Una chica durmiendo
(iStock)
Interpretar algunos sueños es posible y estos dicen mucho de nosotros, también del estado de nuestra salud mental. Hablamos con un psicólogo experto, Diego de la Guerra, sobre sus significados
Cada noche te metes en la cama sin saber si tienes por delante unas horas en las que tu mente se quedará completamente en blanco, pesadillas incontrolables o podrás disfrutar de una retahíla de sueños de lo más inspiradores.
Es cierto que muchos artistas tienen la capacidad de "hablar con su almohada" y en estas charlas encontrar la inspiración que les falta para poder desarrollar un determinado proyecto. Los sueños, y todo lo que sucede en nuestra mente mientras dormimos, siguen siendo un terreno bastante desconocido para muchos, pero no tanto para el psicólogo de 'Buencoco' Diego de la Guerra.
Según este psicólogo, son muchas las personas para las que es incluso tentador buscar la inspiración para desarrollar un proyecto creativo mientras sueñan: "En ocasiones, la realidad de los sueños ofrece relatos intrigantes, imágenes vívidas, epifanías y resoluciones que se antojan reveladoras, cuestionamientos movilizadores… Todo ello susceptible de transcribirse o plasmarse en el medio artístico para enriquecer(nos). Los sueños son demasiado interesantes como para no exprimirles preguntas y respuestas a partes iguales".
Es más, una de las canciones más famosas de la historia, Let it be, nació de un sueño de Paul McCartney: "Vi a mi mamá. Fue algo maravilloso, y ella me tranquilizó mucho. En el sueño, me decía 'todo saldrá bien'. No estoy seguro de si usó las palabras 'Let it be', pero esa era la esencia", recuerda el bajista en Paul McCartney, la biografía, de Philip Norman (Malpaso, 2017).
"Si una persona se despierta durante o inmediatamente después de un sueño, es más probable que lo recuerde"
Si Paul McCartney fue capaz de escribir esta mítica canción gracias a uno de sus sueños, ¿acordarnos de lo que soñamos nos puede ayudar a pasar a la historia? Probablemente no (o sí, quién sabe), pero, por mucho que lo intentemos, no siempre somos capaces de recordar lo que soñamos y esto se debe a "varios factores": "Uno de ellos tiene que ver con la intensidad emocional del sueño, así como con su naturaleza conflictiva. Es decir, lo memorable u olvidable del sueño puede tener que ver con el conflicto originado por el mismo. Por otro lado, si una persona se despierta durante o inmediatamente después de un sueño, es más probable que lo recuerde, ya que la transición del sueño al estado de vigilia se ve acortada", explica Diego de la Guerra.
Los sueños más habituales y su significado
Nuestros sueños son, al igual que nosotros, únicos, ya que "nuestra cultura y experiencias personales moldean los temas y contenidos de estos"; sin embargo, algunas temáticas se repiten y las más habituales, según 'Buencoco', son: de pérdidas, caídas, ascensos, exámenes, desnudez y persecución.
- Sueños de pérdidas (por ejemplo, soñar con perderse en un sitio desconocido o extraviar algo valioso, como las llaves o el móvil): estos pueden sugerir sensaciones de inseguridad, temor al fracaso o inquietudes sobre la pérdida de control en la vida real
- Sueños de caídas (por ejemplo, soñar con caer desde una altura interminable): estos sueños pueden estar asociados con la ansiedad por perder el equilibrio en la vida, sentirse descontrolado o temer al fracaso.
- Sueños de ascenso (por ejemplo, soñar con volar libremente en el cielo): estos sueños pueden reflejar sensaciones de libertad, poder y dominio. Pueden indicar un anhelo de liberarse de limitaciones o dificultades en la vida real.
- Sueños de exámenes (por ejemplo, soñar con llegar tarde a un examen crucial o no poder responder ninguna pregunta): estos sueños pueden estar relacionados con la ansiedad por el rendimiento, el temor al juicio de los demás o la preocupación por no estar preparado para enfrentar desafíos en la vida real.
- Sueños de desnudez (por ejemplo, soñar con estar desnudo en público): estos sueños pueden sugerir sensaciones de vulnerabilidad, vergüenza o exposición. Podrían reflejar temores relacionados con el ser juzgado por otros o la sensación de estar desprotegido.
- Sueños de persecución (por ejemplo, soñar con ser perseguido por una figura desconocida): estos sueños pueden estar asociados con la ansiedad, la evasión o la sensación de estar bajo presión en la vida real. Pueden indicar un deseo de escapar de problemas o enfrentar situaciones difíciles.
