miércoles, 17 de abril de 2024

Preocupación por la rápida expansión de la gripe aviar entre vacas en EEUU: ¿está España en riesgo?


Una vaca en una imagen de archivo. (Carlos Castro/Europa Press)




Los casos no paran de crecer en granjas estadounidenses, que están separadas por cientos de kilómetros, una situación que tiene en alerta a todos los expertos




La gripe aviar comienza a campar a sus anchas por las granjas de vacas lecheras de Estados Unidos. El Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Carolina del Norte (NCDAC por sus siglas en inglés) acaba de anunciar la presencia de influenza aviar altamente patógena (IAPP) en uno de los rebaños. Se trata del último positivo de una enfermedad que ya ha sido detectada en ganado de otros seis estados diferentes –como Nuevo México, Texas, Kansas, Míchigan, Ohio y Idaho– y cuyo primer positivo en vacas se registró el 25 de marzo.

La rápida expansión por Norteamérica ya ha provocado un caso de infección en humanos. Así, esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado un caso de gripe aviar (H5N1), en un hombre expuesto a ganado lechero vacuno en Texas.

Por el momento no se han identificado más positivos de infección humana asociados con este caso. Y desde la OMS recuerdan que esta es la primera que sucede en personas por H5N1 adquirida por contacto con ganado infectado y el segundo caso humano confirmado detectado en el país, el anterior ocurrió en 2022 en Colorado por contacto con aves de corral infectadas.

Desde 2003, se sabe que está circulando el virus de gripe aviar H5N1 de alta patogenicidad; pero a partir de 2020 ha acelerado su expansión y ya ha afectado a cientos miles de aves (silvestres y de corral) en el mundo (también en Europa y América), provocando brotes "sin precedentes", advierte en un informe el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad español.


Inquietud por la expansión entre ganado

Algunos expertos ven en la rápida expansión entre el ganado vacuno un motivo de preocupación. "Desde luego, es una mala noticia", afirma Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca, que ha seguido de cerca el problema de la gripe aviar desde que en 2021 comenzó a propagarse con virulencia entre aves silvestres y de corral. En un primer momento, el ganado vacuno se habría contaminado a partir de esas especies infectadas. Sin embargo, el hecho de que se estén detectando tantos brotes en vacas lleva a pensar al microbiólogo que "es muy probable que haya transmisión entre ellas". Además, tampoco se había registrado hasta ahora un contagio directo de un mamífero a un humano.

También muestra su preocupación por la situación Joaquim Segalés, investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias: "Ahora mismo la alerta es mundial, no es solo en Estados Unidos". Aunque en su caso, el también catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, considera que "en la actualidad los contagios parece ser que se están dando por la exposición a aves infectadas, no por contagio entre mamíferos. No hay evidencia de transmisión vaca a vaca".

En cualquier caso, ambos expertos coinciden en qué una de las cuestiones más importantes a las que debemos estar atentos son las mutaciones. "Sabemos por investigaciones anteriores que ciertas mutaciones del virus podrían incrementar el riesgo de transmisión entre mamíferos. Mientras estas no se den, la transmisión entre mamíferos es difícil", señala Segalés trasmitiendo tranquilidad porque no parece estar sucediendo.

El microbiólogo apunta en la misma dirección, ya que, "de momento, no parece que haya cambios en el virus, porque la cepa encontrada en las vacas es la misma que está circulando habitualmente en aves y causando brotes masivos por todo el mundo". En cualquier caso, el H5N1 se detecta de forma recurrente en mamíferos y esto es "motivo de alarma" porque biológicamente están más próximos al ser humano. "Puede facilitar que el virus llegue a adaptarse, siendo más transmisible a las personas", aunque "de momento, no se ha dado esa situación y el riesgo para la población general sigue siendo bajo", aclara. No obstante, para los trabajadores de las granjas ya se puede considerar moderado, no solo en las avícolas, como hasta ahora.

