Para conocer la región más extensa del país, es obligatorio llegar hasta su costa: aquí comienza un recorrido de más de 700 kilómetros por algunos de sus escenarios más icónicos
El estado más grande de Australia. Un tercio del país y la parte occidental del mismo. Desierto, llanura, montaña y una costa extensa. Y a este último punto nos dedicaremos; porque para conocer Australia Occidental, hay que llegar hasta esas playas que dan la sensación de abarcar toda la gama de azules posibles.
Será un roadtrip por más de 700 kilómetros de costa que separan la primera de la última parada. Iremos por orden de aparición, pero no necesariamente por orden de preferencia; eso quedará a elección de cada viajero. Por carreteras australianas llegaremos a las playas más icónicas de la región: Cottesloe, Busselton, Margaret River, Dunsborough, Yallingup, Denmark, Augusta, Albany, Hopetoun y Esperance.
Cottesloe
Perth es la capital de Australia Occidental, tiene más de 120 kilómetros de costa y 19 playas. La elegida en este recorrido es Cottesloe por varias razones. Primero, su cercanía con el centro de la ciudad y la posibilidad de acceder a ella en tren; la estación está a unos 10 minutos andando desde la playa. Segundo, por su arena blanca y su mar turquesa; la paleta de colores la completa el espacio verde que forma el paseo costero, repleto de pinos de Norfolk. Y tercero, y tal vez más importante, el espectáculo diario del sol poniéndose sobre el océano Índico.
Busselton
Un muelle de madera que se extiende infinito en el agua, esa es la imagen característica de Busselton. El Jetty, conocido por ser el embarcadero más largo del hemisferio sur con sus 1.841 metros, es la columna vertebral de esta pequeña ciudad y se levanta en medio de un mar calmo como una piscina. Es el sitio ideal para disfrutar del ritmo tranquilo de una playa idílica o recorrer el paseo marítimo, enmarcado en un espacio verde repletos de mesas y barbacoas.
También vale la pena conocer el mundo debajo del agua: Busselton tiene un observatorio de vida marina, el Underwater Observatory. Sólo hay seis observatorios como este en todo el mundo y permite a los visitantes ser espectadores de la vida marina en su ambiente natural.
Dunsborough
Poco más de cinco mil habitantes y un entorno tranquilo rodeado de playas perfectas definen esta ciudad. Nuestra preferida: Castle Rock. Se trata de un conjunto de grandes rocas de granito que se eleva junto a la costa, generando una panorámica única. El acceso es fácil, se llega hasta allí tras recorrer un breve sendero desde el aparcamiento. Y la belleza prometida es mucha: la piedra es conocida por cambiar de color con la luz, según el momento del día.
En el extremo opuesto, otra roca imponente atrae a los visitantes, pero en este caso, el momento de la cita es el atardecer. Sugarloaf Rock se levanta justo en medio del océano, mediando entre la puesta del sol y la costa. Por lo que la vista resulta magnífica y así lo saben los visitantes que se congregan hasta ahí, donde se llevan hasta sus sillas plegables para acomodarse y disfrutar del mejor espectáculo del mundo.
Yallingup
El nombre Yallingup significa “lugar de cuevas” en el idioma aborigen local noongar, lo que ya nos adelanta algo de lo que encontraremos aquí. Playas con una paleta de colores que se complementan a la perfección, entre el azul del mar y los tonos rojizos de las piedras que se encuentran en la costa.
Una de ellas, la joyita de la zona, es Injidup Beach, donde se puede caminar sobre las piedras que se adentran en el mar. Uno de sus principales atractivos es el Injidup Natural Spa, una formación rocosa donde las olas crean piscinas naturales. Por último, otra de las bellezas de este sitio es el atardecer que se puede ver desde lo alto de los acantilados.
Margaret River
Bienvenidos al rincón más bohemio de la costa occidental, donde las olas son como un imán para los surferos y el ritmo tranquilo de este pueblo enamora a quienes buscan días lentos. Pero, además, Margaret River atrae a los amantes del buen vino porque es una de las principales regiones vinícolas de Australia, con unas 200 bodegas en su haber.