Soñar con la muerte
Otra tipología de sueños que se ha estudiado ampliamente en psicología tiene que ver con la muerte. Y algunos de los significados más frecuentes que se les otorga a este sueño son: cambio o transición, transformación personal, miedo al cambio o pérdida, confrontación con la mortalidad, y necesidad de dejar ir.
Estas interpretaciones son las que se pueden extraer de soñar con que eres tú quien te mueres, pero ¿y si no sueñas con la tuya propia, sino con la de un ser querido? "Soñar con la muerte de una persona a la que quieres adquiere connotaciones únicas en función del caso, a pesar de tratarse de un fenómeno universal", aclara de la Guerra: "Por tanto, puede tener múltiples interpretaciones y significados, dependiendo del contexto personal del individuo y de los detalles específicos de su sueño. Puede simbolizar temores subyacentes a la pérdida o la separación; el temor por la vida o integridad del ser querido; la anticipación de su muerte por hallarse en un proceso degenerativo y/o terminal; el anhelo de cambio y transformación; el deseo de desvinculación o cese del vínculo; el resentimiento o la culpa hacia el ser querido...".
Y si hablamos de soñar con la muerte, probablemente estemos hablando también de una de las pesadillas más repetidas a lo largo de la historia de los sueños. ¿Es posible evitarlas? No siempre: "Las pesadillas se interpretan como expresiones o emergencias de un malestar que, por verse reprimido durante el día, halla expresión llegado el sueño. Puesto que son reflejo de nuestro estado psíquico, evitar completamente las pesadillas puede ser difícil, ya que están arraigadas en aspectos profundos del inconsciente. Sin embargo, la frecuencia e intensidad de las pesadillas puede verse reducida mediante la debida gestión del estrés y la higienización y comprensión de los sueños", manifiesta el psicólogo.
"Involucrarnos en un diálogo consciente puede permitir desanudar los malestares y eliminar su somatización o transfiguración en pesadilla"
¿Entonces no sirve eso de contarle nuestra pesadilla a alguien para evitar que se nos repita? "En un sentido frívolo, no", responde Diego de la Guerra. "En un sentido amplio y profundo, sí. Las pesadillas, como reflejo o 'termostato' emocional, seguirán existiendo en tanto exista el conflicto interno que vienen a apuntalar. Sin embargo, involucrarnos en un diálogo consciente, deliberado y focalizado, como es el de la psicoterapia, puede permitir desanudar nuestros malestares y eliminar, por tanto, su somatización o transfiguración en pesadilla".
Psicología y sueños
Al explorar los sueños de un paciente, un psicólogo puede obtener una comprensión más profunda de su psicodinámica y, con ella, del motivo de su malestar. Por tanto, los sueños pueden ofrecer pistas importantes sobre las preocupaciones y los desafíos que enfrenta en su vida cotidiana; ya que entre los contenidos de nuestros sueños y nuestro subconsciente existe una relación estrecha, según el psicólogo: "Desde la óptica psicoanalítica, los sueños son expresiones simbólicas de deseos, conflictos y pensamientos reprimidos. Así, los sueños actúan como una vía de acceso a dichos contenidos, facilitando la toma de conciencia. Permiten resolver conflictos o deseos reprimidos o censurables por la conciencia o la moral, así como expresar y procesar nuestras emociones".
"El sueño es una de las dimensiones más fácilmente alteradas por problemas psicológicos, ya sean de tipo ansioso, depresivo o traumático"
Los sueños pueden revelar muchas de nuestras intimidades, también nuestro estado de salud mental, hasta el punto de funcionar incluso como indicadores de trastornos psicológicos: "Por lo general, tanto la calidad del sueño como su contenido se ven condicionados por el estado mental de la persona. Un buen sueño no solo es síntoma de bienestar, sino que, por motivos evidentes, llama al bienestar, retroalimentando el ciclo. El sueño es una de las dimensiones más fácilmente alteradas por problemáticas psicológicas, ya sean de tipo ansioso, depresivo o traumático", manifiesta de la Guerra.
Sacar conclusiones de nuestros propios sueños y aprender a interpretarlos puede ser, por tanto, bastante útil; pero no debemos volvernos locos con esto, puesto que "es fácil obsesionarse o perdernos en interpretaciones que, a la luz de la evidente complejidad de la mente humana, pueden ser infructuosas. Si los sueños despiertan especial preocupación por reiterativos, perturbadores o significativos, puede ser aconsejable acudir a un profesional de la salud mental", concluye Diego de la Guerra.