Extracción de minerales de un asteroide.
(Deep Space Industries)
Psyche es un enorme asteroide repleto de metales preciosos con un valor estimado que es noventa veces mayor que toda la economía mundial. Pero, ¿vale realmente la fortuna que dicen?
Alos medios generalistas les encanta hablar sobre la minería de asteroides utilizando grandes números. Muchos artículos hablan de una misión a Psyche, el asteroide metálico más grande del cinturón de asteroides, como si visitaran un cuerpo valorado en 10.000.000.000.000.000.000 millones de dólares. Pero, ¿hasta qué punto es realista esa valoración? ¿Y qué significa realmente?
Un artículo financiado por Astroforge, una nueva empresa de minería de asteroides con sede en Huntington Beach (EEUU), y escrito por un profesor del Programa de Recursos Espaciales de la Escuela de Minas de Colorado, analiza detenidamente qué metales están disponibles en los asteroides y si realmente valdrían tanto como dicen los cálculos más simples.
El artículo divide los metales de los asteroides en dos tipos distintos: los que valdría la pena devolver a la Tierra y los que no. En realidad, los únicos metales que se consideran dignos de traer a la Tierra son los metales del grupo del platino (MGP), conocidos por su costo extraordinariamente alto, su suministro relativamente bajo y su alta utilidad en una variedad de tecnologías modernas.
La otra categoría serían los metales utilizados para la construcción espacial, como el hierro, el aluminio y el magnesio. Si bien puede que no sea económicamente viable enviarlos a la Tierra debido a sus precios relativamente bajos en nuestro planeta, estos materiales son útiles en el espacio para construir grandes estructuras, como estaciones espaciales o paneles de energía solar. Sin embargo, al no haber demanda de estos metales de origen espacial porque son muy caros, es difícil cuantificar cuánto valen. Sin embargo, su competencia (es decir, lanzar el material desde la Tierra) tiene un precio: 10.000 dólares/kg, más 100 dólares/kg para un material común como el hierro.
Esos precios no se acercan ni de lejos a los 500.000 dólares/kg que un MPG como el rodio ha llegado a alcanzar a vez en la Tierra, pero aún podría hacer que la extracción de hierro en asteroides sea económicamente viable si el material se utiliza en el espacio. Entonces, ¿qué significan todos esos cálculos para el valor real de los asteroides que podríamos extraer?
En primer lugar, y lo más importante, investigaciones recientes sugieren que los asteroides hechos de metal puro, como se supone que es Psyche, son probablemente pura ficción. Aunque eso no sea una gran noticia para ningún asteroide benigno que valga mucho, la otra parte de esa investigación es que incluso los asteroides que en un principio se creía que tenían un contenido relativamente bajo de metal en realidad tienen cantidades razonables que podrían extraerse económicamente.
Para demostrarlo, el artículo analizaba en detalle una serie de estudios de meteoritos, que son el equivalente de asteroides en desuso, y comparaba los «grados» de 83 elementos diferentes con los minerales encontrados en la superficie terrestre o cerca de ella. Dado que la teledetección tiene dificultades para distinguir entre algunos de esos elementos, las muestras de meteoritos que pueden someterse a técnicas avanzadas de análisis son nuestra mejor apuesta para calcular con precisión la composición química de los asteroides, aparte de las pocas muestras de asteroides intactos que se han recuperado hasta ahora.
Esos datos mostraron que los MPG, aunque con una concentración inferior a la considerada inicialmente (debido a una suposición en un artículo fundacional sobre la composición de los asteroides), siguen estando en concentraciones mucho más elevadas que los minerales terrestres equivalentes. En concreto, un material conocido como pepita de metal refractario (RMN, por sus siglas en inglés) podría tener concentraciones de MPG de órdenes de magnitud superiores a las que se encuentran en la Tierra o en otros tipos de material asteroidal.
Los RMN se encuentran principalmente en una estructura de inclusión de calcio y aluminio (CAI), sobre todo en asteroides de tipo L. Los asteroides de tipo L son relativamente poco comunes con un tinte rojizo, pero aún no los hemos visitado. Sin embargo, podrían estar formados por más de un 30% de CAIs, en cuyo caso, podrían contener una cantidad significativa de MPGs extraíbles sin procesamiento adicional.
No obstante, los RMN son muy pequeños, entre micrones y submicrones, por lo que son muy difíciles de procesar. Así pues, la extracción a granel del regolito asteroidal podría alcanzar varios órdenes de magnitud más que su concentración en el regolito terrestre.
En cuanto a los metales que se pueden utilizar en el espacio, son tan abundantes como se predijo inicialmente, pero se enfrentan a retos a la hora de procesarlos para sacarlos de sus estados oxidados. Normalmente, esto requiere algún procedimiento de alta energía, como la electrólisis del regolito fundido, para separar el metal elemental, que es necesario para su posterior procesamiento. Una vez más, se plantea un problema: para construir una fuente de energía lo suficientemente grande como para llevar a cabo estos procesos hace falta el material que necesitaría la fuente de energía.
Con el tiempo, ese problema desaparecerá si empresas como AstroForge se salen con la suya. Recordemos que la empresa financió este estudio, y sus dos cofundadores y Kevin Cannon, el profesor del CSM, fueron coautores. La empresa tiene previsto lanzar en enero su próxima misión, un encuentro con asteroides cercanos a la Tierra para intentar saber si son metálicos. Tal vez esa misión contribuya a que conozcamos mejor la composición y el valor de los asteroides que nos rodean.
Este artículo fue publicado originalmente en Universe Today. Puedes leer el artículo original en inglés aquí.