Rivas añade que "hay que ser precavidos, porque la situación no es la mejor de las posibles", aunque sería mucho peor si llega a detectarse en cerdos, el animal que dio origen a la gripe A. El problema es que este animal "es una coctelera", asegura. "Las células de los cerdos tienen receptores para los virus de la gripe humana y para los virus de la gripe aviar; así que en ese ambiente se pueden producir recombinaciones que den lugar a cepas transmisibles a los humanos y virulentas", explica, "podría llegar a ser un problema grave". La vigilancia epidemiológica es clave para saber si el virus cambia en algún momento, para lo cual es necesario compartir la información genética de las muestras que se vayan aislando.


¿Debemos estar alerta en España?

Por el momento la rápida expansión de casos se circunscribe a EEUU, pero en España también debemos estar alerta, según coinciden los expertos. Especialmente con la sombra del brote de gripe aviar en una granja de bisontes gallega a principios del pasado año, que obligó a sacrificar a todos los animales.

Y no debemos olvidar que durante la temporada 2021-2022 se detectaron en España 90 focos en aves silvestres, 36 en aves de corral y tres en aves cautivas, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

A este respecto, Segalés recuerda que "en los contagios de Estados Unidos estamos hablando que los brotes se están sucediendo con distancias de miles de kilómetros, con lo cual esto nos está diciendo que aparentemente puede suceder en cualquier localización, siempre y cuando haya contacto con las aves infectadas. Por tanto, el riesgo está".

Bárbara González, profesora de Epidemiología Ambiental y Salud Pública de la Universidad Europea, también considera que "no existe el riesgo cero", teniendo en cuenta que "con las gripes aviares la expansión entre países principalmente se debe a las migraciones de aves".

La epidemióloga añade que "por seguridad alimentaria siempre deben estar activos los sistemas de monitoreo y vigilancia. Las autoridades, tanto la OMS a nivel mundial, la legislación aplicada en la UE y los controles a nivel nacional, reciben información continua. En caso de observar algo fuera de lo común en los datos, se aplicarán las medidas de precaución protocolarias".


De aves a vacas y finalmente a humanos

Los expertos apuntan mayoritariamente a una transmisión a las vacas por la exposición a aves contagiadas que pululan por todo Estados Unidos, ya sea a los propios pájaros, restos de estos o recursos naturales contaminados por ellos.

La buena noticia es que, a diferencia de las aves de corral, que registran cifras muy altas de mortalidad, los síntomas que causa el virus en las vacas son menores. Rivas explica que "sufren debilidad, falta de movimientos o algunas fiebres, pero la mortalidad es nula".

Esto es importante para las medidas que se puedan tomar en un futuro. En el caso de las explotaciones avícolas, hay que eliminar todas las aves de una explotación afectada. Trasladar esta exigencia a una granja de vacuno sería la ruina, porque "no es lo mismo sacrificar un pollo que una vaca en términos de coste y tiempo que tarda en crecer". Sin embargo, por lo visto hasta ahora, es probable que el aislamiento de los individuos enfermos sea suficiente.

En cuanto a la trasmisión a humanos, los expertos también trasmiten tranquilidad, porque el caso detectado se dio en un hombre que tuvo contacto muy estrecho con las vacas. Más concretamente, ya que el virus se excreta en la leche, se piensa que se infectó no por el consumo —ya que la leche cruda es peligrosa para la salud—, sino por el proceso de extracción de esta. Segalés explica que "cuando se ordeñan las vacas se generan aerosoles e incluso estos acaban en superficies. Los aerosoles en sí, y donde se hayan depositado, probablemente sean la vía de transmisión a esta persona".

En esta línea, todos trasmiten que el riesgo de contagio para la población por tomar leche es prácticamente inexistente. Ya que el virus solo está en el momento del ordeñado y cuando se realiza la pasteurización para que pueda llegar al consumo humano, desaparece.

Cabe destacar que las infecciones humanas por los virus de la influenza aviar A, incluidos los virus A(H5N1), son poco comunes, pero ocurren esporádicamente en todo el mundo. Estos pueden causar enfermedades que van desde una infección leve del tracto respiratorio superior hasta patologías más graves (que pueden ser fatales). También se han notificado conjuntivitis, síntomas gastrointestinales, encefalitis y encefalopatía en infecciones humanas previas por el virus A (H5N1). Pero también ha habido algunas detecciones en personas asintomáticas que estuvieron expuestas a aves infectadas.