- Muchos temas virales acaban convirtiéndose en criptomonedas meme
- El token de la ardilla Peanut ha subido un 2.700% desde las elecciones en EEUU
- Trump no ha promovido las memecoins, pero ha exacerbado la euforia cripto
La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses ha generado mucho movimiento en el mercado de las criptomonedas. Quizás demasiado. Más allá del rally del bitcoin y sus máximos históricos, una lluvia de dinero ha regado las memecoins. Si el bitcoin se ha disparado un 39% desde que se confirmó la vuelta del republicano a la Casa Blanca, la cripto de broma Peanut The Squirrel (PNUT) ha pegado un subidón del 2.700%.
El impulso de PNUT tiene que ver con una reciente polémica en Estados Unidos, de esas que se viralizan en las redes sociales. Peanut era la ardilla del influencer americano Mark Longo que, junto a su dueño, era todo un personaje virtual. Entre ambos perfiles suman más de un millón de seguidores. Longo se dedicaba a subir fotos y vídeos con su mascota, hasta que las autoridades de Medioambiente de Nueva York la requisaron por razones de salud pública y tenencia ilegal. Después, la sacrificaron. El mapache de Longo, Fred, tuvo el mismo destino.
La polémica estaba servida y no dejó de crecer, llegando al plano político. Un congresista republicano, Nick Langworthy, criticó la actuación de las autoridades en X (antes Twitter), al considerar que los contribuyentes merecen que se aborden temas más serios y de mayor relevancia.
Después, el tema viral pasó a ser una criptomoneda. Peanut fue sacrificada a finales de octubre y la moneda meme empezó a negociarse justo el día antes de las elecciones, el 4 de noviembre. El token empezó a cotizar en torno a los cinco centavos y ahora vale 1,32 dólares. Su capitalización es de 1.320 millones de dólares. Pese a ser de recién creación, el token Peanut The Squirrel ha atraído muchísima atención y dinero.
Donald Trump no ha promovido las memecoins, pero ha exacerbado la euforia hacia las criptomonedas. Si las monedas meme se negocian por razones virales o aleatorias, la victoria del republicano ha sido la excusa perfecta para desatar la especulación. Solo en el último mes, coincidiendo con su victoria en las elecciones, la capitalización de las criptomonedas meme ha pasado de los 55.070 millones de dólares a los 122.650 milones de dólares, un crecimiento del 123%. Es decir, se ha más que duplicado la capitalización de los token meme. Poca broma.
El presidente electo ha abanderado la defensa de las criptomonedas, que han sido una gran baza de su campaña electoral. De hecho, Trump no ha parado con las criptos. Es la cara y el alma del proyecto World Liberty Financial, lanzado antes de los comicios, que, aunque es una chapuza, está recaudando fondos. Además de estrenarse con un token propio, las promesas para la industria de los activos digitales han abundado. Creará una reserva estratégica de bitcoins o convertirá a Estados Unidos en la capital cripto del mundo. Son dos medidas que no aparecen en su programa, pero que el mandatario ha vendido en campaña.
Su discurso ha acabado calando y, de momento y a expensas de lo que acabe materializándose durante su legislatura, los expertos consideran que habrá una regulación más favorable hacia las criptomonedas.
Tal ha sido el vínculo entre la campaña electoral estadounidense, Trump y los activos digitales que han proliferado las criptomonedas meme de políticos, también conocidas como PolitiFi tokens. Estas ya tienen una capitalización de 1.700 millones de dólares, según CoinMarketCap. Hay más de un centenar de monedas relacionadas con Donald Trump, Kamala Harris o el eslogan MAGA, Make America Great Again.
Por supuesto, la volatilidad está servida. El hecho de que estas criptomonedas no tengan ninguna utilidad o carezcan de proyecto no impide que haya miles de seguidores o comunidades que las respalden. No solo en redes sociales, sino con dinero. El hecho de que impliquen tan algo riesgo permite obtener elevadas ganancias o abultadas pérdidas. Pero ese extremo, la posibilidad de ganar miles de dólares en poco tiempo, atrae a los más temerarios.
Lógicamente, la duda es qué recorrido tienen estas criptomonedas meme a largo plazo. Esta incertidumbre contrasta con la cantidad de criptos de broma que circulan y su enorme popularidad, ahora en auge gracias a Trump. Las monedas meme también suelen comportarse mejor cuando las bolsas son alcistas y las perspectivas respecto a la política monetaria son favorables. Es decir, cuando hay un mayor apetito por el riesgo.
Dogecoin (DOGE) tiene su origen en una broma y es considerada la primera moneda meme. Eso no la ha impedido escalar en el mercado y se encuentra entre las diez criptomonedas de mayor capitalización. En concreto, su valor asciende a los 60.500 millones de dólares. Desde la victoria de Trump, su rally ha sido del 144%. Esta cripto cuenta con el respaldo de Elon Musk y ese mero hecho la ha impulsado. De hecho, el fundador de Tesla ocupará un cargo público para aumentar la eficiencia en la administración pública y el departamento ha recibido el nombre de la criptomoneda, DOGE. Suficiente para prender la euforia. Esta cripto es la segunda entre las meme más favorecidas tras los comicios, solo por detrás de la ardilla PNUT.
Dogecoin es un perro, Peanut es una ardilla y los siguientes meme tokens que más se han disparado también son animales. Existe una fauna al completo de criptomonedas, como BRETT o PEPE, también entre las principales ganadoras en esta historia. No es difícil crear una, por lo que las razones para hacerlo pueden ser infinitas. Elon Musk tiene su propio token, MUSK, aunque no lo ha creado él. Esta cripto emite nuevas monedas cada vez que el empresario tuitea. En el último mes, su revalorización es del 209%.
