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La caída del pelo constituye una de las mayores preocupaciones estéticas en los hombres. Las causas de la pérdida de cabello pueden ser diversas: estrés emocional, déficit o carencias nutricionales, malos hábitos diarios… Si bien el motivo más habitual suele ser la alopecia androgénica, es decir, la atrofia o empequeñecimiento del folículo piloso del cuero cabelludo por la acción de los andrógenos (y en particular, por efecto de la dihidrotestosterona DHT). En consecuencia, el cabello se hace más fino, se debilita y cae.
Según la doctora García Fernández, del Centro Médico Estético Zuiss, “se padece por predisposición genética del paciente y afecta a un 30-50% de los hombres, pero desde hace tiempo existen soluciones médicas con resultados muy positivos, sin necesidad de tener que recurrir a cirugías de injertos”.
El finasteride, en combinación con minoxidil, es una de las más populares con resultados clínicos de éxito en un 83% de los casos. Sin embargo, no está exento de algún que otro perjuicio que conviene comentar. “El finasteride bloquea la enzima tipo II 5-alfa-reductasa, responsable de convertir la testoterona a DHT. Por tanto, actúa sobre el nivel hormonal del individuo. Por este motivo, se tiende a decir que uno de los efectos secundarios que trae consigo la administración farmacéutica de finasteride es una disminución del deseo sexual. Este es uno de los motivos por el que muchos pacientes no acceden a comenzar el tratamiento”, asegura la doctora.
Sin embargo, conviene decir que en la práctica, el mayor número de pacientes que acuden a consultas para tratar este problema son casi adolescentes o jóvenes con niveles hormonales lo suficientemente altos (de hecho, esta es la causa de la alopecia) como para que la administración de finasteride no tenga impacto razonable sobre su libido. “Anecdóticamente”, recuerda García Fernández, “en una ocasión pregunté a un paciente después de 6 meses de tratamiento si había notado una disminución de su deseo sexual. Él me respondió que sí, pero que la culpa no era del tratamiento… ¡sino de su novia!”
Por otro lado, muchos pacientes abandonan el tratamiento porque esperan resultados inmediatos. “Cuando no ven resultados, empiezan a desmotivarse, dejan de ser rigurosos con la toma de la medicación y al final, terminan por perder su esperanza de frenar o recuperar su pelo. A este tipo de paciente les recomiendo que tengan paciencia. Hay casos en los que hemos tenido que esperar un año para ver los primeros resultados, pero al final han logrado frenar su caída y recuperar en gran medida su cabello”.
Es recomendable comenzar el tratamiento lo antes posible y, por supuesto, esmerar los cuidados diarios de pelo. Especialmente ahora que viene el verano y la sal del mar, el cloro, el uso de gorras que no dejan respirar el cuero cabelludo, el exceso de calor y la mala alimentación, pueden favorecer su caída. “En cualquier caso, debe ser su médico quien evalúe cada caso y diagnostique las causas de la alopecia”, completa la especialista.
Por A . Parrado from vanitatis.com 18/04/2011
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