía latinoamericana,
por el impacto que tuvo sobre el precio de las materias primas.
Con la desaceleración china, la demanda cayó y tuvo un fuerte impacto en los
precios de las materias primas, en particular las de carácter industrial.
El cobre sirve de ejemplo. El precio del metal cayó un 10% en lo que va de
2014. China constituye un 40% de la demanda global del cobre y para Chile, que
es el mayor exportador de cobre del mundo, las ventas al mercado chino
representan un 7% de su PIB.
La tendencia no cambiará de dirección porque responde a una transformación
del modelo económico chino, que está intentando basar menos su crecimiento en la
exportación e inversión y más en su consumo interno.
"Lo cierto es que América Latina sigue arrastrando esta fatalidad de las
materias primas. Más allá de los modelos económicos, seguimos dependiendo de
productos primarios", indicó Gaggero a BBC Mundo.
Optimismo moderado
Sin embargo, el Banco Mundial opina que hay razones para un moderado
optimismo.
"En primer lugar esta exposición a los shocks externos, producto de
la integración de la región al mercado mundial, no se va a convertir en
vulnerabilidad gracias a una mayor solvencia fiscal", señala el informe.
"Muchos países medianos o grandes tienen margen de maniobra para poner en
marcha medidas contra cíclicas. Pero un número significativo de países de América
Central y el Caribe están más expuestos".
Chile, afectado tanto por la política monetaria estadounidense como la
desaceleración china, tiene un fondo contra cíclico que debería ayudarle a
aguantar el chubasco. Otras naciones con similares herramientas fiscales son
Colombia, México y Perú.
Otra razón para un moderado optimismo es que, según el Banco Mundial, la
región depende hoy más de la inversión extranjera directa y las remesas que de
los flujos crediticios o la especulación financiera.
"Es cierto que los países están mejor preparados, en especial los que tienen
metas inflacionarias, pero también es cierto que la situación es más frágil que
la de 2008. Lo ideal sería que América Latina tenga una política fiscal más
restrictiva y una monetaria más relajada", señala el Banco Mundial.
En otras palabras, menos gasto estatal y tasas de interés más bajas que
estimulen la producción y el consumo. Además, los expertos indican que esos
desequilibrios podrían suavizarse con políticas que controlen la fuga de
capitales y reduzcan la evasión impositiva.
La receta puede no ser del gusto de todos y sus resultados pueden distar de
lo esperado -suele suceder en economía- pero lo cierto es que los gobiernos
tienen margen para actuar.
Un crecimiento disparejo
- El Banco Mundial coloca a Panamá en el puesto más alto de crecimiento para este año (7%) y divide a la región entre los "top performers" como Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Guyana, Paraguay y Chile, todos con una proyección de crecimiento por encima del 3,5% y el resto.
- Las naciones caribeñas crecerán menos de la media regional con la excepción de Guyana y Surinam y de una economía más grande y diversificada como República Dominicana.
- El Banco Mundial señala que no puede dar un cálculo preciso sobre Argentina por la falta de información detallada sobre el PIB de 2013.
- Con Venezuela calcula que el país se encuentra en un proceso de "estanflación" (estancamiento más inflación).
- Respecto a los dos grandes regionales -Brasil y México- señala que Brasil "está aparentemente atrapado en un equilibrio de bajo crecimiento-baja tasa de ahorro-baja tasa de inversión" mientras que con México, a "pesar del decepcionante desempeño de 2013", hay mayor optimismo entre los "inversores" por las reformas que está adoptando "en el sistema bancario, educación, telecomunicación y energía".
Marcelo Justo BBC Mundo Última actualización: Miércoles, 9 de abril de 2014
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