Sus playas, que se encuentran a unos kilómetros del centro, son de fácil acceso en auto. Una de las elegidas para ir a descansar en la arena blanca, bañarse en aguas transparentes o incluso desafiar sus olas es Surfers Point. Otra de las joyitas de Margaret River son los miradores que hay alrededor de la costa; uno de ellos, Gas Bay, es ideal para observar la playa teñida con la hora dorada y el sol despidiéndose en el mar.
Augusta
Un pueblo pesquero con varias playas tranquilas, pero una en particular se lleva todas las miradas: la custodiada por el faro del cabo Leeuwin. Este lugar es único; cada día y cada noche, el faro es testigo del encuentro entre el océano Índico y el océano Antártico. De un lado se extiende África, y del otro, la Antártida. Además, es el punto más al suroeste del continente australiano, como si estuviera en el borde del mundo.
Para conocer la historia de este faro, puedes visitar el museo informativo y participar en una visita guiada, en la cual es posible entrar al faro y subir sus estrechas escaleras hasta la parte superior, donde se encuentra la fuente de luz. Si tienes suerte, desde allí podrás avistar ballenas, ya que es un excelente sitio para observarlas.
Denmark
En esta parada hay dos paisajes de esos que dejan sin aliento: Greens Pool y Elephant Rocks, dos playas ubicadas dentro del parque nacional William Bay. La primera es una bahía rodeada de formaciones rocosas de granito, que crean una especie de piscina natural, ideal para ir a nadar y relajarse en sus aguas tranquilas.
A través de un sendero y tras unos 10 minutos andando, se puede llegar a Elephant Rocks. Un mirador ofrece una vista impresionante ante la inmensidad: desde las alturas se pueden apreciar rocas de granito gigantes, dentro del agua y en la orilla. El nombre de esta playa proviene justamente de estas piedras, que por su forma redondeada, recuerdan a una manada de elefantes bañándose.
Albany
Es una de las ciudades más antiguas de Australia que atrae a los visitantes por sus increíbles playas, además de la posibilidad de observar ballenas jorobadas y francas australes desde los acantilados. La mejor época para hacerlo es durante la temporada de migración, de junio a octubre.
También cuenta con el sendero Albany Heritage Park Trail, que puede recorrerse caminando o en bicicleta. Comienza en el puerto y ofrece impresionantes vistas a diversas playas, como Middleton Beach y Emu Point. Otro sitio que merece una visita es The Gap. No es una playa para pasar el día descansando sobre la arena, sino para ver un auténtico espectáculo de la naturaleza. Ubicada dentro del parque nacional Torndirrup, tiene un acantilado en el que una plataforma suspendida permite observar -e incluso sentir- las olas rompiendo con furia contra las rocas.
Hopetoun
Este pueblito tiene un aire nostálgico y una comunidad conformada por casi mil habitantes. En su pequeño centro encontrarás algunas tiendas, cafecitos y restaurantes donde hacer una breve parada. A menudo, incluso es posible encontrar ferias y mercados locales.
Hopetoun está rodeado por el Fitzgerald River National Park, por lo que las vistas aquí se componen por colinas verdes con vistas a extensas playas de arena blanca y agua clarísima. El sitio es ideal para combinar el descanso en la costa con el senderismo por los varios caminos que hay en el parque.
Esperance
Este sitio ganó popularidad por tener algunas de las playas más lindas de Australia. A 40 kilómetros de la ciudad, hay una ruta panorámica conocida como Great Ocean Drive. Es un paseo ideal para recorrer en coche e ir deteniéndose cada vez que el paisaje llame tu atención (lo cual sucederá muy seguido). Hay varios acantilados y miradores que desembocan en playas que lo tienen todo para ser llamadas paradisíacas: arena increíblemente blanca y un mar de tonalidades turquesas. Algunas de ellas son West Beach, Blue Haven Beach, Twilight Beach, Fourth Beach y Salmon Beach.
Un poco más lejos, a 64 kilómetros del centro de la ciudad, se encuentra una de las playas más populares de la región, Lucky Bay. Está dentro del parque nacional Cape Le Grand y es famosa por ofrecer una imagen tan única que probablemente ni la imagines posible: la presencia de canguros en la costa. La mejor época para encontrar estos animales australianos es la primavera y el verano, desde septiembre a marzo.